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Voto de Clavito:
10
8,0
72.442
Thriller. Drama
Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2019
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada avisar, toda la crítica está basada en mi opinión y en mis básicos conocimientos de cine, por otra parte quiero puntualizar que esta película puede que no esté hecha para el público más básico, el propio Todd Phillips (director) indicó que la película no ha sido hecha para todo el mundo, por lo que, como ha ocurrido, habrá quien la adore y también quien la aborrezca, generalmente mejor valorada por la crítica. Esto se debe a su elección de dirigir una cruda película psicológica de problemas reales mostrados con gran dureza y frialdad, en un universo de superhéroes. Pocas escenas muestran una violencia gráfica pero no por ser minoría se exculpan de dureza, además de estas, la película se desarrolla en un ambiente de crueldad y violencia, completamente humanas y reales que se siente de principio a fin. Se puede decir que Phillips ha usado de forma recíproca el nacimiento del Joker por culpa de la violencia y maldad humana como la existencia de esta por personas como él.
Como podéis ver, no se trata de una película convencional dentro del género de súper-héroes, así que si queréis ver a un villano generando el caos a su paso, cometiendo las atrocidades más ilícitas y macabras para que nos corte el estómago o peleando epicamente con su antítesis, os podéis olvidar, no es vuestra película.
La dureza de este filme se base en enseñar al espectador lo despreciable que es el hombre a través de cómo la sociedad trata al protagonista, Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), un hombre de mediana edad que padece un trastorno psicológico que dificulta sus relaciones sociales. Se encarga de cuidar a su madre enferma e intenta mantener dicha situación trabajando como payaso, su meta es hacer reír y divertir a los demás. Lógicamente la película gira en torno al desarrollo de este personaje.
Personalmente he disfrutado muchísimo las dos horas que dura esta cinta. Lo he gozado tanto que incluso durante una escena se me humedecieron los ojos, soltando una lágrima de emoción. No fue por la trama, sino por el espectáculo audiovisual en sí. La banda sonora, de escasa variedad, otorga, junto a la escena adecuada, minuciosa y magníficamente elegida por Todd, emoción, intriga y suspense, además de utilizarse para los momentos claves de la metamorfosis del personaje. La BSO no es que sea buena, es que da exactamente lo que la cinta necesita en el momento exacto. Esto no es casualidad, ya que Phillips y Joaquin se dedicaron a grabar mismas escenas con diferentes comportamientos de Arthur para escoger la que mejor representaba la metamorfosis de Fleck. La elección del director a lo que fotografía se refiere es impecable tanto en la tonalidad de los colores que van cogiendo fuerza conforme la adquiere la personalidad del protagonista, como en los componentes de la imagen, perfectamente alineados con su entorno. De hecho, sin los planos y seguimientos de cámara que hay en los momentos culmen de la película sobre Arthur, esta no sería la misma, ya que ayudan al espectador a captar una imagen mejor del cambio de la personalidad de nuestro protagonista.
Phoenix se adapta como anillo al dedo al personaje de transición del Joker, su interpretación no tienen parangón (si, he dicho parangón). Las semejanzas con otras películas como “Taxi Driver”, “La naranja mecánica” o “El caballero oscuro” son casi imposibles de no percibir, tanto en el comportamiento de Arthur odiando la basura social como en el de su álter ego Joker. De hecho, Heath Ledge estaría más que orgulloso de que Joaquin sea el nuevo Joker a destacar. Cierto es que las interpretaciones de ambos son diferentes por la línea histórica en la que su personaje se encuentra, mas si dijéramos que son el mismo Joker, uno el antes y el otro el después del mismo, no se podría diferenciar que son distintos actores.
Me gustaría destacar muchos puntos y detalles de la película como la influencia de la imagen materna sobre Arthur, o el irónico mote con el que la madre de Fleck le llama cariñosamente, o incluso un punto cómico de la cinta en un momento tan impactante y tenso con el que muchos estarán en desacuerdo pero que yo defiendo, podría seguir destacando detalles con los que Todd me ha enamorado sin cansarme, pero esto se alargaría innecesariamente, además de que no tengo más espacio.
En términos generales, tenemos una imagen cuidada con una tonalidad que acompaña la evolución del personaje al igual que hace la banda sonora, unos planos y seguimientos de cámara que te introducen en la personalidad del protagonista, y una actuación que deja con la boca abierta. Esta combinación junto con la dirección de Todd para representar la violencia humana en un ámbito tan cercano y de una forma tan cotidiana a nosotros, sin salirse del universo DC, ha hecho que el Joker sea una película de una calidad superior y que, personalmente, promete sorpresas en los siguientes premios de la academia.
