El tímido

Una comedia que quizá resulta demasiado teatral en muchos momentos y que no consigue del todo mantener su interés de manera uniforme a lo largo del metraje. Sin embargo parte de una buena base como es contar con un atractivo equipo artístico que junto a la estilizada dirección de Lazaga suponen sus mayores alicientes. El ilustre Adolfo Marsillach consigue una convincente creación dentro de su peculiar manera de interpretar y se debatirá entre cinco mujeres, entre ellas las sugestivas Ángela Bravo y Teresa del Río, con la que estuvo casado. La tercera de las chicas de la película es Maruja Bustos, la viuda de Pedro Lazaga al que conoció en el rodaje de "Trío de damas" y que también tenía bastante encanto. También destacan Ana Carvajal y Belinda Corel completando el quinteto. Y hay que mentar además la participación de Mari Carmen Prendes, aquella inolvidable actriz con una gran personalidad. Las raíces de la tímidez no llegan a analizarse en la película a pesar de que en los títulos de crédito parece tener una cierta intención didáctica, diluyéndose todo después en una serie de anécdotas de desigual interés. A pesar de sus defectos es una película interesante por su tono algo peculiar y por algunos aciertos estéticos.

Costumbrismo urbano de los años sesenta, cuando en España se apuntaba hacia la modernidad y cada cual procuraba aportar su grano de arena para contribuir al objetivo.
En esa línea se mueven P. Lazaga y A. Marsillach, a la sazón muy activos en diferentes frentes culturales.

La película resulta sencilla, sin alardes ni sorpresas técnicas pero con un guión a veces ocurrente, otras ameno pero casi siempre comedido, correcto y algo ingenuo.
Comedia con sentido del humor que se mezcla con una pizca de intriga que confiere prestancia al argumento.
Hay que añadir una fotografía muy cuidada, una banda sonora idónea y un sentido del ritmo bien calculado para conseguir un proyecto dinámico y agradable.