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España España · Malaga
Críticas de Clavito
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
9
24 de agosto de 2019
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salí del cine diciendo: "He disfrutado, me ha gustado lo que mis ojos han visto y lo que mis oídos han escuchado, vaya maravilla audiovisual. Pero seguía sin entender muy bien que había visto." Comprendí, tras procesar la peli y de darle vueltas a la cabeza, que al entrar al cine y sentarme en la butaca, estaba esperando ver una película que me contase un cuento, que tuviera una presentación, un intrigante nudo y una resolución a lo Quentin Tarantino. Estaba esperando un filme con unos personajes a los que tachar como villano y como héroe. Buscaba una trama que no iba a encontrar. Y como ya he dicho, al terminar la peli lo único que sentía era una mezcla de goce y confusión. No entendí la trama y no sabía porque a pesar de eso, había disfrutado tanto la peli. (He de aclarar que me gusta ir al cine y descubrir allí la peli al completo, no me gusta saber nada de la trama antes de ver una peli, no me informo en absoluto y evito los trailers a toda costa.)

Simplemente, Quentin, no intenta contarnos un cuento, quiere enseñarnoslo. Que veamos lo que hay detrás de la ficción, que sintamos el día a día. Nos enseña, dentro del cuento, la cena que se pegan caperucita y su abuela después de matar al lobo, o el esfuerzo de su madre para tejer su preciosa caperuza. Y a la vez nos muestra, en la realidad, el matadero dónde vivían los tres cerditos, la crueldad de que a pesar de no haber lobo, al final mueren dolorosamente. Fuera de analogías, nos enseña un Hollywood en los años 60, en la época dónde el cine que conocemos hoy en día se aleja de sus raíces del lejano oeste. Nos enseña una época, la transición, y un lugar, Hollywood, desde los ojos de un niño recién llegado que se empapa con todo lo que ve, que observa minuciosamente el ambiente con el que sin duda sabe que quiere crecer. Once Upon a Time es como Tarantino creció queriendo ser parte del cine. En mi caso, si yo hubiese hecho una peli con esas intenciones, no pondría hippies haciendo autostop, mostraría a grupos de skaters en plazas y fuentes destrozando tanto sus skates como sus huesos, cambiaría el tabaco por los tazos que venian en las bolsas de patatas, y en vez de haber usado el género western, mis referencias estarían llenas tanto de series como Dragon ball o Digimon, y de películas, tanto de Diseny (El Rey León, Toy Story, etc.) como de la cultura pop que mis padres, afortunadamente, decidieron ponerme (Goonies, Gremlins, etc.). La transición hubiera sido de la peseta al euro, y posiblemente hubiera escogido el atentado del 11S como colofón de la historia, aunque como él, con un final alternativo apropiado a la imaginación infantil dónde el mal no puede vencer, para demostrar así que la peli no es un documental, sino la historia de cómo yo viví y veía mi infancia.

Y la genialidad de este hombre no ha sido el tema de su película, sino el conjunto de lo que quería contar con la impresionante forma de enseñarlo. Narra la historia de un aclamado actor de cine del oeste que vive el cambio de la industria, dónde ese género no tiene cabida, y se encuentra con el cine moderno.

