Madame Claude

Es París, y son los años sesenta en su parte final. Madame Claude dirige un floreciente emergente negocio, con más de 300 mujeres de alto standing dedicado a la prostitución, y que le acerca mucho a los poderes fácticos del gobierno francés `pero también la solapan a los criminales más peligrosos de la República. Sobre su época más dorada y su decadencia, cuando la gente más poderosa la va arrinconando, es de los que nos habla esta histórica película.

No es la primera vez que el cine francés se inmiscuye en la figura de esta poderosa dama, ya en el 77 tuve ocasión de ver otra película, aunque mis vagos recuerdos me dicen que estaba más enfocada a la vida y las aventuras de las chicas con sus clientes, muchos de ellos afamados. En esta oportunidad tenemos ocasión de ver como el machismo es poderosamente dominante en aquel París, con un ejército de hombres alrededor de esta dama, de recio carácter y buena mano para generar y hacer floreciente semejante negocio, repleto de francos por todos los rincones. Karole Rocher interpreta muy convincentemente su papel, en donde va claramente de menos a más, con esa personalidad poderosa, con un poder de persuasión fascinante ante sus chicas. También con ese temple del que hace gala cuando todo a su alrededor se desmorona, fruto del cambio de gobierno, tras la muerte de Pompidou.

Su figura crece, además, a la par de una de sus nuevas chicas, a la que ya la elige con reticencias porque le adivina demasiadas condiciones para la seducción, pero también para poder le hacer sombra. Lo que rodea a esta mujer, interpretada por la bella, Garance Marillier, su entorno, será definitivo para el desarrollo de la trama. El resultado es una película profesional, correcta en todos sus aspectos, algo insípida, incolora e inodora en algunos momentos, pero seria y bastante interesante en su resultado final.

Carece algo de un ritmo constante, va demasiado lenta en su parte inicial y acelera demasiado al final. Bastante bien ambientado en la época y en aquel París, y un excelente vestuario. Típica película de Netflix. Un 6.

Sumario

Interesante y por momentos controvertido biopic de la madama más influyente de Francia. También un film sobre las múltiples facetas y a veces sorprendentes pero inevitables derivaciones del proxenetismo de alta gama.

Al lado de las toscas series españolas que abordan el tema, un verdadero lujo.

Reseña

Madame Claude se ocupa sobre todo del apogeo de quien fuera la madama más encumbrada y célebre de Francia durante las presidencias de de Gaulle y Pompidou, de cómo regenteaba su “casa” y su “mansión” y de su relación con los círculos del poder.

Esta biopic parcial de Silvie Verhayde sobre Fernande Grudet, alias Madame Claude, se centra en tres aspectos. Por un lado, fue la proxeneta de la más exclusiva red de prostitución femenina durante más de una década, lo que la llevó a vincularse con círculos del poder, del crimen organizado y otros que el espectador descubrirá, haciendo un peligroso equilibrio entre ellos. Sumado a su ambientación sixties, este aspecto a veces sorprendente pero inevitable del proxenetismo de alta gama tiñe a la película, por momentos, de un fascinante y sofisticado clima de película de espionaje. No le reclamen a este film un desarrollo amplio de estas subtramas como si se tratara de un documental o una miniserie; nos ubican simplemente en aquello con lo que negociaba, traficaba y lidiaba la protagonista.

Los otros dos aspectos, muy relacionados entre sí, tienen que ver con su vida privada y el modo en que gestionaba su red, concentrada en burdeles de alta gama (casas y luego mansiones), describiendo cómo se relacionaba con “sus” prostitutas y la “comunidad” o “familia” que conformaban, que la película describe de una manera desprejuiciada, pero sin ahorrar ninguna de sus facetas. Esta descripción del ámbito íntimo de la prostitución VIP (y por extensión de la prostitución en general) para algunos resultará controvertida. En particular, se desarrolla el vínculo de Madame Claude con quien fuera su mano derecha, la enigmática Sidonie (en una muy buena actuación de Garance Mallinier, protagonista de la notable Voraz). Aparece también al directora y actriz Hafzsia Herzi en el rol de otra call girl.

Karole Roche lleva adelante una muy buena interpretación de su difícil y complejo personaje, combinando dureza, sequedad y pasión y mostrando una Madame Claude decidida a hacerse un lugar en la trama masculina del poder, ejerciendo el férreo control de su red de prostitución con una impronta que iba de lo maternal a lo despótico y despiadado y transitando la difícil relación con su familia.
La recreación de época está muy lograda, con una banda sonora con temas franceses d la época muy oportunamente ubicados.

De las peores películas que he visto. Inconexa, aburrida, mal montada, con personajes fugaces, historias cortadas, pésimo ritmo... Es una trama descabezada con una historia mal contada que no llega a sensibilizar a nadie ni a transmitir el verdadero trasfondo de un asunto tan sórdido como la prostitución de lujo, tan sólo centrándose (por no decir, descentrándose) en la vida de la Madame de turno.
En serio, muchas veces nos quejamos de que el cine español es chabacano y no vale nada y que el francés es erudito y vanguardista... Viendo esta bazofia, permítenme que lo dude.

Veo necesaria una 2ª Parte, no para continuar la historia, sino para explicar todo lo que falta en ella. Toda esa trama de políticos, diplomáticos, industriales y altos cargos policiales, que apenas podemos adivinar en la trama, pero que sin duda son indispensables para poder explicarla mejor. Tal vez nos haríamos una idea de por qué todos ellos parecen odiar y perseguir a esta encantadora Madame y a sus deliciosa chicas, en vez de ayudarles a montar una cadena de sucursales por toda Francia...