Amor a todo gas

De las comedias musicales protagonizadas por Peret es esta una de las más acertadas. El inventor de la rumba gitana catalana tiene un estilo inimitable. Aparte de la música, las letras son desternillantes. El argumento vodevilesco es lo de menos. Los actores secundarios están muy bien, a excepción de Fernando Sancho, quien de tanto Western, no logra conseguir que su intento de imitación del acento alemán deje de parecer mejicano. Un punto es la intervención de Nieves Navarro, actriz poco recordada, con una extensa filmografía que canta copla y llega a hacer un dúo con Peret. En el film hay momentos para ser recordados, como la rumba cantada enteramente en catalán o las pullas zarzueleras que se lanzan los dos protagonistas en una actuación conjunta.