En un principio, la película parece interesante. Las primeras escenas son intrigantes, oscuras, de cine negro. Vamos, lo que promete el tráiler. A partir de ahí, el argumento pierde sentido. No es un thriller trepidante ni mucho menos, si no más bien tirando a sosillo y lento. Se divide en dos argumentos paralelos que no son capaces de dejar de serlo, y se llega a perder el interés por ambos. Uno aguanta casi dos horas esperando una explicación para lo que no entiende, y sale del cine sin entender nada.
Los personajes hacen justicia al argumento. José Coronado se salva por los pelos, pero ninguno de los demás personajes sobresale en ningún sentido. Los diálogos son poco maliciosos para el cine negro, y algunos actores fuerzan tanto su interpretación que se les ve a la legua.
En conclusión, esta película se lleva un 4 por los pelos. Se puede ver, pero tan sólo una vez.
Los que esperen un thriller trepidante, cargado de emoción y suspense, que busquen otro título.