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Testigo accidental

Cine negro. Thriller En un momento de gran auge del poder de la mafia, Walter Brown debe acompañar a una mujer para que testifique en un juicio en Los Ángeles. Ella es la viuda de un gángster que ha sido asesinado. La Mafia, sin embargo, está dispuesta a evitar la comparecencia de la mujer al precio que sea... (FILMAFFINITY)
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
20 de septiembre de 2009
34 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los detectives Walter Brown y Forbes (Charles McGraw y Don Beddoe) se dirigen a Chicago para recoger a la viuda de un gánster que va a testificar contra la poderosa organización mafiosa que mato a su marido, al llegar a la dirección indicada se encuentran con una mujer (Marie Windsor) que está custodiada por otro agente, el cual abandona el piso y deja a la mujer a cargo de los 2 detectives.
Al salir del piso, el detective Forbes es asesinado por un matón que se halla escondido entre las sombras de la escalera y consigue huir, por lo que tenemos a Walter apesadumbrado y solo con la mujer decidido a cumplir su misión a toda costa dirigiéndose con la mujer hacia la estación de tren y tomando este con dirección a la corte de Los Ángeles.
A partir de aquí con Walter y la mujer subidos en el tren y la organización mafiosa tratando de encontrar y matar a la viuda del gánster, tenemos un magnifico, trepidante y absorbente thriller ferroviario, en base a que nada es lo que parece y que tan solo vamos sabiendo lo que va conociendo Walter a lo largo del viaje, vamos descubriendo a los integrantes de la organización, sospechamos de los mismos viajeros al mismo tiempo que él y nunca estamos seguros de nadie, ni siquiera de que Walter no acabe aceptando los 30.000 dólares con que ha sido tentado por uno de los mafiosos que se identifica ante él como tal (hay una breve escena de apenas 2 segundos en la oficina de telégrafos que con solo un toque de bolígrafo sobre una nota y una mirada al vacio, es toda una lección de virtuosismo cinematográfico)
Un guion magníficamente estructurado (Martin Goldsmith y Jack Leonard nominados al Oscar en su edición de 1953), soberbia, innovadora (abundantes tomas cámara en mano, recurso prácticamente inédito en la época) y recia dirección por parte del ecléctico y singular maestro Richard Fleischer (rodada en 13 días, sin florituras ni tonterías, al grano y dejando correr la acción), buenos y contundentes diálogos (los de Marie Windsor son para enmarcar) y un trabajo actoral rayano en la perfección, entre los que aparte de a un excelente Charles McGraw, no puedo evitar mencionar a mi admirada y sensual Marie Windsor (la cantante de cabaret de aquella joyita de Edward Dmytryk titulada “The Sniper 1952” y la astronauta de la psicotronica “Las mujeres gato de la luna 1953” entre muchas otras) que cada vez que asoma en pantalla es rodo un deleite para los sentidos (presencia física y líneas de dialogo), nos dan como resultado toda una joyita de serie B que esta muchos peldaños por encima de muchas otra producciones de cine negro mucho más conocidas y con mayor presupuesto.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tiznao
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7 de marzo de 2007
28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Richard Fleischer hizo varias obras menores, de bajo presupuesto como Bodyguard, Asalto al furgón blindado o Acusado a traición. Todas ellas entretenidas e imprescindibles para los amantes del cine negro.
Testigo accidental (The Narrow Margin) es una historia donde en un tren se suceden situaciones, persecuciones, sobornos, sorpresas y se pone a prueba la integridad de un policía, en apenas 70 min una buena historia y un buen guión.
Recomendable
bogart
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3 de septiembre de 2011
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
257/13(11(08/11) Interesante propuesta de thriller de intriga del artesano en la materia Richard Fleischer, producto de serie B rodado en trece días, un punto de partida claustrofóbico al que apenas se le saca jugo, apenas se le roza, es el subgénero de acción en lugares cerrados, bien sea un barco, un avión, un submarino, un edificio precintado o como en este caso un tren. Un agente de policía, Walter Brown (Inane Charles McGraw), debe escoltar a la viuda de un mafioso, Frankie Neal (buena Marie Windsor), en un tren desde Chicago para que esta testifique en un juicio en Los Ángeles, los potenciales perjudicados trataran de impedir que la mujer llegue a su destino. La cinta está desprovista de estrellas de postín, son actores poco conocidos, donde la más reseñable es Marie Windsor que aporta carácter, mala leche, un personaje de profundas aristas con las mejores frases. El metraje es uno de sus aciertos, apenas 70 minutos, lo cual hace que con el buen quehacer de Fleischer nos embarquemos en un relato trepidante, donde el suspense es constante, donde las sorpresas son continuas, y donde el reducido espacio se convierte en un actor más. Su tara es que encuentro el argumento cogido con pinzas, si no piensas en ello te embarcaras en un pasatiempo muy ameno, pero si lo haces te das cuenta de los agujeros. Quiero destacar una frase que un gordo dice mientras se mueve por los estrechos pasillos del tren, <Nadie quiere a los gordos, salvo su tendero y su sastre>, antológica. Es una película a la que el paso del tiempo ha dañado dejándola en viables ideas sin explotar bien, cuando vea la versión que Peter Hyams con Gene Hackman ofreció en 1990 expondré si este la ha mejorado. Recomendable a los degustadores de thrillers interesantes y añejos. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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11 de noviembre de 2015
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Narrow Margin (Testigo Accidental, 1956) es una de aquellas películas prototípicas dentro del cine negro. De aquellas obras que reúnen todas o casi todas las características indispensables para que se las considere dentro de un género. El filme, que lo dirige el camaleónico director Richard Fleischer (quien no ha tenido reparos a lo largo de su carrera en realizar trabajos de toda índole, incluidos filmes de aventura tan míticos como Los Vikingos) estuvo nominado en el 1952 a la gala de los Oscars por la Mejor Historia.

