Línea de pase (Linha de Passe)

Es la nueva película del brasileño Walter Salles, Inspirada en gran parte por historias reales, "Linha de Passe" cuenta la historia de cuatro hermanos que buscan su camino en la vida. De padres diferentes, los cuatro viven con su madre, empleada doméstica que espera otro hijo, de padre desconocido. Línea de Pase es un drama suburbial bien construido, directo al corazón y a la moral del espectador. Reconstruido con excelentes actuaciones, encabezado por Sandra Corveloni quien realiza una excelente interpretación en el film de una madre soltera con cuatro hijos y otro en camino, que trata de sacar adelante a los chicos -también fantásticos en la dura Sao Paulo, lo que le supuso el premio a la mejor actriz en la pasada edición del Festival de Cannes. Aunque es un drama profundo que nos habla sobre una familia y sus inconvenientes emocionales y sociales, no la encuentro arriesgada (como es habitual en el cine de Salles), y es imposible no compararla con la obra superior de su director “Central do Brasil”, quien también explora a la sociedad actual brasilera. Linha de Passe es aun así una obra imprescindible, una película de buenas intenciones que nos plantea un comienzo y un fin, en donde todos los inconvenientes que se plantean en el fin no se resuelven pero aun así, es una obra que analiza y expone como una numerosa familia que vive en un pequeño sitio se encuentra espiritualmente tan separada. Una gran película que todos deberían ver.

No somos dueños de nuestro destino.
Dependemos los unos de los otros y el resultado de nuestras vidas es la suma de pequeñas detalles que hacen que tengamos mayor o menor estabilidad en la siempre delgada cuerda floja del camino directo a la felicidad.
No basta con ser un buen futbolista, o un buen cristiano, o currar de mensaka todo el puto día, o servir bien a tus jefes, o ir a la escuela...además debemos estar atentos a las necesidades de nuestro corazón y de los corazones de todos los seres a quien amamos.
Cuidado, el esfuerzo que empleemos, puede no estar correspondido con los frutos recibidos.
Pero que se le va a hacer, al fin y al cabo mi corazón no tiene libro de instrucciones...y el tuyo...tiene?.

Con gran maestría en un lenguaje visual pausado, sin estridencias el autor nos propone un viaje a la cotidianidad de nuestras vidas,mostrandonos los momentos súblimes y perversos de que constan las vidas de los personajes. Es una película tan bella como melancólica.

Con una radiografía de una familia brasileña que obligadamente tiene que ir dividiéndose en las cinco partes de la que se compone, la película va dando bofetadas en cada momento con los dramas individuales y las luchas internas que cada personaje afronta en el día a día. No es que sean unos desgraciados, siempre se puede estar peor, pero su calidad de vida podría ser mucho mayor. No es cuestión de suerte, no es cuestión de que no lo intenten, o al menos la sensación no es la de una familia condenada ya desde el principio. Son las cosas de la clase media tirando a baja, viven en una megalópolis en la que las opciones de realizar una escalada social no es imposible. Nadie dice que sea imposible mejorar. Pero debe ser tan difícil, es tan dura la vida en Sao Paulo...

Sin embargo no puedo decir que como espectador quede uno desarmado ante un drama de tres pares de cojones, no, es simplemente una buena radiografía de una familia curiosa en la que no existe padre ni padres y los cuatro hijos pelean el día a día como buenamente pueden. No deja mal sabor de boca como si fuera un dramón de esos que no te dejan ni respirar aunque está lejos de ser una comedia. Ni siquiera te van a hacer sonreír ninguno de esos hermanos. Ellos son un fruto más de la jungla del asfalto. Y suerte que la violencia urbana no se desata como podría en otros casos, es decir, no cae en los tópicos y previsibilidad de las drogas y las mafias. Sencillamente vemos cómo la vida transcurre para una familia, con sus buenos y malos rollos.