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Corazones solitarios

Drama Adam White (Montgomery Clift), que quiere conseguir el éxito periodístico a toda costa, se verá obligado a soportar a un cínico editor. Por otra parte, tendrá que superar sus problemas con las mujeres.
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
24 de julio de 2010
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eloy se vino arriba con esta película hace poco y yo esperaba hacer lo propio esta tarde pero no, no pude arrancarla, Eloy, maldito borracho. Y es una pena, por que la película tiene algo, no hay duda, empezando por un guión basado en una obra de Nathaniel West, el tipo que inspiró también Como Plaga De Langosta, película capital del subgénero "fallidas con finales memorables". Lonelyhearts pasa por ser su obra maestra pero dudo que esta película ejerza una buena defensa. Hay una trama original, sí, buenos díálogos y buenos personajes, sí, sí, pero no. Y el máximo imputado aquí es el tal Vincent J. Donehue, el tipo que la dirige como quien filma el spot de una aspiradora. Hacía tiempo que no veía una buena trama y unos actores notables aplastados de esta manera bajo una mirada tan aséptica y tan terriblemente funcional. Incluso dentro de lo funcional hablamos de una mirada ausente, inoperante, aniquiladora. El tal Vicente podría haber optado a protagonizar El Hombre Que Nunca Estuvo Allí pero seguramente el papel le hubiera venido grande. Ni el guión ni los esfuerzos de Clift y Ryan pueden hacer nada ante la mirada perdida de Vicente. Esta fue la primera película que Clift rodó tras el desgraciado accidente que acabaría por llevarle lentamente a la tumba y, curiosamente, aquí realizó, a su juicio, una de sus mejores interpretaciones. No hay que subestimar la mirada mortuoria del tal Vicente y los daños causados a este proyecto, pero es evidente que el trabajo de Clift dista de la calidad de sus papeles más memorables y que Clift espetó esas palabras con un corazón desangrado en la mano, esta experiencia debió ser todo un Everest para él, dadas las circunstancias. Pobre Clift. Uno contempla la nómina de directores con los que había trabajado hasta ese momento y se pregunta si realmente verse obligado a despegar de nuevo en el debut del temible Vicente, un don nadie que llevaba una década fogueándose en la televisión, fue una prueba de fuego demasiado dura, incluso para Jolibud, incluso para el bulevar de los sueños rotos. Pero Clift la superó, y aún tuvo tiempo de regalarnos varios papeles memorables, como el alma torturada de El Baile De Los Malditos, su papel favorito, y, especialmente, el vaquero de Vidas Rebeldes y su impactante irrupción en Vencedores O Vencidos. Por su parte, Ryan está perfecto en su papel de cabrón borracho de cinismo pero también con él Vicente impuso su ley, al igual que con el resto de secundarios. Todos sucumben. Jamás conoció la piedad, Vicente.
Peter Gabriel 77
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28 de diciembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Lonelyhearts” (1958) de Vincent J. Donehue con Montgomery Clift, Robert Ryan, Myrna Loy, Dolores Hart, Maureen Stapleton, Jackie Coogan, entre otros. Drama nominado al OSCAR para mejor actriz de reparto (Maureen Stapleton), basado en la obra de teatro de 1957 de Howard Teichmann, que a su vez se basa en la novela “Miss Lonelyhearts” (1933) de Nathanael West, muy recordado por sus novelas satíricamente oscuras. Aquí, un reportero ambicioso es obligado a trabajar en la columna sentimental llamada “Corazones Solitarios” del título del filme, donde las cartas, los problemas y las situaciones de los lectores que buscan su ayuda, le afectaran su vida personal y profesional. No obstante, la película suaviza en gran medida el borde cínico del libro original, y la historia tiene un final feliz… Se puede acusar que el filme tiene un formato muy teatral, y está rodado casi de manera televisiva, donde la acción se mueve muy lentamente, llegando a ser algo melodramática que llama al sueño… pero es particularmente importante debido a su temática existencial, donde los personajes parecen estar viviendo en un mundo amoral, donde recurren al consumo excesivo de alcohol, al sexo y las fiestas; mientras el personaje principal tiene un “Complejo de Cristo”, que se presenta como una solución para un mundo sin valores. El tono general es uno de desilusión extrema con la sociedad de La Era de La Depresión, pero también contiene elementos de cine negro. Pero el fondo de la novela, que es lo más importante, no es explorado satisfactoriamente, como puede leerse a través de una perspectiva marxista como una condena a la alienación y la colonización de la vida social mediante “la mercantilización de los sentimientos” algo muy actual en La Era de Las Redes Sociales; por lo que “Miss Lonelyhearts” es incapaz de cumplir su función como asesor en un mundo en el que tanto las personas como los consejos, en forma de anuncios de periódicos, son producidos en masa, sin ningún tipo de condescendencia; así la crítica periodística al final es tratada de manera muy decente, sin juicios ni condenas. Del reparto, Montgomery Clift, recién salido del accidente que casi acabó con su vida, es pasivo y vacilante, a veces difícil de entender, que no está claro si se trata de un método de actuación o fueron las consecuencias del accidente. De hecho, esta fue su primera película tras el evento que casi lo mata, que lo volvió dependiente de drogas y alcohol; irónicamente, una de sus primeras líneas en la película fue decir que “era alérgico al alcohol”, la realidad era exactamente lo contrario. Por otra parte, Robert Ryan se presenta como el editor cínico, con nada de corazón; Myrna Loy como su esposa, víctima del abuso emocional, poco explorada, y se puede decir que está desaprovechada, porque todo el drama se concentra tras la aparición de Maureen Stapleton, en su debut como una esposa sexualmente frustrada, con un registro tan amplio que su nominación está bien justificada, porque ella está simpática y repulsiva, vengativa pero confundida, víctima y vengadora… que ruega por un “dime algo agradable”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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28 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela homónima de Nathaniel West, "Corazones solitarios" supuso la primera película de Montgomery Clift, después del accidente en el que tuvieron que reconstruirle el rostro. El hecho, y su adicción a los calmantes y al alcohol, hicieron el aspecto de su personaje aún más frágil.

