El último hombre... vivo

Un clásico. Es la típica película que demuestra el evidente miedo que los gringos le tenían a la guerra atómica durante la denominada guerra fría. El comienzo es de antología: Charlton Heston desplazándose a toda velocidad por calles solitarias en un descapotable rojo. Heston es el último hombre vivo y puede cambiar de automóvil cuando lo desee, escoger la mejor ropa o disponer de un cine a sus anchas. Eso hasta que llega la noche y surgen los mutantes. Lo mejor de todo es que los causantes de la catástrofe atómica fueron los rusos y los chinos. Ojo: ver atentamente la escena en que Heston maneja una moto (!ni siquiera disimularon al doble!) ¿Qué mejores chistes?
Síntesis: película entretenida, recomendable para aquellos que disfruten de los zombis o mutantes, que aquí usan peluca blanca, y que no cuestionan las explicaciones científicas o históricas del argumento.

Cojan ustedes una coctelera. Viertan una base de denuncia militarista, unos gramos de LSD, un chorrito de hippismo trasnochado, una avance de rabiosa blaxpoitation, sumen zombis albinos que parecen miembros de la santa inquisición española, un gurú sectario y una dosis de Charlton Heston en plan rojeras. A continuación agítenlo todo y el resultado es esta delirante película.

Cuesta decir si estamos ante una obra maestra o una tomadura de pelo absoluta. En realidad la película se inscribe dentro del subgénero "mundos apocalípticos futuros" tan de moda en la época (El planeta de los Simios y secuelas, Soylent Green) y aunque no es la mejor de éllas si constituye un grato divertimento.

Para acabar dos apuntes:

1- No perderse el capítulo de los Simpsons, inscrito en uno de los especiales de Halloween, llamado El último Homer Vivo. Un homenaje divertido a la película.

2- En Hollywood están en fase de pre-producción del remake de la película, parece ser que la protagonizará Will Smith. Que Diós nos coja confesados!!!

Pues tenía yo ganas de ver la segunda versión realizada del libro SOY LEYENDA y después de ver en el cine la protagonizada por Will Smith y leerme el libro pensé, seguro que esta versión será más fiel al libro de Matheson, jooooolines por no decir cosas censurables, lo único fiel al libro es el nombre del prota Neville, ya sé que es un film de 1971 y que es normal verlo con otros ojos en la actualidad, pero este sinceramente ha envejecido muy mal, los vampiros aquí parecen una banda callejera salida del film The Warriors de la misma época, son albinos con lentillas gafas de sol, hablan y son pacifistas, vamos que están en contra de las armas, su única obsesión es eliminar a Neville y la de Neville eliminarlos a ellos, de mientras juega a ajedrez con un maniqui, hasta que sale uno de los Jackson Five y se hacen amigos, que no es una broma es el argumento de The Omega Man título original.
Vamos resumiendo que para verla como una curiosidad podría servir, pero si el libro te ha gustado y el remake actual también te puedes ahorrar un par de horas de tu vida y si no eres muy cinéfilo ver una de Bigas Luna y poder descargar tu ira sobre un director que esté vivo.
**Como curiosidad, en el libro Neville es trabajador de una fábrica, no sabe nada de medicina, el virus es provocado por una bacteria, Neville se pasa la mitad de sus noches dándole al whisky y escuchando como las vampiras lo incitan a salir ya que el tipo va algo cachondo, el perro aparece un día de repente medio enfermo y solo dura un capítulo, vamos igualito que en las dos películas.

Típica película cuya estética delata un mal envejecimiento que normalmente los nostálgicos únicamente perdonan. Con una fenomenal idea que se ha utilizado de manera continua en estos días (“28 días despues”) el film dirigido por Boris Sagal es un curioso producto de Serie B con graves carencias bien disimuladas por lo entretenido de su argumento y sobretodo por la idea de encontrarse sólo (aunque sea del todo cierto) dentro de un mundo caótico en que el un puñado de mutantes sectarios pretenden gobernar una sociedad regida por el mal causado por el propio hombre. Un film de culto para adeptos al mundo de la Serie B, simpática y vista hoy en día sumamente graciosa.

Una de las novelas capitales de la ciencia-ficción moderna, I AM LEGEND, de Richard Matheson, fue llevada a la pantalla por vez primera en 1964 en una coproducción italo-estadounidense protagonizada por Vincent Price y titulada L’ULTIMO UOMO DELLA TERRA / THE LAST MAN ON EARTH. Siete años más tarde la Warner Bros. produjo esta nueva versión con Charlton Heston en el papel principal. Cuando a finales de los 60 el peplum y el cine histórico ya habían pasado de moda, Heston (que fue Moisés, Ben-Hur, Miguel Ángel o El Cid entre otros muchos papeles de este género) se apuntó a la ciencia-ficción (PLANET OF THE APES, SOYLENT GREEN) antes de ser un rostro habitual en el género más popular de los 70: el cine de catástrofes (AEROPUERTO 1975, TERREMOTO).
Un aspecto que hemos de destacar en esta cinta es que aquí, a diferencia de la novela y de su primera versión cinematográfica, los enemigos del protagonista no son vampiros (a pesar de compartir con éstos algunas características: la palidez, la fotobia, el salir sólo de noche), sino más bien una especie de secta fanática y destructiva que nos remite iconográficamente a la Inquisición medieval (sus ropajes de monjes, su idea del fuego como elemento purificador e incluso algunas prácticas: por ejemplo, en una escena en que pretenden quemar a Heston en la pira, le ponen un capirote en la cabeza, algo que, como es sabido, solían hacer los inquisidores).