Haz click aquí para copiar la URL

La victoria de la fe

Documental Cobertura del 5º Congreso del Partido Nazi en Nürnberg, del 1 al 3 de septiembre de 1933. El documental comienza con el amanecer del primer día, cuando la tranquilidad se transforma en un bullicio que culmina con la llegada de Hitler. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
19 de noviembre de 2010
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
No era la soberbia Riefenstahl que tiempo después enseñó al mundo la terrible apisonadora que ansiaba ser el ejército de ejércitos.
Leni mostraba ciertas dudas, titubeaba en algunos planos, se apreciaba descoordinación en los desfiles de la plana mayor. Según la propia Leni fue una especie de experimento, un proyecto no deseado por ella, un encargo incomodo. Pero había sido llamada, estaba en el punto de vista de Hitler y de Goebbels. Querían que fuera ella.
Alcanzaría la perfección técnica en los próximos trabajos.
Dave Tapia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de enero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Der Sieg des Glaubens” (1933) de Leni Riefenstahl con Adolf Hitler, Josef Goebbels, Heinrich Himmler, Ernst Röhm, Albert Speer, Hermann Göring, Baldur von Schirach, Rudolf Hess, Julius Streicher, entre otros. Documental de 64 minutos, cuyo título se traduce como “La Victoria de La Fe” y es el primer documental dirigido por Leni Riefenstahl, quien fue contratada por El Ministerio de Propaganda de la Alemania Nazi, a pesar de la oposición de algunos Oficiales que no tenían intención de emplear a una mujer que, además, no era miembro del NSDAP. El documental hace un recorrido por El 5º Congreso del Partido que tuvo lugar en Núremberg, del 30 de agosto al 3 de septiembre de 1933; y como película, forma parte de una Trilogía de Propaganda Nazi que la conforman: “Der Sieg des Glaubens” (1933), “Tag der Freiheit: Unsere Wehrmacht” (1935), y “Triumph des Willens” (1935) El formato de la película es una versión corta del último filme de la trilogía, pero aquí se nos presenta pura propaganda del Partido Nazi, que financió y promovió la producción para celebrar la victoria de los nazis en el logro del poder cuando Hitler asumió el cargo de Canciller de Alemania en febrero de 1933. La película no tiene voz “en off”, ni títulos que identifican personajes ni lugares, ni comentarios, y gran parte de la narración es esencialmente silenciosa, con música que recuerda a Wagner o Marchas de Strauss; y resume algunos discursos; por lo que los eventos se muestran en orden cronológico que incluyen la bienvenida a varias personalidades del Partido; la llegada de Adolf Hitler al aeropuerto y su reunión con miembros importantes del partido como Josef Goebbels y Hermann Göring; desfiles masivos de la Sturmabteilung (SA), coloquialmente conocidos como “Camisas Pardas”; y el discurso de Hitler sobre la asunción del poder, y el 10º aniversario del movimiento nacionalsocialista alemán; pero todo ello resumido. Llama la atención los desfiles masivos, que no muestran el poder militar, como lo harían ahora con armas, aviones y tanques, sino desde lo más intimidatorio: Miles de personas, lo que parecía indicar que “era mejor estar con los nazis, que tenerlos de enemigos” porque son miles. Al tiempo llama la atención que Rudolf Hess se muestra mucho al lado de Hitler, a diferencia del cadavérico Goebbels o la apariencia pederasta de Göring, tal vez por cuestión de atractivo estético. También aparece en varios cameos Hitler junto a Ernst Röhm, líder de La SA, a quien Hitler ordenaría más tarde asesinar en La Noche de Los Cuchillos Largos en 1934, por presunta traición al idear una conspiración contra él, una acusación creada por Himmler, Göring y Reinhard Heydrich; por lo que todas las referencias a Röhm, se ordenaron para ser borradas de la historia alemana, que incluyó la destrucción de todas las copias conocidas de esta película; de ahí que “Triumph des Willens” (1935) fuera producida para reemplazarla, pero difiere en que la jerarquía superior del Partido, “los paladines de Hitler”, no reciben casi tanta atención en la película posterior, como lo hicieron aquí. Entre las curiosidades, la gran concentración de gente, es muy similar a las desarrolladas en los comics, con el villano de turno, pero aquí se nota la cruda realidad, con exactitud milimétrica en las formas, las posiciones de las personas, el silencio solemne, o el bullicio ensordecedor; y claro está el seguimiento psicótico, fanático y patológico. Y al ser todo tan resumido, la retórica de Hitler no llega a ser convincente, que contrasta con las bellas imágenes captadas de la gente asombrada, emocionada y conmovida por El Führer. Entre lo que se ve, también está un discurso de un alto funcionario del Partido Fascista Nacional Italiano, Arturo Marpicati, con los saludos transmitidos por Benito Mussolini; hasta el mitin en el amplio patio de armas, recientemente construido por Albert Speer, e incluye una toma de un dirigible Zeppelin flotando, con esvástica en la cola, terrorífico. También hay una manifestación separada de La Juventud Hitleriana, con una introducción de Baldur von Schirach; y sigue un desfile en las calles de la ciudad vieja de Núremberg, con los líderes del partido recibiendo los saludos de las filas de las SA y las SS, en las calles abarrotadas de gente. Las tropas que marchan aparecen de nuevo en las secuencias finales en el patio de armas principal, con tributos a los caídos, con Hitler y Röhm, y varias ceremonias de banderas que parecen tener un significado casi religioso para los miembros del partido, pero a falta de comentarios “en off” se desconocen muchas cosas que están pasando o la identidad de los personajes. Como fuera el caso, según la propia Leni, esto fue una especie de experimento, un proyecto no deseado por ella, y un encargo incómodo. Leni alcanzaría la perfección técnica en los próximos trabajos; pero en el fondo, esta es una obra de propaganda inquietantemente efectiva, fiel al término, porque nos muestra cómo Hitler y sus Camisas Pardas sedujeron al pueblo alemán, uno que buscaba una solución a La Gran Depresión, las reparaciones y el desaire que sentían después de una derrota ignominiosa en La Primera Guerra Mundial; por lo que cuando veamos la efectividad de los grupos de poder en la configuración de la política pública, debemos mirar este documental con los ojos bien abiertos. Aquí Hitler no es ni un payaso ni una caricatura, sino un mensajero mesiánico que se abraza y se alza libremente, y es recibido ciegamente, tan cercano como seductor, tan moderno que es tan hipnotizante que es real en la retórica política de hoy.

SIGO EN LA ZONA DE SPOILER POR FALTA DE ESPACIO
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro Zamora Cubillo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de enero de 2013
0 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una potencia descomunal alzaba el vuelo por aquellos tiempos. Empezaban a sacar el máximo de cada recurso que tenían, y este fue su primer flirteo con la comunicación audiovisual. Aún no sabían cómo hacerlo muy bien, pero ya nos grababan para los infinitos tiempos cómo era su organización.

El 90 por ciento del metraje es música, bandas sonoras de artistas clásicos. Era su intención llegar al pueblo por medio de la sensiblez de la música, que abre los corazones.

Qué paralelismo con los mítines políticos de hoy, en donde un gran flujo de masas hacen reverencia sin condición a un líder que domina el verbo como nadie. Me recuerda mucho a los mítines del PP en Valencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CHIRU
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow