La película trata los comportamientos de los humanos que hacen que a veces nos planteemos si estamos bien de la cabeza: cómo podemos complicarnos la vida, cómo podemos ser tan avariciosos, cómo podemos ser tan incompetentes y otros muchos.

Las interpretaciones son fantásticas, en especial la de William H. Macy. Consigue transmitir cómo se siente en cada momento el personaje, sus agobios, sus intenciones, sus miedos...

La trama avanza con buen ritmo y en ningún momento te permite bostezar. La historia te atrapa con facilidad, activa tu empatía con el personaje de William y piensas todo el rato qué harías en su lugar.

Si eres de los que ve o quieres ver la serie de mismo nombre, deberías saber que hay una pequeña conexión y es mejor ver primero la película. Pero ambas son magníficas.

Como digo en el título y a los hechos me remito, el personaje de Dory está tan elaborado que merece una película para ella sola. En verdad, es gracias a ella que la película no se hace aburrida, es un personaje muy necesario. De todas formas la relación padre e hijo te atrapa desde el principio y el personaje de Nemo es tan entrañable que quieres que todo le salga bien.

La forma en la que se trata el tema de los humanos con la pesca y las mascotas es magistral, hace que te plantees muchas cosas, es otro punto de vista.

Además los escenarios bajo el mar son increíbles, para los apasionados de la animación y del colorido, son una delicia.

La película se desarrolla con numerosos chistes y referencias a películas de superhéroes. Siempre se busca la forma de remarcar que Deadpool no es el superhéroe normal, es mucho más ingenioso, mucho más divertido y a veces demasiado guarro (referencias sexuales) (cosa que en exceso se hace demasiado pesado).

El mayor problema ocurre cuando llegas al final de la película y te das cuenta de que te han entretenido con los chistes malos y te has olvidado de la 'historia', perdiste el interés a mitad de la película. Esto ocurre porque no hay una historia, se basa en una chorrada de argumento que si lo extrapolas a otras películas del género sigue la misma trama (amor, chica en peligro, salvar la chica).

Resumen: intentan ser originales pero se estrellan de lleno porque se centran en los chistes y el argumento se deja tan de lado que es inexistente. Aún así te ríes un rato, es una de estas pelis de no pensar.

Lo primero que me llamó la atención de la película es como los personajes masculinos pasan a un segundo o incluso tercer plano. Las protagonistas son ellas, con sus inseguridades, sus miedos y sus decisiones.
La mayoría del elenco es semiprofesional, pero hacen un trabajo maravilloso y se agradece ver nuevas caras en un cine español que repite a los mismos actores y actrices hasta la saciedad.
Creo que esta obra hace que todos nos podamos sentir identificados en mayor o menor medida con alguna de las chicas. Te invita a reflexionar sobre las relaciones amorosas en tres estados diferentes: la ruptura, el compromiso y el matrimonio. Pero a su vez plantea la dependencia, la opresión y la frustración, que también se derivan del amor.
Dependencia por pensar que sólo una persona nos va a completar, por la idea del amor romántico. Creemos que sólo esa persona nos puede sacar de nuestra situación actual y sólo si estamos con esa persona, podemos ser felices.
Opresión por anteponer una vida a la nuestra, una vida que nos venden como la que tenemos que seguir, la que tradicionalmente se espera de nosotros que vivamos. Cegados por el hecho de creer que estamos cumpliendo nuestros sueños, cuando realmente estamos cumpliendo los de la gente que está a nuestro alrededor.
Frustración por intentar perseguir una idea que nos hemos creado de lo que se espera de nuestra relación, creyendo que si no lo conseguimos será todo un fracaso. Hacer oídos sordos y no enfrentarnos a las conversaciones con nuestra pareja a pesar de saber que hablando se entiende la gente.
Y sí, en sus manos y sólo en manos de ellas, está decidir cuál es el rumbo que van a tomar sus vidas.
Para mí la película es redonda y el final es perfecto, únicamente me faltó que el avance fuese un poco más lento porque a veces era difícil cogerse a las montañas rusas de sentimientos de las protagonistas.
En cuanto a la música, otro gran acierto. Me encantaron todas las canciones y esos arranques de palmas y jaleos tan naturales como necesarios para hacer avanzar la trama de forma más dinámica.