Haz click aquí para copiar la URL

Sueño de amor eterno

Drama. Romance Peter Ibbetson y Mary Mimsey, enamorados desde que eran niños, se vieron separados por las circunstancias de la vida, pero con el tiempo volverán a encontrarse: él convertido en un famoso arquitecto y ella casada con el duque de Towers. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
17 de septiembre de 2010
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
De las dos partes bien diferenciadas en esta película, tengo que reconocer que la parte que en un principio es más atrayente y valiente (la onírica) es dónde más observo el paso del tiempo, y por tanto, mal que me pese, donde encuentro los mayores problemas. Elogiar el pulso narrativo de Hathaway, es a estas alturas, creo que innecesario. Sólo hay que visionar la primera parte de “Peter Ibbetson” para corroborarlo. Pero si bien pudiera ser que los errores de su segunda parte quedaran escondidos bajo la pátina de pintura (música, excelente fotografía o efectos especiales), la reiteración, de la que se hace gala en esta parte soñadora, acaba por quitar fuelle a tan estupendo ejercicio.

Antes de ello, y después de un prólogo quizá algo extenso de los niños, somos partícipes de un par de escenas de gran intensidad y enorme calidad. Me refiero a la escena dónde ambos enamorados se reconocen durante una cena donde el duque (John Halliday) los confronta y aparece un diálogo maravilloso:
-¿Nos hemos rozado las manos alguna vez?
- No
- ¿Hemos pensado siquiera semejante cosa?
- Yo no he pensado en ninguna otra cosa. ¿Y tú?
(…)
-Crick.
-Crack.

Y la escena que dará por finalizado esta primera parte: el pistoletazo de llegada (más que salida) donde el duque acaba saliendo de escena con una elegancia perdida ya en pantalla por directores venideros. Ambas escenas son también un ejemplo de una dirección de actores envidiable por parte de Hathaway.

Y las rejas…

Hathaway nos cuenta que no existen barreras que puedan separar cierto amor. Ya en su prólogo, los niños atraviesan con sus exiguos cuerpos las verjas que separan ambas casas, y de adultos, las rejas de las prisiones serán superadas con el propio poder que da el amor.

Porque todo tiene un inicio. Porque sencillamente hubo un momento en que hiciste...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chagolate con churros
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de febrero de 2010
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tu vida va transcurriendo de batalla en batalla. Algunas las ganas, la mayoría las pierdes. Pero carece de importancia.

Lo que sí que importa es cuando ya no puedes ni batallar. Las heridas sangran demasiado, e insensibilizas el dolor con una coraza que protege el corazón. Tal vez te vuelvas más agrio, tal vez creas que estás más insensible. Pero te parece bien, es una buena defensa. Pero sencillamente es mentira,

No soportas el azúcar. Ya has tenido alguna indigestión, y sólo su vista te provoca cierta repulsión. Pero alguien te recomienda un pastel. Lo miras con cierta reticencia, pero también con curiosidad.

Cuando empiezas a testarlo algo piensas: oh no, un folletín decimonónico. Pero se te va haciendo digerible. Es más, te crea una extraña adicción y aunque sigues mirándolo con desconfianza tu paladar contradice tu vista.

Hasta que estás sentando en la mesa con tres comensales, y de repente hay algo que te entrega completamente. Te has rendido. Tu gusto ya no está solo. Todo tu cuerpo es transportado en un viaje onírico, en el que la realidad es un sueño, y el sueño es realidad. Porque se ha hecho realidad la profecía:
"Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne." (Ezequiel; 36, 26)

Así hasta el final del viaje, y más allá del final. Porque sencillamente hubo un momento en que hiciste...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gilbert
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de febrero de 2010
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué gran director fue Hathaway. Es una verdadera pena que un cineasta tan versátil en lo positivo esté prácticamente olvidado o por lo menos no situado donde merece. Una parte de culpa la tiene, como siempre, la Academia que no se dignó en más de cincuenta años de carrera a darle ningún premio. Es verdad que no tiene en su haber ninguna obra maestra pero su recorrido por la gran pantalla cuenta con innumerables elementos a reivindicar. Su calidad como narrador está fuera de toda duda y su manejo de los exteriores siempre le situó a la altura de los grandes; sus westerns están ahí para demostrarlo. Pero si en algo me sigue impresionando Hathaway es en su capacidad de adaptación a cualquier terreno. Que después de haber visto una decena de sus películas me haya sorprendido con esta “Peter Ibbetson” es una muestra clara de a lo que me refiero.

