La muerte camina en la lluvia

Un misterioso asesino serial mata gente bajo la lluvia. El escenario es la ciudad de Buenos Aires de la década del cuarenta. Cuando andando el tiempo todas las huellas se dirigen a una bien puesta pensión llamada Babel, todo hace suponer que el asesino se aloja allí. El implacable sujeto tiene una carta de presentación. Firma con clara grafía "S. López" y clava un cartelito con un alfiler sobre las víctimas. Babel (nombre bien elegido) es una variopinta reunión de personas de distintas profesiones: un ruso que juega al misterio, un presunto hindú con turbante que hace trucos de magia, un intelectual, un relojero...Cuando alguna pista conduce a alguno de ellos, desafortunadamente el asesino vuelve a actuar, desvaneciendo la hipótesis. Sobre estas bases se asienta el film que es atrayente en su concepción, con logradas actuaciones y buen ritmo, música y suspenso. Recomendable.

Considero este film dentro de mis películas favoritas del cine clásico y de máximo esplendor de Argentina. Cuenta la historia de un asesino en serie que ataca a sus victimas cuando llueve y el mismo no puede ser encontrado por la policía; Mantiene un ritmo atrapante con un suspenso que no decae en ningún momento, las actuaciones excelsas de todo el elenco, a destacar por encima del resto quizás las de Guillermo Bataglia y Olga Zubarry. Los planos bien logrados de la mayoría de las escenas, una banda sonora discreta y un final bastante bueno. Una cinta que para la época en la que fue filmada me parece buenísima.

Un policíaco al estilo de novela de misterio con el asunto de averiguar quién es el asesino en serie que se aloja en una pensión. Un viejo conocido de la policía, un "cleptómano" amigo de lo ajeno, ha sido testigo del último asesinato y ha seguido al criminal hasta una pensión. Los que allí se alojan pasan a convertirse en sospechosos para la policía y nos los presentarán muy a propósito para la exigua trama. Ninguno parece tener labores diarias que cumplir y todos manifiestan una característica demasiado plana para definirlos: un médico, un pintor, un científico, un matrimonio mayor, un ruso pedante, un fakir..., la dueña de la pensión y el servicio.
La labor de la policía es espesa y la película huye de presentarnos una figura realmente protagonista con alguna característica destacable, debido a que el caso tampoco daría mucho para lucirse ya que se basa en encuestas obviando la investigación científica. Los sospechosos no muestran más moralidad que su "ego" o sus miedos por los crímenes, sin dobleces que nos hagan ver en ellos una vida oscura, posibles razones u otro aliciente personal que alimente el misterio y nos hagan tener nuestras propias teorías.
La ambientación tiene el sabor de aquellas novelas cortas policíacas de Bioy Casares por ejemplo, Manuel Peyrou o Adolfo Luis Pérez Zelaschi; relaciones sociales tirantes, calles solitarias, y unas actuaciones pelín teatrales en algunos momentos pero aceptables. Y planos sombríos llenos de lluvia para esconder al asesino de la cachiporra.

Una de las pocas películas 100% de misterios hechas en Argentina, en general acá el género no prosperó, fue más de noir al estilo argentino (o latinoamericano porque México también los hacia así) de mezclar el melodrama con el policial, pero el misterio más bien poco, no sé por qué ya que las que se hicieron tuvieron mucho éxito y se convirtieron en clásicos nacionales: El misterio del cuarto amarillo, La muerte camina bajo la lluvia y Rosaura a las 10, esas son por los menos las que recuerdo.
Toda la intriga es interesante, tiene los elementos típicos del misterio, personajes variopintos todos con características muy remarcadas, cada uno con una particularidad más curiosa que el anterior, y todos muy sospechosos.
Cuando trata de tomarse muy en serio se vuelve un poco acartonada, pero al mantener ese tono de misterio jocoso gana puntos.
Lo mejor: la agilidad, que todos los personajes tuvieran su momento para destacar, ciertas escenas de una violencia poco usual en el cine nacional de la época.
Algo que ya se había convertido en un sello de Christensen, el meta-mensaje.
Lo peor: que se filmara casi por completo en estudios, incluyendo varios falsos exteriores.
El resto en zona spoiler.