(Fuera de la crítica de la película, me gustaría opinar que a priori me parece una mezcla entre los Odiosos Ochos, lógicamente respecto a la temática del oeste y también por el montaje en sí de la peli, la lentitud de los hechos, ejercida por las lentas transiciones y largos planos, totalmente argumentada, todo tiene su momento y para llegar al resultado hay que apreciar todos los detalles, y los orígenes de estos, que concluyen en dicho resultado, y de Malditos Bastardos, por el detallismo y por la invención de una historia basada en hechos reales.)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Clavito
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10
7 de octubre de 2019
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada avisar, toda la crítica está basada en mi opinión y en mis básicos conocimientos de cine, por otra parte quiero puntualizar que esta película puede que no esté hecha para el público más básico, el propio Todd Phillips (director) indicó que la película no ha sido hecha para todo el mundo, por lo que, como ha ocurrido, habrá quien la adore y también quien la aborrezca, generalmente mejor valorada por la crítica. Esto se debe a su elección de dirigir una cruda película psicológica de problemas reales mostrados con gran dureza y frialdad, en un universo de superhéroes. Pocas escenas muestran una violencia gráfica pero no por ser minoría se exculpan de dureza, además de estas, la película se desarrolla en un ambiente de crueldad y violencia, completamente humanas y reales que se siente de principio a fin. Se puede decir que Phillips ha usado de forma recíproca el nacimiento del Joker por culpa de la violencia y maldad humana como la existencia de esta por personas como él.
Como podéis ver, no se trata de una película convencional dentro del género de súper-héroes, así que si queréis ver a un villano generando el caos a su paso, cometiendo las atrocidades más ilícitas y macabras para que nos corte el estómago o peleando epicamente con su antítesis, os podéis olvidar, no es vuestra película.

La dureza de este filme se base en enseñar al espectador lo despreciable que es el hombre a través de cómo la sociedad trata al protagonista, Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), un hombre de mediana edad que padece un trastorno psicológico que dificulta sus relaciones sociales. Se encarga de cuidar a su madre enferma e intenta mantener dicha situación trabajando como payaso, su meta es hacer reír y divertir a los demás. Lógicamente la película gira en torno al desarrollo de este personaje.

Personalmente he disfrutado muchísimo las dos horas que dura esta cinta. Lo he gozado tanto que incluso durante una escena se me humedecieron los ojos, soltando una lágrima de emoción. No fue por la trama, sino por el espectáculo audiovisual en sí. La banda sonora, de escasa variedad, otorga, junto a la escena adecuada, minuciosa y magníficamente elegida por Todd, emoción, intriga y suspense, además de utilizarse para los momentos claves de la metamorfosis del personaje. La BSO no es que sea buena, es que da exactamente lo que la cinta necesita en el momento exacto. Esto no es casualidad, ya que Phillips y Joaquin se dedicaron a grabar mismas escenas con diferentes comportamientos de Arthur para escoger la que mejor representaba la metamorfosis de Fleck. La elección del director a lo que fotografía se refiere es impecable tanto en la tonalidad de los colores que van cogiendo fuerza conforme la adquiere la personalidad del protagonista, como en los componentes de la imagen, perfectamente alineados con su entorno. De hecho, sin los planos y seguimientos de cámara que hay en los momentos culmen de la película sobre Arthur, esta no sería la misma, ya que ayudan al espectador a captar una imagen mejor del cambio de la personalidad de nuestro protagonista.

Phoenix se adapta como anillo al dedo al personaje de transición del Joker, su interpretación no tienen parangón (si, he dicho parangón). Las semejanzas con otras películas como “Taxi Driver”, “La naranja mecánica” o “El caballero oscuro” son casi imposibles de no percibir, tanto en el comportamiento de Arthur odiando la basura social como en el de su álter ego Joker. De hecho, Heath Ledge estaría más que orgulloso de que Joaquin sea el nuevo Joker a destacar. Cierto es que las interpretaciones de ambos son diferentes por la línea histórica en la que su personaje se encuentra, mas si dijéramos que son el mismo Joker, uno el antes y el otro el después del mismo, no se podría diferenciar que son distintos actores.

Me gustaría destacar muchos puntos y detalles de la película como la influencia de la imagen materna sobre Arthur, o el irónico mote con el que la madre de Fleck le llama cariñosamente, o incluso un punto cómico de la cinta en un momento tan impactante y tenso con el que muchos estarán en desacuerdo pero que yo defiendo, podría seguir destacando detalles con los que Todd me ha enamorado sin cansarme, pero esto se alargaría innecesariamente, además de que no tengo más espacio.

