Corre, Cuchillo... corre!

Manuel "Cuchillo" Sánchez (Tomás Milián) mientras está en prisión conoce a el poeta y enigmático líder revolucionario Ramírez (José Torres).

Juntos se escapan de prisión, pero son capturados por Riza (Nello Pazzafini) y su banda de forajidos mexicanos, para que Ramírez les entregue un tesoro de $3 millones en oro que tiene escondido para financiar la revolución mexicana.

Ramírez muere, pero antes le confiesa a Cuchillo el lugar donde está escondido el suculento tesoro. Ahora Cuchillo tendrá que huir del gringo pistolero Nathaniel Cassidy (Donald O'Brien), de la banda de forajidos de Riza, del revolucionario Santillana (John Ireland) y su ejército, y de todo tipo de asesinos.

En su huida Cuchillo recibirá la ayuda de Penny Bannington (Linda Veras), un extrovertida fanática religiosa y de su peculiar novia Dolores (Chelo Alonso).

El film "La resa dei conti" (1966) termina en la escena cuando Cuchillo sale camino hacia la frontera, en "Corri, uomo, corri" (1968) da inicio cuando regresa de camino a México. Una continuación del film exacta.

Ahora en este film el actor cubano será el protagonista principal, la estrella absoluta de todas las aventuras del particular personaje de Cuchillo. Un simple y sencillo mexicano que se verá envuelto en las intrigas políticas del México revolucionario de Porfirio Díaz (1830-1915) por un tesoro ajeno.

Del género "películas poco conocidas" es la película que más me ha gustado. Una película que no solo ha de tener como público a los amantes de los westerns, también a los aventureros y/o amantes de la comedia.
Hay que decir que la música es de Ennio Morricone lo que no en los créditos porque en ese tiempo estaba en otra productora y no quería meterse en líos.

Correcta e interesante secuela de El halcón y la presa, con el personaje de Cuchillo como protagonista, ofreciendo un entretenimiento pasajero plagado de sentido del humor, apoyándose en la genuina banda sonora de Ennio Morricone, recuperando el trabajo ofrecido en su predecesora.

Desenfadada e intrascendente relato que presenta una historia de persecución ligera y dinámica, con un particular e ingenioso sentido del humor, para desarrollar una trama sencilla y previsible,

Más y mejores críticas en http://www.enmicine.com/2016/01/corre-cuchillo-corre-1968.html

Claramente, el más flojo de los tres 'eurowesterns' de Sergio Sollima, a años luz de la brillante "El Halcón y la presa" (1966) y la épica, monumental y excelsa "Cara a cara" (1967).

Se pretendió hacer una especiie de secuela, a partir del personaje interpretado por Tomás Milian en el primero de ellos,introduciendo ciertos toques de humor, pero la cinta es bastante fallida y, al menos al que escribe, se le hizo larguísima y bastante pesadita.

Con el telón de fondo histórico del régimen de Porfirio Díaz, la trama se centra en la búsqueda del presunto tesoro nacional mexicano que Benito Juárez habría escondido en forma de lingotes de oro en algún lugar de Texas que llega casualmente a oídos de Cuchillo (Tomás Millian) por boca de un poeta opositor encarcelado (José Torres) antes de morir. Además del protagonista y su novia (Chelo aloso), se verán implicados en la búsqueda del oro, entre otros, una oficial del Ejército de Salvación (Linda Veras) y su padre (Gianni Rizzo), un misterioso cazarrecompensas (Donald O'Brien), el ejército revolucionario capitaneado por un tal Santillana (John Ireland), un mercenario llamado Riza (Nello Pazzafinni), y un par de espías porfiristas (Marco Guglielmi y Luciano Rossi).

Aparte del excesivo metraje (hay una versión con media hora menos que la que yo vi, pero no creo que mejore mucho la cosa) el gran problema del filme, si se compara con los anteriores del director, es la pobreza del guión y la ausencia total de desarrollo de los personajes. Y el mejor ejemplo de ello es lo plano del cazarrecompensas interpretado por O'Brien, que por su ambigüedad lo tenía todo para ser un gran personaje y no tiene entidad alguna. Y cosa parecida ocurre con las dos féminas.

Por otro lado, tampoco hay el buen gusto en la puesta en escena de las dos pelis anteriores, salvo algún destello fugaz (como una cabalgada en la nieve), y todo es a ratos incluso un poco ramplón, sin que el sentido del humor que a veces aparece con las dos mujeres termine nunca de romper, salvo en algún momento aislado.

Casi lo más destacable de la cinta es la canción interpretada por el propio Tomás Milian de los títulos de crédito.

Pese a rodarse en Almería, señalemos que apenas hay presencia española en un elenco (sólo un breve secuencia del orondo Fernando Palacios), predominantemente italiano. Eso sí, digamos como curiosidad que la pareja del italocubano Milian en la ficción fue la también italo-cubana Chelo Alonso, actriz muy curtida por los 'peplums'.

Lástima que no se recuperara a la pareja de "Cuchillo" en "El halcón y la Presa", nuestra Manolita Barroso/María Granada, que estaba además allí encantadora.

Mediocre segunda aventura de Manuel Sánchez, alias "Cuchillo", que tras la estupenda "El halcón y la presa", del mismo director, el estimable Sergio Sollima, pretendió reverdecer los laureles que dos años antes había conseguido con crítica y público de acuerdo.

Sin embargo, el resultado es mediano, resulta algo penoso el desarrollo, alargado en exceso y falto de imaginación, aunque se salvan, una vez más, las partituras musicales del ínclito y seguidor (también algo copión) de Ennio Morricone, Bruno Nicolai. Una música bonita y que recuerda en exceso al maestro, pero junto a la brillante fotografía y algunos trabajados encuadres de Sollima, el resto es pasar los minutos con algún momento afortunado como el duelo del mercenario con el protagonista, uno con dos pistolas al cinto y el otro con un cuchillo que le "presta" su novia y coge al vuelo.

No es una buena película, y tampoco aporta prácticamente nada al western europeo, pero la verdad es que no molesta y por supuesto que las hay peores. Lo que ocurre es que es muy inferior a su predecesora.

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