Pícaro: El pequeño Nicolás (Miniserie de TV)

Personaje narcisista de la fauna española que no necesita presentación alguna. En 2014, Francisco Nicolás Gomez Iglesias aka "el pequeño Nicolas" fue trending topic mundial y dado a conocer por colarse en la coronación del rey (entre otra infinidad de cosas) y sus relaciones con todo tipo de políticos nacionales. Miniserie de 3 capítulos que recoge sus andaduras y presuntas estafas y delitos por los cuales se le pide 12 años y 5 meses de prisión. Entrevistas diversas entre las que se destaca el extravagante y siniestro "Comisario Villarejo".

En algún punto llega a entretener y sorprende la capacidad de convocatoria de este sinvergüenza (o persona sin vergüenza, separado, para no entrar en adjetivo calificativo) desde sus inicios, pero la verdad que el "documental" se hace muy cuesta arriba, sobretodo en su episodio final. Uno espera encontrarse con algo entretenido pero siente que ha vivido un programa de marujeo durante sus 3 episodios. Información a medias y uno se queda como al inicio.

Hay personas de las que es mejor no darles más publicidad, y ésta es una de ellas. El CNI tampoco sale muy bien parado.

Interesante porque desvela nuevos datos y explica la verdad documentada y demostrable a día de hoy, que involucra a las instituciones del estado y permite ver como funcionan los entramados de la jerarquía española. Todo lo demás siguen pudiendo ser imaginaciones de este señor (o no), quizás nunca lo sabremos. Probablemente se podría haber resumido en un solo capítulo, sin dar tantas vueltas y sin enredar la historia tanto.

Gastarse dinero en contar la historia de un parvo descarado y absurdo es la culminación de una absurda carrera dedicada al engaño masivo… no hablo del pequeño Nicolás… hablo de Netflix que cree que estrenar todos los días le dota de un gran catálogo y lo único que consigue es acrecentar el horror audiovisual que venimos padeciendo desde que aparecieron estas plataformas ávidas de material aunque sea tan hediondo e infecto cómo éste.
La historia del sujeto pasivo Francisco Nicolás carece del más mínimo interés cinematográfico. Escucharle a él y al delincuente Villarejo explicar sus andanzas causa mucho sonrojo. Los secundarios de la tinta trama real son tan patéticos y absurdos como el y darles altavoz es hacer un flaco favor a los ciudadanos en fase de formación que pueden coger ideas para triunfar pensando que nace un tonto cada minuto.
Entre películas coreanas de gente cabreada o aburrida, adaptaciones literarias de novelas mala, películas españolas que generan hastío y series muy malas…. Netflix triunfa.

Aunque algo enrevesada y un poco cargante a veces, esta mini serie sobre el Pequeño Nicolás al menos te da bastante de lo que esperas. Rememoras muchos momentos iconicos y otros que ni te acordabas de las andanzas de este chaval entre el CNI, Gobierno y Monarquía Española.
El tema es que te deja más preguntas después de su visionado que antes.

Yo lo veo como otro viaje a las cloacas de este estado podrido en el que sólo merece la pena su gente trabajadora, es impresionante lo corrupto que está todo, un porcentaje muy alto de los que vemos en TV han estado involucrados en alguna trama o les ha salpicado algo, y otros que tendrían que estar en la cárcel más merecido que Francisco Nicolás y siguen por ahí como si nada.
Jueces comprados e intereses por todos lados nos hacen vivir en una Dictadura vestida de Democracia, todo este cóctel de sinvergüenzas campan a sus anchas mientras al trabajador de a pie le cuesta cada vez más y más.

En fín, como digo, te da lo que puedes buscar pero sin mucho alarde y con demasiados datos por ahí cruzados, lo que es insoportable son las presentaciones de todos los que salen con un volumen a tope, y ese maldito tablero a mi juicio evitable también.