Le acompañan en este drama Myrna Loy, Robert Ryan, Dolores Hart y una debutante Maureen Stapleton , que recibió una nominación a los Oscars como mejor actriz de reparto por su papel de Fay, una mujer angustiada que envía una carta a Miss Lonelyheart. La historia me recuerda mucho, siendo un niño, a la de la Sra. Francis. Aquí el protagonista debe hacer frente a una sección nueva en el periódico que consiste en contestar a lectores que envían cartas con sus problemas personales. El programa de la Sra. Francis era radiofónico, y este es periodístico, por lo demás es lo mismo, incluso los dos que hacen frente a esas cartas son hombres bajo seudónimo de mujer. Y yo entonces me preguntaba, insisto, siendo un niño, ¿por qué la gente cuenta sus problemas para que se enteren todos y no los cuentan a su vecinos, familiares o amigos?
Nunca lo entendí, mi madre me decía, “calla y déjame oír el programa” y yo solo tenía ganas de que acabara para que empezara la transmisión de los finales de etapa del Tour de Francia.

Clift hace una buena interpretación, la de un hombre necesitado de trabajo, que se ve obligado a realizar éste por la petición expresa de la esposa del director, un director sarcástico y puñetero, que todo el trabajo de aquel lo cuestiona., incluso sus propios compañeros se mofan de tan engorrosa faena.
Pero el necesita trabajar para casarse con su novia y aguanta lo indecible, y es más, se mete tanto en el personaje que incluso se ve obligado a ver a una de sus “clientes”, una mujer despechada que casi le busca la ruina en su vida amorosa. En fin, una peli que se puede ver bien, que el argumento te va llevando en volandas hasta acabar pensando que está ante una película muy digna. Un 7
Mag61
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25 de marzo de 2023
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Gran película, de un para mi desconocido director. Una trama my lograda, con unos diálogos muy bien cuidados, y una interpretación Montgomery Clif realmente bonita, notable, llena de sensibilidad.
Interpreta a un hombre especialmente sensible, detallista y preocupado por sus relaciones humanas y el papel que él juega en ellas, poco dado a la vida mundana y con pretensiones literarias. Quiere trabajar en un periódico, pero el director, Robert Ryan (enorme, obviamente, quizá no hay ni que decirlo) es un cínico amargado que sufre interiormente de forma atroz por la infidelidad de su mujer diez años atrás.
Clif, por su parte, es el hijo del asesino de su madre y amante. Y entra a trabajar en el periódico encargándose de una columna diaria de autoayuda de los lectores, llamada "corazones solitarios".
Los problemas a los que se enfrenta le superan y no es capaz de poner orden en su trabajo, difuminándose la línea que separa la sensibilidad propia y personal de la profesional. Agotado se enfrenta varias veces con el director del periódico para que le cambie de sección, cosa que no ocurre, dado el sadismo que experimenta éste con la situación emocional que se vive.
Bonita, muy bonita, con una muy buen interpretación Clif.
ÁAD
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