La película tiene dos partes claramente diferenciadas, que además suceden en dos escenarios totalmente distintos. La primera parte de ellas, sin duda alguna la mejor de todas, es una gran introducción llena de fuerza y que nos evoca a la mejor tradición del género negro. Dos policías, interpretados respectivamente por Charles McGraw (el protagonista principal) y Don Beddoe (su inicial acompañante) son los encargados de escoltar una importante testigo, interpretada por una actriz clásica del cine negro, la bellísima y mortal Marie Windsor, hacia un juicio (para inculpar a un importante criminal) donde esta mujer debe testificar. Sin embargo, todo sale mal, pues en un tiroteo muere el personaje que interpreta Don Beddoe y deberá ser nuestro protagonista principal, quien realice por sí mismo la peligrosa misión de acompañamiento. En parte, esta secuencia inicial está perfectamente rodada, primero porque da poquísimas explicaciones de lo que el espectador tiene delante de los ojos, y eso provoca un desconcierto tremendo. En los primeros compases de la película la película nos evoca la mejor tradición del cine negro, aquella que es capaz de poner la intriga con muy pocos recursos sobre la mesa (incluyendo una puesta en escena más bien austera). Una gran presentación, que de paso nos presenta también gran parte de los pilares que formarán el filme: La Femme fatale, interpretada por Marie Windsor, quien nada más empezar la película ya nos seduce tanto a nosotros como espectador como al protagonista principal, con el habitual descaro y mala baba que caracteriza este tipo de arquetipo (pero que sin duda la actriz consigue hacer sobresalir, también por su exótica o singular belleza que es explotada a conciencia por Richard Fleischer, sólo hace falta recordar las escenas del tren) la venganza (el asesinato del compañero del protagonista en los primeros compases, será una de las bases que motivarán al personaje principal) y por supuesto la misión peligrosísima y mortal, presentada prácticamente como un destino mortal.

Incluso la puesta en escena de esta primera parte está mucha más elaborada que las que le preceden. La utilización del claroscuro en la bajada de las escaleras y en la persecución saca a relucir el mejor Richard Fleischer.

Pero después de esta brillante primera parte, el filme entra en una monotonía general. En la segunda parte, el filme transcurre enteramente en un tren, donde se embarcan nuestros dos protagonistas, con la intención de llegar hacia el juicio. En el tren, el filme se dedica a mostrar el mismo esquema narrativo una y otra vez, lo que sin duda acaba cansando al espectador, por más que haya buenas escenas de género, como la misma resolución final. Todas las posibilidades y expectativas que se habían levantado con la primera parte del filme se frustran por la anodina y repetitiva mitad del metraje. El propio filme se contenta con convertirse en una película menor, que simplemente entretenga al espectador y listo. Sale a relucir pues, el calificativo de artesano con que tantas veces se ha designado al director, Richard Fleischer, una palabra utilizada en muchas ocasiones de manera despectiva, pero que en esta ocasión acaba siendo irremediablemente cierta.

Por otra parte, el guión de la película se toma excesivas licencias. Por ejemplo, la relación entre las dos mujeres (el personaje que interpreta Marie Windsor ya lo hemos comentado, mientras que el personaje que interpreta Jacqueline White es un personaje totalmente contrario y opuesto al primero, una mujer dulce, viuda, que cuida a su hijo y que el guión intenta juntar con el personaje principal, a pesar de que la química entre ellos es prácticamente inexistente) y el protagonista principal, a pesar de prometer bastante, acaba derivando en un giro de guión final que no se sostiene por ningún lado. Como tampoco se entiende demasiado como puede ser el hecho de que la mafia tenga un acceso total y prácticamente impune a todos los mismos lugares por donde pase nuestro policía, pero luego los asesinos sean tan recatados a la hora de actuar.

En definitiva, Testigo Accidental es una película que a pesar de no contar con una gran trama ni con unas posibilidades técnicas y presupuestarias demasiado elevadas, consigue atrapar al espectador desde el primer minuto. Sin embargo, esta misma táctica es su condena, pues el filme no intenta ir más allá de esta condición de puro entretenimiento, sin tan siquiera querer traspasar la barrera de los mejores filmes del género. Fleischer se contenta con servir un aperitivo.

https://neokunst.wordpress.com/2015/11/11/testigo-accidental-1952/
Kyrios
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8 de noviembre de 2009
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producción de bajo presupuesto de la RKO (alrededor de 188.000 dólares) que, pese a la limitación de medios, resultó convertirse en un celebrado clásico del cine negro.

El principal culpable de la bondad de este producto lo encontramos en el guión (que por cierto, estuvo nominado al Oscar), obra de Earl Felton, basado a su vez en una historia de Martin Goldsmith y Jack Leonard. Nos encontramos con una historia de lo más sugerente: la viuda de un capo de la mafia que recientemente ha sido asesinado ha de ser escoltada por un par de policías desde Chicago hasta Los Ángeles para ejercer como testigo en un importante juicio para destapar una serie de nombres que han aceptado sobornos de la mafia. Pero el sindicato del crimen no lo va a permitir, y mandará una serie de pistoleros para evitar a toda costa que la viuda llegué con vida al juicio.

Y por si el hecho de contar con una interesante historia no fuera suficiente, el guión del señor Felton también nos maravilla con dos aspectos más. El primero: un ritmo endiablado, de esos que no dejan ni un segundo de tregua para el espectador; y el segundo: unos diálogos que echan auténticas chispas, sobre todo los referidos al sargento Brown y a su protegida, la viuda Frankie Neall.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
seagal4ever
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