Hay que ser sincero, esta película no pretende ser más que un espectáculo sencillo para los que busquen distraerse. Vemos a dos grandes del Kung fu dandoce hostias con un montón de enemigos en la antigua China, no por ellos sino por un chico que tiene tanta profundidad como un charco de agua.
No esperaba nada más que un entrenamiento, no buscaba una película súper interesante o profunda, con un desarrollo excelente. Aún así me salió algo peor: Una película sin espíritu propio.
Solo veo a un Jackie Chan actuando de Jackie Chan, no es que no me guste el actor ni sus películas sino que su personaje solo me ha parecido una calca suya sin ningún apice de gracia o carisma, eso ya es decir mucho. Jet Li pues no mejora, solo un personaje más del montón de esta película, decir eso ya es mucho. El prota es sólo una estampa incertada del héroe típico para... Bueno, no pensar en un buen desarrollo.
Las batallas no son del otro mundo, uno pensaría que por ser una película de peleas al menos harían eso bien, ja, error. Son tan reguleras como el resto de la película.
No todo es malo, pero lamentablemente la mayoría de la película es olvidable y aburrida, con excepción de su mensaje oriental pero si una película depende de su mensaje y no de su desarrollo como película falla en todo. No se siente nada por ella, solo desden e indiferencia.