En términos generales, tenemos una imagen cuidada con una tonalidad que acompaña la evolución del personaje al igual que hace la banda sonora, unos planos y seguimientos de cámara que te introducen en la personalidad del protagonista, y una actuación que deja con la boca abierta. Esta combinación junto con la dirección de Todd para representar la violencia humana en un ámbito tan cercano y de una forma tan cotidiana a nosotros, sin salirse del universo DC, ha hecho que el Joker sea una película de una calidad superior y que, personalmente, promete sorpresas en los siguientes premios de la academia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Clavito
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8
8 de febrero de 2023
4 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ya he dicho anteriormente, no soy experto, ojalá, simplemente observo el cine y lo analizo, lo aprecio como yo entiendo que se debería apreciar, como un arte. No veo pelis para entretenerme dejando la mente en blanco como si de tiktok se tratase, las veo para apreciar la obra de una persona, para intentar entrar en la mente del director, conectar con él y así hacer una valoración objetiva sobre su obra, no una valoración basada en si me gusta o no. Dicho esto, he de admitir que la película me gusta, y os voy a contar el por qué.

La verdad es que la película empieza, continúa y termina con un sinsentido que le da sentido a la misma. Al más puro estilo de "Swiss Army Man" (película de los mismos directores) intentan conseguir la chorrada más inverosímil posible, y superarla. Enmascaran un mensaje profundo con una parafernalia disparatada, pero que a su vez está bien conseguida, la propia absurdidad hace de sentido, el caos en sí es el orden. Descrito así más de uno podría interpretar que se trata de una película de serie B, pero no, por absurdo que sea lo que aparece en pantalla, hay un par de mentes pensantes detrás que han elegido qué enseñar y cómo hacerlo. Mientras que el cine B suele ser un "copy paste" del brainstorming de la sala de producción de la película, sin importar el presupuesto, en este caso, han sabido qué locas ideas seleccionar a pesar de que no se hayan tenido que gastar mucho para hacerlas. No es que te estés riendo todo el rato, pero tiene puntos en los que no puedes no controlar ciertas carcajadas. No tiene desperdicio, les da igual todo, cuanto más sinsentido lo puedan hacer, mejor, y aún así, te la puedes tomar en serio. Por esto, si eres de esas personas que no entienden el humor, no te la recomiendo, de lo contrario, tienes que verla, porque entiendas o no el mensaje, el buen rato te lo llevas.

Ahora que comprendemos la estructura del filme, debemos entender lo que los directores han querido representar. Por un lado, entra de lleno en la ciencia ficción de los multiversos y en las infinitas vidas que uno vive al mismo tiempo, obviamente, con su correspondiente villano interdimensional, pero, por otro lado, nos mantiene con los pies en la tierra mostrando las vicisitudes que deben afrontar cada uno de los integrantes de una familia en un día corriente. Un entremesado de escenas fantásticas y de acción, impregnada de un estupendo kung-fu, con un ligero toque de drama necesario para transmitir la idea de la película, que para no hacer spoilers, no voy a decir cuál es. En la introducción, escasos doce minutos, han utilizado los componentes de una unidad familiar humilde, económicamente comprometidos y con carencias emocionales, para representar ciertos problemas humanos que nos encontramos en la sociedad actual pero que la gente, por miedo o por ignorancia, no quieren asumir. Dicha premisa desaparece tras la introducción y es ocultada con una historia fantástica llena de mensajes filosóficos que concluyen cuando se obtiene la conclusión final. No está de más recordar a estas alturas, que lo cuentan en todo momento desde el humor más roto que he visto en el cine convencional.

Así mismo, considero que cada plano, cada chiste, cada vestimenta, cada universo que han mostrado, y cada golpe de filosofía que han arrojado entre risas, estaba más que pensado. Normalmente el cine es así, pero en este caso, cuando lo que uno ve es tan arbitrario, es fácil dejarse llevar por la superficialidad y no llegar a observar el trasfondo, sin embargo, los Daniels (Dan Kwan, y Daniel Scheinert, directores de la película) han sabido en todo momento qué recursos utilizar para que el espectador no solo disfrutase, sino también, entendiera su magnífica obra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Clavito
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