Daniel Auteuil resulta creíble en su papel, resultando gracioso en muchos momentos. Es lo mejor, junto con la gran actuación de Adriana Ugarte. En conjunto, es una cinta quizás previsible pero no por ello desdeñable. El coro de actores está en su punto y las anticipaciones y demás saltos le dan un ritmo ágil. Podemos considerarla una comedia, aunque bajo la trama aparentemente frívola se trasluce un trasfondo trágico. La recomiendo a los amantes del cine entretenido, bien ambientado, bien interpretado, sin demasiadas pretensiones pero bien hecho.