Soy un amante de los cómics, pero este no lo había leído. Así que comencé a ver la serie sin saber de que trataba, aparte claro, de que era de Zombis. Tiene un muy buen comienzo. Conocemos al protagonista y se nos muestra un escenario apocalíptico muy logrado. Mención aparte para el final del capitulo uno. Dios mio...Que final!!! Pero algo ocurre después. Pasa a ser algo así como "El amanecer de los muertos", luego a una teleserie venezolana, de ahí pasa a una peli de pandilleros y los zombis o "caminantes" comienzan a perderse...En fin. Decae. Pero continuas viéndola, porque sigue siendo entretenida, porque hay un par de personajes que son atractivos y muy bien interpretados y porque de ves en cuando se dejan caer los caminantes. Ademas de que cada final de capitulo es una fuerte invitación a ver por lo menos el comienzo del capitulo siguiente. Entretenida, si. Pero la verdad no logro explicarme como llego a ser el fenómeno que es hoy en día.

Soy fan de Tarantino, mas que nada por sus dos primeras películas. Y aunque estoy consiente de que es difícil que recupere ese toque mágico que tuvo hace unas dos décadas, se que siempre tiene buenas y novedosas cosas que ofrecer. Y en esta no me defraudo. Nos muestra un western, su western, con sus pros y sus contra.
Consigue, con personajes memorables y atractivos diálogos, meternos en una historia, que por lo menos en 2 tercios de la película, nos atrapa. En el ultimo tercio la verdad es que al señor Quentin algo le pasa. La peli como que se desordena, hay cosas que no encajan y termina desilusionando un poco hacia la parte final, como que nuestro amigo no hubiese podido cerrar de manera cómoda la historia que estaba contando, algo parecido a lo que pasa en "Bastardos sin gloria", eso hace que no sea una película redonda, aunque no deja de ser un gran film.
Las actuaciones están brillantes, sobre todo la de Christoph Waltz, L. Jackson y Leonardo Dicaprio... si, Dicaprio.
El toque Tarantino se deja ver en cada fotograma. Con sus diálogos ácidos, su humor negro (que gran escena la de los inicios del KKK... me moría), su exceso , su musicalizacion y por su puestos, sus baños de liquido rojo.
Divierte, conmueve e impacta a la vez. Tiene esos momentos que te hacen sentir una especie de emoción, algo en el estomago; que te hacen dar gracias de que hayan personas que aun hagan este tipo de cine. Cine de calidad. Muy bien Quentin.

Chuck Nolan, un ejecutivo de Fedex, después de un accidente aéreo termina en una isla del caribe mas solo que leproso con diarrea. Esto claro, podría haber terminado en una peli mas lenta que procesión de cojos, pero se hace muy llevadera gracias a la magistral actuación del siempre correcto Tom Hanks, que llena la pantalla con su genial interpretación de un angustiado hombre en medio de una isla desierta, que debe arreglárselas para sobrevivir mientras mantiene la esperanza de que la ayuda llegue. Pero este hombre no esta tan solo, esta también su fiel amigo Wilson, que habla menos que mudo tímido, pero vamos, que es una pelota. Chuck no aburre a su amigo contándole de sus problemas, dramas y penas, sino que se desahoga hablándole de cosas cotidianas, de lo bien que saben los cangrejos, de sus planes. Bueno, el drama ya es bastante grande para encima aderezarlo con soliloquios melodramáticos, lo que es un acierto y se agradece. Una película esperanzadora, que nos enseña a valorar las pequeñas cosas de la vida y que no deja indiferente a nadie. Merece la pena ser vista.

Durante décadas el publico de cine chileno ha sido bombardeado con historias que muestran lo peor de nuestro pasado y presente, es decir, dictadura y marginalidad. Es por eso que se agradecen, de vez en cuando, filmes del corte de Promedio Rojo. Una comedia adolescente (con actores no tan adolescentes) con un humor ácido, personajes freaks y situaciones bizarras, que en ocasiones sacan carcajadas y en otras te hacen mover la cabeza de lado a lado. Una película entretenida con toques románticos, algo cursis, pero que no se salen de los márgenes permitidos en este tipo de filmes. Buen trabajo del director Nicolás López, en su opera prima. No puedo decir lo mismo de sus incursiones posteriores.