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Snowy Road

Drama En 1944, en el final de la era colonial japonesa, el nivel de opresión está en su punto más alto. Jong-bun, enferma y cansada de la miseria, y Youn-gae, guapa y estudiante modélica, se hacen amigas, y viven su amistad durante los días más difíciles, en los que tratan de animarse mutuamente. Sin embargo, debido a la selección llevada a cabo por el ejército japonés para satisfacer su plan de esclavitud sexual, las dos amigas son ... [+]
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
25 de marzo de 2017
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Nadie conoce realmente la dureza de una guerra hasta que se ve envuelto en su maraña, como un mero instrumento desprovisto de su condición humana. Así, el imperio del sol, para que la moral de la tropa no decayera, secuestraba jóvenes coreanas cual ganado para que sirvieran de carne fresca. No importaba que las jóvenes en cuestión secundaran el ideario nipón sobre el que habían sido adoctrinadas, en el fondo eran meras parias, eran menos que nada, eran coreanas. Esta película sirve para reivindicar la memoria de aquellas chicas que fueron tan vilmente explotadas y que a los ojos del mundo pasaron como voluntarias enfermeras que socorrían a los heridos en el campo de batalla. Sí, también Japón tuvo su lado oscuro.
Estamos pues ante una película realmente admirable, no ya sólo en su propósito, sino también en su forma y representación, dotada de una dirección artística deslumbrante, pictórica incluso, y una narrativa que hilvana presenta y pasado como una poesía, el recorrer un camino que acaba volviendo al punto de partida. Y siendo el argumento tan duro, la película sabe eludir hábilmente la parte más escabrosa a través elipsis necesarias, y que sin embargo el espectador sabe que están ahí, porque puede asistir con dolor al sufrimiento que las vislumbra, un sufrimiento que es llevado como una cruz camino del calvario por el personaje interpretado por Kim Sae-Ron (actriz mayestática donde las haya), porque no había otra capaz de llevar ese peso en el alma (yo a los 20 minutos ya estaba llorando). No me olvidaré de Kim Hyang-Gi, que aquí pone la sonrisa como alimento del espíritu, el apoyo que todos necesitamos para seguir adelante, la amistad incondicional, que te salva la vida. Ni de Kim Young-Ok, extraordinaria como anciana luchadora de ideales esenciales, salvar a la juventud perdida para poder salvarnos a nosotros mismos.
En definitiva, una gran obra merecedora del mayor de los premios: ser recordada. Colosal Kim Sae-Ron, en su mejor papel hasta la fecha. Sé que algún día esta actriz será considerada como una de las más grandes de todos los tiempos, no tengo ninguna duda.
Chon
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