Como podéis ver, no se trata de una película convencional dentro del género de súper-héroes, así que si queréis ver a un villano generando el caos a su paso, cometiendo las atrocidades más ilícitas y macabras para que nos corte el estómago o peleando epicamente con su antítesis, os podéis olvidar, no es vuestra película.
La dureza de este filme se base en enseñar al espectador lo despreciable que es el hombre a través de cómo la sociedad trata al protagonista, Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), un hombre de mediana edad que padece un trastorno psicológico que dificulta sus relaciones sociales. Se encarga de cuidar a su madre enferma e intenta mantener dicha situación trabajando como payaso, su meta es hacer reír y divertir a los demás. Lógicamente la película gira en torno al desarrollo de este personaje.
Personalmente he disfrutado muchísimo las dos horas que dura esta cinta. Lo he gozado tanto que incluso durante una escena se me humedecieron los ojos, soltando una lágrima de emoción. No fue por la trama, sino por el espectáculo audiovisual en sí. La banda sonora, de escasa variedad, otorga, junto a la escena adecuada, minuciosa y magníficamente elegida por Todd, emoción, intriga y suspense, además de utilizarse para los momentos claves de la metamorfosis del personaje. La BSO no es que sea buena, es que da exactamente lo que la cinta necesita en el momento exacto. Esto no es casualidad, ya que Phillips y Joaquin se dedicaron a grabar mismas escenas con diferentes comportamientos de Arthur para escoger la que mejor representaba la metamorfosis de Fleck. La elección del director a lo que fotografía se refiere es impecable tanto en la tonalidad de los colores que van cogiendo fuerza conforme la adquiere la personalidad del protagonista, como en los componentes de la imagen, perfectamente alineados con su entorno. De hecho, sin los planos y seguimientos de cámara que hay en los momentos culmen de la película sobre Arthur, esta no sería la misma, ya que ayudan al espectador a captar una imagen mejor del cambio de la personalidad de nuestro protagonista.
Phoenix se adapta como anillo al dedo al personaje de transición del Joker, su interpretación no tienen parangón (si, he dicho parangón). Las semejanzas con otras películas como “Taxi Driver”, “La naranja mecánica” o “El caballero oscuro” son casi imposibles de no percibir, tanto en el comportamiento de Arthur odiando la basura social como en el de su álter ego Joker. De hecho, Heath Ledge estaría más que orgulloso de que Joaquin sea el nuevo Joker a destacar. Cierto es que las interpretaciones de ambos son diferentes por la línea histórica en la que su personaje se encuentra, mas si dijéramos que son el mismo Joker, uno el antes y el otro el después del mismo, no se podría diferenciar que son distintos actores.
Me gustaría destacar muchos puntos y detalles de la película como la influencia de la imagen materna sobre Arthur, o el irónico mote con el que la madre de Fleck le llama cariñosamente, o incluso un punto cómico de la cinta en un momento tan impactante y tenso con el que muchos estarán en desacuerdo pero que yo defiendo, podría seguir destacando detalles con los que Todd me ha enamorado sin cansarme, pero esto se alargaría innecesariamente, además de que no tengo más espacio.
En términos generales, tenemos una imagen cuidada con una tonalidad que acompaña la evolución del personaje al igual que hace la banda sonora, unos planos y seguimientos de cámara que te introducen en la personalidad del protagonista, y una actuación que deja con la boca abierta. Esta combinación junto con la dirección de Todd para representar la violencia humana en un ámbito tan cercano y de una forma tan cotidiana a nosotros, sin salirse del universo DC, ha hecho que el Joker sea una película de una calidad superior y que, personalmente, promete sorpresas en los siguientes premios de la academia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Empieza la película, Arthur es apaleado indiscriminadamente por adolescentes por mera diversión, el no se defiende, está acostumbrado a esta situación, empieza la violencia. Presentación del ambiente social a través de las noticias, que a penas mantienen el primer plano, Gotham en huelga de basura e invadida por ratas gigantes. En pocos minutos y con poco protagonismo, Todd Phillips nos hace una introducción del ambiente dónde vive Arthur, muestra más de la calidad que fluye en el filme. ¿Qué significa una ciudad en huelga de basura? Descontento, suciedad, inmundicia, sin tener que verlo nos imaginamos el ambiente, una sociedad en crisis y dividida por el dinero. Si lo unes al vandalismo presentado desde el primer minuto, somos consciente de que Fleck vive en una ciudad dividida entre ricos y pobres en la que el sector desfavorecido sufre un descontento masivo. Arthur Flecks se presenta con una personalidad ingenua e infantil con la que se conecta desde el primer sonido que gesticula, un grito impotente y frustrante de ayuda que no recibe respuesta. Primer punto de empatía, a los pocos minutos de iniciar la película se sufre una gran impotencia. Fleck es la alegoría de la sociedad en decadencia de la ciudad, mientras que Todd Phillips usa a Robert De Niro (presentador del night live que Arthur adora, e incluso con el que sueña despierto imaginando que conoce a su ídolo, el presentador, y que ve junto a su madre cada noche) como analogía de la sociedad enriquecida. A pesar de la violencia recibida y las dificultades de su vida, tiene fe, segundo punto de empatía, se merece lo mejor, pero recibe lo peor, el odio en el espectador va subiendo de nivel paulatinamente, en las butacas se siente la sed de venganza, el director lo sabe. Nuestras emociones son análogas con el ambiente de la ciudad.
