El realizador Johnny To sigue navegando entre los géneros para contarnos en esta ocasión un thriller con gran componente dramático centrado en la crisis económica que azota al mundo desde hace unos años, situándose en el inicio de la explosión de la burbuja y alternando tres historias que giran en torno al tema. La cosa se inicia con un crimen, como es habitual en el cine de To y se desgrana así en los tres puntos de vista: un matrimonio que busca piso, un par de gangsters y una oficina de un banco en la que una mujer debe demostrar su valía, tras quedar última en los objetivos de la empresa para ese periodo.

To vuelve a demostrar solidez a la hora de alternar las historias y dedicar el tiempo justo a cada una, sin que se creen conflictos narrativos ni esa farragosa mezcla de géneros que puede parecer al principio. Curiosamente cuando vi la película por primera vez en el marco del Festival de San Sebastián (septiembre de 2011) la cosa no me funcionó del todo, pareciéndome abrupto cierto giro. En un segundo visionado durante el Festival de Gijón (noviembre de 2011) la cosa cambió radicalmente, gustándome claramente más. El buen To vuelve a verse entre sus imágenes y construye una buena película que gira en torno de la crisis económica pero que en el fondo va más allá al atreverse a poner en relieve las motivaciones de todo ser humano, que pasan por enriquecerse a costa de todo. Ambición, lo llaman. Otro buen trabajo de To que con algún reajuste (la parte del matrimonio está desaprovechada) se encontraría entre sus mejores obras. Una película mordaz y rabiosamente actual, que ganará con el paso del tiempo.