Película de esquisita sensibilidad, nos acerca a lo más preciado del ser humano, la capacidad del pensamiento y lo decrépito que resulta la pérdida del mismo. El amar a pesar de la pérdida de lo que uno/a en su momento fue, la toma madura de decisiones afrontado de frente la realidad por muy dura que pueda parecernos.

Gracias por tan inmesan ternura.

Coixet expone de magnífica manera la actitud de tantísimas mujeres ante la experiencia del "amor" (no-amor); un sentimiento mal entendido que en ocasiones las somete, engaña y abandona en mitad de un paisaje polar, infinito, perdido y abrupto.

La directora nos habla del amor unidireccional, a veces tan coloreado y decorado que no advierte la posible trampa mortal que puede suponer para muchas mujeres, independientemente del lugar de procedencia, nivel cultural o clase social, y es que el "no-amor" puede hacer vulnerable a cualquier mujer del mundo; advirtiendo de su peligro, del riesgo a caer, sometiéndolas a una profunda ceguera.

La historia también nos cuenta la unidad entre dos mujeres que se encuentran a la espera del mismo engaño y la capacidad de lo femenino a la hora de luchar, empatizar, entender y mostrarse tiernas ante una igual.

La peli es un tremendo regalo para la vista y una gran propuesta de reflexión para el espíritu femenino. El Polo Norte es la metáfora de la soledad y el frío solo es la sensación incómoda y de desamparo, tras un desengaño.

Un regalo para el alma y una lección necesaria.


Gracias, Isabel, por todo lo que remueves en mí y me ayudas a ver, con mayor claridad.

Realmente me han sorprendio, muy positivamente, las interpretaciones de Winslet y DiCaprio, ambos consiguen contar la historia de una manera tan realista que estremece.
Nos hablan de un sentimiento extremadamente humano, la búsqueda de la felicidad, la consecución de las metas que propiamente tenemos marcadas, nuestras ilusiones, proyectos y las múltiples dificultades para llegar a conseguirlas; resaltando, como prioridad, el temor al cambio, el miedo a arriesgar, con la consecuente frustración que ello conlleva, hasta el punto de odiar todo lo que te rodea, no soportar lo que creías tan importante para ti, llegando a repudiarte a ti mismo y a lo que más querías.
Ni contigo ni sin ti, ni tus ilusiones ni las mias, por fin se rompe el sueño americano de una manera rotunda, dejando al descuierto la realidad, la crueldad cuando la vida se empeña en enseñarnos su peor cara, la enseñanza de que todas las personas somos muy parecidas, deseosas de encontrar nuestros caminos y lo que impone dar el primer paso hacia ellos.