La lista de pendientes

Divertida, fresca y guarra, son los calificativos que mejor encajan en esta comedia adolescente. Entretiene porque sorprende, y nos sorprende porque su protagonista resulta tan creíble que termina pareciéndose a la inocente vecinilla del tercero. Si... Esa misma que oculta una personalidad arrolladora, tras sus apariencia incauta y un poco despistada.

Los diálogos son inteligentes y guarros. Ya hacía falta algo que nos sacase de la monotonía. Personajes que parezcan reales y se muestren tal como son en su realidad cotidiana.

¿Cuantas chicas hacen felaciones a sus novios y por supuesto alguna masturbación? Casi todas. Pues eso es lo que debe reflejar el cine actual sobre jóvenes. Alejándose de mojigaterías trasnochadas que lo único que hacen es mostrar una juventud ajena a la realidad.

Cosas que hacer antes de los 18 es una película sobre la sexualidad en la adolescencia enfocada desde el punto de vista de una chica que ha pasado su vida siendo una estudiante top alejada de los placeres mundanos.

Maggie Carey debuta como directora. Su sentido del ritmo no es brillante, algo que se deja notar de forma descarada a partir de la segunda mitad de la película, pero en general tiene buenas maneras con los gags y a la hora de elaborar algunas escenas, tanto con el guion que ella misma escribe como a la hora de mover la cámara. Carey nos propone una película despreocupada y de sucia diversión y en ese aspecto cumple, provocando excitantes carcajadas; sin embargo, en la parte más dramática, Carey peca muchísimo de novata y su empeño por tapar los clichés los hace mucho más visibles. La narración se vuelve un tanto repetitiva y el humor cañero se disuelve, por momentos, entre estereotipos a los que se les da la vuelta y situaciones que se ven venir a mucha distancia.

El reparto está más que correcto. Aubrey Plaza se mete en la piel de su personaje y consigue expresar esa equivocada despreocupación y los matices que forman la evolución de la protagonista hasta la moraleja (cliché puro) final. Connie Britton y Clark Gregg forman una pareja de lo más cómica y funcionan tanto juntos como por separado. Alia Shawkat y Sarah Steele están un poco atenazadas entre tanto topicazo, pero logran hacer una labor divertida. Bill Hader es un puntazo y hace que sus momentos en pantalla sean de lo mejor de la película. Scott Porter y Johnny Simmons interpretan a dos caras de una misma moneda y lo cierto es que, más allá de lo que sus personajes (simples puntos de apoyo) aportan, ellos no nos regalan demasiado. Christopher Mintz-Plasse es un genio en esto de las gamberradas y su trabajo aquí es genial. Rachel Bilson, por su parte, nos regala su belleza y demuestra que, además, tiene talento para la comedia.

Resumiendo: Cosas que hacer antes de los 18 no es una gran película, ni la mejor de las gamberradas, ni un baúl de carcajadas ni nada parecido y, por supuesto, no es tan bueno como gran parte de la crítica pelotera nos quiere hacer creer. Eso no significa que sea mala, porque no lo es, porque nos aporta el humor suficiente, la despreocupación necesaria y el buen rollo ese que nunca viene mal. Es un pasatiempo interesante, aunque un poco bobalicón.

Tenia curiosidad por ver cómo se trataba el tema de la "primera vez" desde el punto de vista femenino; pero la verdad, el film sólo se queda en algo entretenido, para pasar el rato. Desaprovecha demasiado el humor potencial de todas las situaciones en las que se mete la protagonista para ir adquiriendo "experiencia", reduciendolas básicamente a bromas algo infantiles o groseras.

Pero tampoco se debe pedir más a una "teen movie" de 90 min. Si te gusta el género, no dudes en verla; no se hace larga y hay algunos puntos a favor como toda la estética de los 90s en los que está ambientada (especial mención a los créditos de inicio) o la acertada conclusión a la que llega la protagonista al final.

Creo que es la primera película de adolescentes en la que el público objetivo es el femenino, así como su protagonista, y que está enfocada de una manera gamberra y políticamente incorrecta en lugar de la ñoñería y romanticismo edulcorado de otras cintas como las de la saga crepúsculo.

Muy valiente la directora al abordar un tema tan divertido y tan poco visto en cine. Me gustaría ver la reacción de mis sobrinas al ver la película cuando tengan edad para ello.

Película con toda la estética noventera posible que narra la típica transición instituto - universidad con una sola meta para la protagonista: Una lista de cosas para hacer basada en prácticas sexuales. Que si francés, griego, cubana... Pues bien, ahí empieza todo.
Recomiendo hacer una composición de lugar y recordar ante qué clase de producto estamos. No es que engañe precisamente, risa fácil promete y risa fácil da. Como decía alguien en otra crítica, hora y media que puede resultar entretenida sin forzar mucho el coco, pues si nos ponemos quisquillosos se despacha rápido. Motivos no faltan, hay cantidad de incoherencias que no tienen por dónde cogerse. Más que aciertos.
Los motivos que a mi me empujaron a verla tienen nombre y apellidos. Rachel Bilson y Aubrey Plaza. Ambas actrices jóvenes (bueno, relativo, que aquí ha tocado interpretar a niñas de 17 con unos 33 años) que en mi opinión irán ganando peso en el mundillo.