Scream: Resurrection (Miniserie de TV)

Me paso toda la serie pensando: que Ghostface no sea el gangsta, porfavor. Por supuesto Diosito no me escuchó y me regalaron la revelación más triste de un Ghostface jamás vista en pantalla. Y mira que el anterior tv show, que al menos estaba mejor escrito y dirigido, ya tenía un par de revelaciones que quitaban el hipo para mal.

El momento es este: El personaje gangsta está por ahí apuñalado, y su medio hermano le dice: "Tú eres Ghostface!". ¿Y qué hace el tío? Mueve un poco la cabeza en plan "yeah, bro". Y ya está. Sublime. A continuación, Gangstaface empieza a soltarle la típica chapa explicativa cutre de turno y, para que esta maravilla no decaiga y la puedas entender por muy imbécil que seas, te ponen un flashback mostrándote sus asesinatos. En el flashback vemos que cada vez que se carga a alguien se quita la máscara, por si con el discurso y su interpretación no le ha quedado claro todavía al espectador que es él el psycho killer. Para coronarse, uno de los lugares dónde se desenmascara, un segundo después de matar a alguien, es nada más y nada menos que una discoteca hasta la bandera de gente. GENIUS.

Después llega la segunda revelación, que después de la del Ghostface muthafucka parece que sea casi decente y todo, en parte también a que la situación y el personaje son defendidos por una de las pocas actrices que se salva del reparto. Pero claro, se tira dos años contándote sus lamentables motivos y ya sólo quieres que esto termine pronto, porque ni Meryl Streep salvaría ese texto.

Para terminar una referencia/homenaje/parodia/vergüenza ajena a la película original seguida de una escena de playa y todos a dormir.

La historia se centra en Deion Elliot (RJ Cyler; Power Rangers). Deion perdió a su hermano una noche de Halloween cuando eran ambos pequeños; supuestamente «el hombre del gancho» lo mató; este hombre es Candyman, o al menos es Tony Todd con un gancho. El resto, que no pintan mucho aquí, son: Liv (Jessica Sula; Skins, Split), como la típica animadora guapa; Beth, la friki; siempre va de negro y maquilladísima; Amir (C.J. Wallace); Kym (Keke Palmer; Scream Queens) una chica muy cañera y Jamai (Tyga; rapero y marido de Kylie Jenner) como «hermano» de Deion. Ghostface hace su aparición y mata a diestro y siniestro; en teoría a los que no dicen la verdad y esconden secretos; pero persigue a Deion especialmente, que en los distintos episodios va a descubrir cómo murió realmente su hermano. Pero es solo en el último episodio donde Scream vuelve de una forma más pura. Todos sospechamos que tiene que haber dos asesinos, porque son las reglas de Craven y también sabemos que habrá varios giros de guion que harán nuestras delicias (y las hacen, creedme). Es en ese final donde Craven estaría más contento y más orgulloso, porque los cinco episodios anteriores son un mejunje que no se traga nadie. Pero soy, es verdad, lo que dicen por ahí, benévola; entiendo que no es fácil hacer slashers interesantes y buenos, no es lo peor que he visto. Cambiaría a algunos protagonistas (a Keke no, me encanta), y a Giorgia tampoco,de hecho el último episodio es todo para ella, el resto me han resultado aburridos, sin carisma y sin química. Falta chicha, y si hay otra temporada espero que lo tengan en cuenta para el casting. La banda sonora está bastante bien, muy cañera (es de esperar viendo a algunos de sus protas) y los escenarios no están mal, muy básicos y haciendo multitud de guiños a películas slasher como Halloween, Viernes 13, Leyenda Urbana, la propia Scream, incluso a algún clásico ochentero como el Club de los Cinco (primer episodio, famoso castigo y en el que se retrata a cada uno de sus personajes). Las muertes son muy gores, haciendo homenaje a algunas cintas icónicas del director. Gracias Craven por tantas cosas buenas que nos dejaste.

PD: una de las partes «divertidas» es cuando uno de los protagonistas negros se queda a oscuras y tira lo único que le podría servir de arma, quedando totalmente expuesto al asesino, justo como haría el típico blanco en una peli de terror. Un puntazo.