Con dos partes muy bien diferenciadas, el film se convierte en un paseo entre realidad y ficción. La realidad tiene que ver con un comienzo y un desarrollo narrativo del mismo ejemplar donde Hathaway se sirve muy bien de la genial fotografía de Lang para dar luz a la profunda conexión que existe entre esos dos niños, Pete y Mary, y que evidenciará una relación que va más allá de lo humanamente comprensible. Esta primera parte, la presentación, la traumática separación y el desarrollo del personaje ya adulto de Pete (Gary Cooper), muestra a un hombre que siempre estará enamorado de Mary (Ann Harding) a la que recuerda constantemente y a la que no puede olvidar de ningún modo. Tras producirse el anhelado reencuentro (en una secuencia ejemplar) ambos rememorarán ese amor eterno aunque con terribles consecuencias. Y es aquí donde el film entra en lo fantástico, en lo surrealista.

Y a uno, que siempre es escéptico ante lo ficticio e irreal, cuando se le presenta este tipo de registro le es difícil ubicarse a no ser que el director crezca y deje que todo su talento con la cámara salga a la palestra. Pues así ocurre. Con una utilización de la luz genial y unos encuadres magníficos Hathaway logra filmar ese contacto supra terrenal que se produce entre Pete y Mary haciéndolo además de una manera admirable y artística a más no poder. Tanto como para gustar a una de las referencias de surrealismo francés, André Breton, y al que escribe que suele ver este estilo algo confuso y bastante ambiguo.

Conocido al Hathaway negro, al dramático, al aventurero, al bélico, sobre todo al “vaquero” y ahora al surrealista queda preguntarme qué cara mostrará en la siguiente. Lo que es prácticamente seguro es que me gustará. Por eso ya espero el momento para mi próxima cita con él. Habrá noticias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de febrero de 2010
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay lugar en el mundo donde podamos volver a encontrarnos, Mary.

Entonces, hay que buscar un lugar para encontrarnos que no esté en el mundo.

Quizás los sueños no sean sólo sueños sino que existan para mostrarme algo que de otro modo mis ojos no podrían ver.

No deberíamos haber crecido nunca, Mary. Ahora es demasiado tarde. ¿Hueles la tormenta en la lontananza?

La soñé contigo ¿recuerdas?

¡Te olvidaste los guantes, Mary!

Los sueños existen para mostrarme algo que de otro modo mis ojos no podrían ver.

Niego la ceguera. Niego lo que ven mis ojos.

Estoy esperándote, Peter.

Entonces, rechazo al mundo y elijo el jardín. Allí, preservado de la vejez, de los celos, de las penurias, de la muerte, haremos de nuestro amor un campo de juegos eterno.


("And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.")
Neathara
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de julio de 2007
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad no esperaba encontrarme con un regalo así a estas alturas... sin duda acabo de presenciar una de las cumbres del romanticismo fantástico que junto con Jennie de Dieterle merece ser recordada como una muestra del gusto y buen hacer de la época.
Con un romanticismo expresionista digno del mejor de los cuadros de Caspar David Friederich, Hathaway nos lega una obra con sutilezas y matices más que suficientes para evitar caer en el empalago en que otros filmes de similares características se rebozan (así a bote pronto me viene a la memoria una película llamada "Más allá de los Sueños").
Es indudable que la espléndida fotografía ayuda a componer ese tono místico-onírico de las imágenes pero sobretodo destacaría la sobriedad de detalles del guión (sirva como ejemplo la secuencia de la cena entre los tres... increíble)
Sin duda una obra a revisar para todos los aficionados a la fantasía y al romance más allá de todas las fronteras, terrenales o no.
lovekraft
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow