Drôle de Félix

Pese a que Felix acaba de ser despedido del trabajo y estar en tratamiento por ser portador del virus VHI, los directores de esta comedia han enfocado el viaje del protagonista para encontrarse con su padre de forma optimista. Ya es raro que las películas de temática gay saquen las cámaras a los paisajes abiertos y sin embargo es lo que aquí ocurre, acompañando siempre a Felix de paisajes llenos de luz y color. Con ser una road movie la película no acaba de tener una unidad y cada una de las etapas del viaje parecen tener una independencia hasta de realización, lo cual no es de extrañar viendo que hay dos directores. Quizás el capítulo titulado “Mi abuela” sea en todo el mejor, por su interpretación y por ser el que más llega a la intimidad del protagonista. Lógicamente también existe un capítulo erótico y posiblemente sea el más débil porque además no le hace un favor a esa presunta inocencia del protagonista. Hay una historia de una pelea con la intervención del protagonista que intenta ser el nexo de los distintos capítulos y lo consigue, y hasta tiene su resolución, pero no consigue atrapar mi interés. También suena una cancioncilla pegadiza y una cometa con los colores del arco iris que dan continuidad al viaje, aparte del objetivo, ver a su padre. Se ve bien pero llega un momento que notas falta de solidez en el guión. También es cierto que para entonces ya te ha atrapado el encanto del protagonista.