Creo que no había visto una película que guardara tanta emoción en cada plano desde hace mucho tiempo. Y me estoy refiriendo a los sentimientos que contienen a ratos, y desbordan en algún momento las dos protagonistas (Susi Sánchez y Bárbara Lennie). Pero también los secundarios, el marido (Miguel Angel Solá) y la hija (Greta Fernández) de Anabel (Sánchez).

Esa contención emocional no podría haber sido posible sin la magistral contención interpretativa de Lennie y Sánchez, que están a cuál mejor. La historia entre ellas, el perdón, la comprensión, el rencor, el dolor, y por encima de todo el amor, son sentimientos tan puros, y tan bien llevados hasta ahí, que la peli te atrapa.

El paisaje es elemento imprescindible en la historia. Desde la primera imagen en los títulos de crédito ya se advierte que la fotografía va a ser importante, y así será.

Para mí, una de las mejores, si no la mejor película del año. REDONDA


... que todo en la vida es cine y los sueños cine son...