Anina

“Anina”, una de las sorpresas del FICCI 2013, en donde tuvo su primer estreno nacional, luego de su paso por el Festival de Berlín, en donde fue incluida en el apartado de Generación. En el FICCI fue seleccionada como la ganadora a Mejor Película y Dirección en la sección Colombia 100%, que reunía a las películas colombianas en competencia.

Ópera prima de Alfredo Soderguit y coproducción entre Colombia y Uruguay, “Anina” es una película animada, basada en la novela de animación Anina Yatay Salas, del escritor uruguayo Sergio López Suárez. Soderguit realizó las ilustraciones del libro de Sergio, lo que lo inspiró a llevarla a la pantalla grande.

“Anina” cuenta la historia de Anina, una niña que vive atormentada por el disgusto que le genera su nombre completo, el cuál todas las palabras con palíndromos (aquellas que se leen igual de ida y vuelta, o de adelante para atrás). Ya que su padre es un aficionado a los palíndromos. Un día Anina tiene una pelea con su compañero Yisel, por lo que ambas son llevadas a la dirección y la directora les da dos sobres que no deben abrir durante una semana como castigo. En este periodo, Anina además de reflexionar sobre su culpa y luchas contra la ansiedad de abrir el sobre, también experimenta un cambio y un crecimiento personal.

La película es una maravilla, es una preciosa película de animación, con una trama sencilla pero con un enorme derroche de creatividad e imaginación imparables, que condimentan al filme y lo elevan de gran forma.

La animación es estupenda, la técnica, los elementos oníricos y todos esos detalles que elevan el filme resultan realmente estimulantes. Además de un hermoso trabajo de fotografía, de dirección, con escenas realmente brillantes.

También tuve oportunidad de verla en el FICCI, y tuve la fortuna de verla con niños de colegios, que la disfrutaron a cada segundo, y en parte nos contagiaron a todos los demás de la sala. Algo que me recordó al experimento hecho en la película Finding Neverland, precisamente en el estreno de Peter Pan.

En síntesis, un espectáculo visual y una linda historia elevada por su excelente realización, que ninguno debería perderse. Cuando llegue a las salas de Colombia. Muy recomendada.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2013/03/anina-alfredo-soderguit.html

Existe una máxima que es considerar todo el cine de animación para niños. Si bien poco a poco la cosa se está abriendo gracias sobre todo a la nueva crítica (entiéndase como la alejada de la vieja guardia, anclada en el pasado), sigue siendo un cliché que hay que erradicar cuanto antes. No obstante, cuando se aborda una película como la uruguaya "Anina", que no sólo es animada sino que está orgullosa del target al que va dirigido, la cosa cambia. Dirigida por Alfredo Soderguit, esta producción de presupuesto modesto pero resultado nada desdeñable supone un buen ejempo de película del medio animado que puede recomendarse para cualquier infante: su humor es blanco, pero no tan naif como para molestar a los adultos (en su proyección del Festival de San Sebastián recibió una ovación cerrada, con pocos niños en la sala), y está equilibrada a nivel estético para que su falta de medios no juegue en contra, empleando en casi todo momento una animación limitada que juega a replicar la estética de los libros de recortables, y unos diseños que remiten a la obra de Edison Yan ("Scribblenauts"), al cortometraje "Argine" de Julia Simeón, y con algún eco al Tim Burton de los 80 en lo que respecta al diseño de los infantes y a una magnifica secuencia onírica.

La historia trata sobre una niña, la Anina del título, que tras pelearse con una compañera de clase recibe un castigo poco convencional: la directora de su centro le entrega un sobre que no podrá abrir hasta que pase una semana. Veremos cómo la niña pasa ese tiempo, cómo se relaciona con los personajes que la rodean y además cómo lidia con el hecho de que su nombre -y apellidos- sean capicúa, lo que genera las risas de su entorno. No es "Anina" un trabajo de gran altura pero como digo, par los niños es bastante más recomendable que todos estos subproductos como "Bratz", "Barbie", "Monster High" y basura similar. La moraleja es muy obvia, pero bonita, y seguro que de haberla visto de niño me habría encantado. De momento admito que me deja un poco frío pero es que, las cosas como son: no va dirigida a mí. Correcta, que no es poco, y respetuosa con aquellos con los que si establece un diálogo.

La niña protagonista nos relata sus preocupaciones, temores y fantasías, a partir de una pelea en la escuela y un castigo misterioso.
La película tiene una estética particular que tiñe de nostalgia todas las escenas, y a los adultos montevideanos nos retrotrae permanentemente a nuestra propia infancia. Los barrios, los ómnibus, la vida de barrio con su almacén y sus vecinas, la familia atenta a los hijos, las tortas fritas y las milanesas. Una hermosa melancolía acompaña las sonrisas que también surgen a cada instante.
Aunque sea una animación, no estoy segura si será tan disfrutada por los niños como por los propios adultos, que nos vemos reflejados en esa niña y su mundo, maravillosamente mostrado, totalmente creíble y mágico a la vez.
"Anina" es de esas películas con alma propia, que se instalan en uno, y son difíciles de olvidar. Por suerte.

La película narra la historia de Anina Yatay Salas, una niña que vive acomplejada por tener nombre y apellidos capicúa. A partir de este problema, la historia se desarrolla como una reflexión para todos los públicos sobre valores como la familia, la educación, la infancia y el respeto a los demás.
Triunfadora en el Festival de Cartagena de Indias (Colombia), donde se alzó con los premios a la Mejor Película y a la Mejor Dirección en la sección "Colombia al 100 %".

"Anina" una de las nominadas al Ariel en 2014 en la categoría a mejor película iberoamericana, da muestra del poderío que los trazos animados pueden llegar a tener en la batalla por una estatuilla, trazos que no convencionales se refugian en la simple historia de una niña a disgusto porque su nombre completo se compone de tres palabras —cada una en capicúa— y donde su "gran" problema y con el transcurrir del tiempo y experiencias, lo determina como irrisorio.

Una película con una estética singular que desde su inicio roba la atención de los adultos y genera en ellos una retrospectiva a partir de dibujos más puristas, ajenos a las tendencias globalizadoras, con el único fin de narrar las desaveniencias de chicos de diez años. Así se puede ubicar figuras de autoridad con distintas tónicas, el compañerismo y a su vez la rivalidad, el desenvolvimiento escolar, los señalamientos de generaciones más longevas , pero sobre todo en los compromisos y responsabilidades adquiridas en los social, escolar y familiar.

Muchos valores y una imaginación exacerbada, hace de esta coproducción uruguaya la recomendación para la familia.