La cosa maldita (Masters of Horror Series) (TV)

“Masters of Horror” en su primera temporada dejo tres pequeñas y notables piezas en forma de episodios a tener en cuenta: “El ejército de los muertos”, “El fin del mundo en 35mm” y “Huella” donde Joe Dante, John Carpenter y Takashi Miike, respectivamente, consiguieron licenciarse con nota en la escuela de maestros del terror. El Festival de Sitges puede dar fe.
Pocos llegaron al aprobado o al menos al concepto de ‘episodio de una hora para pasar el rato y no asustarse ya que para eso está el telediario’ y la gran mayoría tuvieron que repetir curso por malos alumnos y pésimo comportamiento a las cámaras.

Un nuevo y repetido apunte: Lo mejor y único punto en común ante tanta variedad (y aceptable mediocridad para su formato) son sus títulos de crédito y la banda sonora que los acompaña que ya ha pescado algún merecido premio.

En esta segunda temporada (o la revalida) empezamos mal si el encargado de abrirla es Tobe Hooper o el responsable de la mayor infamia de la serie hasta el momento: “El baile de los muertos”. Está vez pese a superar con creces su anterior atentado se queda a bastante camino de convencer plenamente.
Parece mentira que el director de “La matanza de Texas” o “Poltergeist” haya entendido que el terror actual consiste en utilizar un montaje emulando un alto consumo de estupefacientes. Desacertada senda para una historia que tampoco prometía demasiado desde su inicio.

En “The Damned Thing” aparece nuevamente ese desagradable sabor en la garganta de déjà vu: monstruo oculto que chilla y provoca la histeria colectiva (¿Será Bisbal?) con demasiadas reminiscencias a “El resplandor”, invasiones (alienígenas o no) y pueblos malditos.
Aunque puede entretener, debido a su formato y que su objetivo es un simple pasatiempo olvidando la calidad, convierte al espectador en un rumiante: debe masticar nuevamente lo ingerido hasta la fecha del terror actual. Mención aparte para algunas secuencias extremadamente ridículas como la del confesionario y el patético final.
¿Se habrá dado cuenta este señor que las secuelas se dejan para otro formato llamado largometraje de terror palomitero?
Aunque sus moralejas: el petróleo lo corrompe y lo devora todo y el miedo se torna en violencia no están mal pero resultan finalmente insuficientes.

Esta es una pregunta que asalta a la mente después de ver "The Damned Thing" y que ya me planteé al acabar de ver "Dance of the Dead", su primer mediometraje para Masters of Horror. Ahora Hooper intenta homenajear a "The Blob" con una absurda historia que no sólo es vomitiva, sino que además no se sostiene en absolutamente ningún momento. Aburrida, sosa, con unas interpretaciones paupérrimas, este mediometraje no sólo es el peor de todo Masters of Horror -y van 26-, sino que además insulta a la inteligencia del espectador.

Y con todo, yo me planteo: ¿A este tío quién le hizo La Matanza de Texas? ¿O esa joya llamada Poltergeist? A ver si Mick Garris se plantea darle la patada en la tercera temporada, aunque bueno, al menos está asegurado que cualquier cosa va a ser mejor que lo que haga Hooper. Supongo que ese es el gancho.

Esta primera entrega de la segunda temporada de "Masters of Horror" viene dirigida por Tobe Hooper ("Poltergeist", "La matanza de Texas"...).
En ella nos habla de cómo un padre, tras ver una mancha aparecer en su casa, mata a su mujer e intenta hacer lo mismo con su hijo que milagrosamente escapa de tan trágico destino. Este niño, al pasar los años y ser ya un hombre adulto comienza a ver cómo en el tranquilo pueblo una semilla de violencia comienza rápidamente a germinar, y teme, teme que ese mal, esa "mancha" que en su día surgió de la nada, desate de nuevo la tragedia.
Sin ser ninguna joya, este "capitulo" de los MOH resulta bastante entretenido. Tiene unos FX aceptables, unas interpretaciones correctas y mantiene en el espectador un interés aceptable intentando dilucidar qué es lo que ocurre en este pueblo perdido, qué le ocurre a su gente y qué lo provoca. El Sr. Hooper no nos da muchas respuestas, pero en ocasiones la incógnita es más recomendable.
Una entrega digna y aceptable, sin, como he dicho, pasarse de calidad. Recomendable para pasar el rato.
Enoch

Tobe Hooper is back. And this time is back to butt. Si en la primera temporada de los "Masters" nos regaló el peor episodio (y con diferencia), aquí no va desencaminado. El principio es de infarto. No por tensión ni nada, que no la tiene, sino porque aparecen los tan amados recursos de "Dance of the dead", como la visión multiplicada. Por suerte, no existen más allá de los 5 primeros minutos.

Pero, al igual que desaparecen los recursos, desaparece cualquier ápice de interés (que en los 5 minutos anteriores tampoco había, pero bueno). O sea, de repente hay violencia gratuita y estúpida, mucha sangre y tal, pero ni eso consigue que prestes atención (básicamente porque, para cuando llega, ya estás sobado como mínimo). 50 minutos de tedio sobre no sé qué de una cosa maldita que cuando aparece, es una maldita cosa que se podrían haber ahorrado (el mediometraje entero, digo).

De nuevo, en esta caca de la vaca sólo hay algo recordable, y es el actor más conocido que aparece como estrella invitada o algo así. Aquí, es el hermano de Sam Raimi (que no es que sea muy conocido, pero bueno) haciendo de cura loco (como el de "House of the dead"), y que protagoniza las mejores escenas, más graciosas y violentas. Todo por el final, que entre medias no pasa absolutamente nada salvo que caen mocos del techo de las casas y uno quiere copiar a Mickey Mouse o alguna chorrada por el estilo.

Me recuerda La cosa maldita a alguna novela que leí de adolescente, sobre todo a un par de Peter Straub. Pueblos malditos, cosas oscuras que se arrastran (sin la gracia magnífica de Lovecraft), paletos puesto contra las cuerdas en un mundo que se torna aún más hostil. Desgraciadamente la película es, como poco, igual de mala que estos libros que afortunadamente casi olvidé; como en breve haré con la propia película.