La segunda parte de la peli corresponde a la rotura de la crisálida. La personalidad sumisa de aceptación de Fleck disminuye su protagonismo dejando entrever la personalidad que Gotham ha ido engendrando en su interior durante toda su vida. Antes de seguir me gustaría especificar que nuestro protagonista denota una actitud triste y deprimida, confirmada por las notas que se puede leer en su cuaderno, y la única mueca de alegría que realiza es cuando a la noche, en la tele suena música, baila, le hace feliz, se siente libre, le gusta. Ahora sí, se acerca la gran escena. La representación que Todd elige para el momento en el que el capullo sufre su primera rotura es una obra de arte. Nuestro protagonista se defiende de tres agresores que acosaban a una chica, estos son trabajadores de una empresa importante, de nuevo el poder haciendo lo que se le antoja sin miramientos por los pobres. Mata a dos de los agresores en defensa propia, la banda sonora agarra importancia, sube el volumen. La rabia a flor de piel en el espectador y nuestro payaso persiguiendo al tercer agresor. Por la espalda, tirado en el suelo y mal herido, Arthur apunta, no debe, lo sabe, pero dispara, disfruta. Un pequeño gesto de una gran venganza, primera aparición del Joker. Pobre contra ricos. Arthur corre por toda la ciudad hasta encontrar un escondite mientras la BSO suena ensordecedoramente, cierra la puerta, recapacita, lo ha disfrutado, es feliz y cuando Arthur Fleck se siente así, baila, la música aumenta la epicidad del momento, se mueve ante el espejo sintiéndose libre, el Joker emerge. La mecha ha sido encendida.
En la última parte de la peli se produce un encuentro entre Phoenix y De Niro, una clara analogía para transmitir la revolución iniciada por los pobres que sucede fuera del plato en esos momentos. Arthur suelta un monólogo reivindicativo y da un golpe sobre la mesa, mata al presentador que adoraba, representaba todo lo que él odia. Oficialmente el Joker llegó para quedarse, representante de la revolución. No hay pobres, Arthur no está y la muerte de De Niro es la caída de los ricos. Ha nacido el Joker, ha nacido la revolución.
La segunda parte de la peli corresponde a la rotura de la crisálida. La personalidad sumisa de aceptación de Fleck disminuye su protagonismo dejando entrever la personalidad que Gotham ha ido engendrando en su interior durante toda su vida. Antes de seguir me gustaría especificar que nuestro protagonista denota una actitud triste y deprimida, confirmada por las notas que se puede leer en su cuaderno, y la única mueca de alegría que realiza es cuando a la noche, en la tele suena música, baila, le hace feliz, se siente libre, le gusta. Ahora sí, se acerca la gran escena. La representación que Todd elige para el momento en el que el capullo sufre su primera rotura es una obra de arte. Nuestro protagonista se defiende de tres agresores que acosaban a una chica, estos son trabajadores de una empresa importante, de nuevo el poder haciendo lo que se le antoja sin miramientos por los pobres. Mata a dos de los agresores en defensa propia, la banda sonora agarra importancia, sube el volumen. La rabia a flor de piel en el espectador y nuestro payaso persiguiendo al tercer agresor. Por la espalda, tirado en el suelo y mal herido, Arthur apunta, no debe, lo sabe, pero dispara, disfruta. Un pequeño gesto de una gran venganza, primera aparición del Joker. Pobre contra ricos. Arthur corre por toda la ciudad hasta encontrar un escondite mientras la BSO suena ensordecedoramente, cierra la puerta, recapacita, lo ha disfrutado, es feliz y cuando Arthur Fleck se siente así, baila, la música aumenta la epicidad del momento, se mueve ante el espejo sintiéndose libre, el Joker emerge. La mecha ha sido encendida.
En la última parte de la peli se produce un encuentro entre Phoenix y De Niro, una clara analogía para transmitir la revolución iniciada por los pobres que sucede fuera del plato en esos momentos. Arthur suelta un monólogo reivindicativo y da un golpe sobre la mesa, mata al presentador que adoraba, representaba todo lo que él odia. Oficialmente el Joker llegó para quedarse, representante de la revolución. No hay pobres, Arthur no está y la muerte de De Niro es la caída de los ricos. Ha nacido el Joker, ha nacido la revolución.