Una película tan simple y tan bella al mismo tiempo, que aparenta no decir nada, pero dice todo.

Con una bella fotografía, donde resalta el amarillo del desierto, con excelente iluminación; una gran actuación, sobria por parte de y una gran mensaje.

En lo que es la trama, prácticamente se cuenta todo con imágenes y la imaginación que palabras, un ser misterioso busca ayuda para un cometido que nadie quiere hacer.

Hasta que encuentra a la persona indicada, que acepta ayudarlo, pero que le dará una lección de vida, diciéndole que empiece a observar la grandeza y belleza del mundo que lo rodea.
El protagonista dudará y no se sabe lo que desea para su destino, ya que empezó a observar y disfrutar de aquello que aquel señor le dijo.

Una gran historia que pone en jaque esas malas decisiones, que a veces por apresurados tomamos; que nos culpamos de cosas que siempre tienen una solución o una salida.

Y en el caso de este hombre que aprese en su vida para ayudarlo, le cuenta que también decidido acabar con todo; un hombre mayor, que vivió la vida y tiene la experiencia suficiente para decirle que todo se acaba cuando uno quiere, pero que a veces solo hay que disfrutar de lo simple porque ahí es donde se encuentra lo más bello y grande de las cosas de la vida.
Y en esas cosas maravillosas se encuentra el sabor de la cereza.

Todo comienza con jóvenes estudiantes en la escuela, ella Ana preocupada y enamora de un compañero. Luego habrá una fiesta en la casa de una chica compañera, y pasará la mitad del film hasta que sucede algo trascendente; es que luego de verse con su enamorado en la fiesta llega la policía y detiene a todo los chicos, por querer comunicarse con una radio europea a través de una carta.
Ana se reúsa a declarar y entre idas y vueltas correrá el tiempo del film. Para terminar declarando y dándose cuenta luego que su enamora fue quien los delató.
Sin más eso es todo el film. Que no tiene actuaciones muy destacadas, que no tiene grandes planos o escenas, que tampoco juega con el sonido, ni la iluminación. No encuentro más que un relato que tampoco explota del todo.
Un film chato de principio a fin.

Nos encontraremos con una película filmada con una imagen 4.3.
Con una imagen algo apagada adrede, para acoplarse mejor a la historia que nos van a contar, con dichos personajes apagados.

Transcurrirá en un pueblo italiano abandonado y algo muerto, con un personaje solitario, decaigo, pareciera sin muchas ganas de vivir, a lo largo del film apenas se lo verá sonreír.

Una buena interpretación por parte de Josh O´Connor (Arthur), aunque no parezca sobresaliente, si tiene muchos aciertos su actuación, ya que refleja excelentemente el carácter del personaje que se siente sin vida, que no encuentra paz y vive con un recuerdo que lo aturde y lo debilita sentimentalmente durante todo el film.

En lo visual el film cuenta con grandes ideas sobre todo cuando Arthur, el profanador de tumbas, el descubridor de tesoros, hace su magia, en esa búsqueda y con tan solo su intuición o vaya uno a saber que, entra en una especie de éctasis, borrachera o mareo y directora con un giro de cámara nos muestra la imagen al revés, poniendo a Arthur de cabeza, logrando mostrarnos una especie de reflejo de sí mismo debajo de la tierra.
Algo muy importante para el resto del film.

La película juega entre un drama fantástico, sátira, comedia, hasta un pequeño romance por un momento, y se hace mucho más liguero todo, entre los robos de tesoros del protagonista y sus amigos, iremos viajando por la película, pero en pequeños momentos y escenas veremos de a poco la historia verdadera de Arthur; la historia que realmente importa.

Este joven ingles en otras tierras, pasará por un duelo eterno, y aunque parece que va por el camino de la delincuencia, su vida da pequeños giros y así también el film.
Parece encontrar un nuevo amor y cuando tiene la oportunidad de elegir por su familia de amistades y ladrones, o una nueva familia con la joven Italia, decidirá por un destino más oscuro, y tal vez en su alma más aliviador.


La directora y guionista Alice Rohrwacher sabe claramente lo que quiere, no deja detalle al azar, desde la vestimenta repetitiva del protagonista y su desprolijidad, pasando por movimientos de cámara, hasta planos que parecen decir una cosa y en la escena siguiente tiene otro sentido, todo meticulosamente pensado, sobre todo para entender a Arthur y su mundo.

Para destacar; algunos momentos que a mi entender parecen chaplinescos, como pequeñas persecuciones o en circunstancias que el personaje corre, se usa un estilo acelerado de la imagen, también momentos en los que se comunican con señas, sin hablar y aparecen pequeños inter textos.
Detalles que quedan bien y suman en el film y la directora decidió jugar y mostrar.


Hay que hablar un poco sobre la música, un punto importante en la película, ya que se usa para comunicar un poco lo que está sucediendo, en vez de usar una voz en off la directora jugo con la música y canciones que contarán lo que le sucedía al personaje principal y sobre todo en la historia en sí, una gran idea ingeniosa que bien empleada funciona, siendo este el caso.


En general la película es redonda, se vuelve ligera y siempre tiene algo nuevo para contar, tiene un estilo propio y particular, juega un poco al misterio con su historia y deja una moraleja muy interesante; entre todo lo que va sucediendo siempre hubo alguien que quería detenerse y la película nos hace guiños constantemente aunque solo nos demos cuenta en el final.

Es un film de ficción, con toques de drama y una historia trágica.
Comienza con fuerza y mientras va tomando forma se vuelve interesante, pero de a poco se vuelve repetitiva con una buena idea, pero sin desarrollar, se apaga de a poco, hasta llegar a un final en donde seguirán intentando una vez más con su experimento.

La película tiene algunos mensajes que son buenos, como que estas dispuesto a hacer para salvar a un ser querido?
También tiene esa intriga e interés por lo que están haciendo en sí, ya que pareciera una locura, pero con buenas intenciones. Pero así y todo el film se estanca y solo termina con una moraleja, bastante redonda por cierto, pero sin mucha fuerza.
Buena

Un film que emana paz desde el principio, un personaje con un carácter extremadamente pacífico, que logra encontrar un equilibrio en su vida sutil y perfecto, que no pode más de lo que tiene y que con ello ya es totalmente feliz
Las intenciones del film son puras y en tanto ajetreo que traemos la mayoría en nuestras vidas encontrarse con una película que nos baje los decibeles, que nos haga pensar y poner los pies sobre la tierra, que nos detengamos en lo bello de lo cotidiano, la verdad que hace bien
Algunas verán el film como arte otros aburridos y otros una simple historia, y la verdad es que es esas tres cosas y más, todo depende del punto de vista que tengamos y la paz que podemos darle a nuestras vidas, a aquellos que busca películas activas totalmente que explique cada cosa con palabras y no imágenes, seguramente no le encontraran valor al film. Pero aquellos que quieran observar y entiendan que las cosas se dicen con pequeños detalles, encontrarán a este film exquisito.

Y es que perfect days con muy poco se vuelve exquisito, porque lo que intenta demostrar lo logra y con creces, ya que el mensaje llega a todas los espectadores, guste o no, y eso es claro habrá gente que esté preparada para encontrar lo bello del film, como lo bello de la simpleza y otros que la verán como aburrida, porque encontrarán lo bello en lo material.

Perfect days es poesía visual, es amar lo que hacemos y ser feliz con lo que nos toca, disfrutar sobre todo el lomento y entender que con eso que para muchos será poco podemos tenerlo todo.