Ay, detractores de Pixar. Lo sentimos por vosotros, incapaces de disfrutar auténticas maravillas como Soul, Onward, Buscando a Dory o Del revés (o incluso, si me apuran, la reivindicable Cars 3). Cómo os llenáis la boca hablando del "declive" de la compañía del flexo, cuando la realidad es que siguen dando sopas con hondas no sólo al 95% de las cintas animadas que se estrenan, sino en general al 90% del cine a secas que se estrena cada año.
Palomitas Pixar no va a cambiar la vida de nadie, en eso estamos de acuerdo, y sin duda el interés de los cortos es irregular (más que nada por la manía que tienen Pixar por explotar dos de sus sagas menos logradas, Cars y Los Increíbles, por una sola razón, llamada merchandising), pero para cualquiera que adore a estos personajes, los cortos son de lo más simpáticos y entretenidos. Duck y Bunny son tan divertidos como fueron en Toy Story 4, el día en la vida de los muertos de Coco es muy divertido también, y resulta encantador ver a Buzz intentando dar clase de fitness a los demás juguetes de Andy. Y qué decir de la emoción, sin palabras, que destila el corto de Soul, igual que su hermana mayor en largometraje.
Simpáticas mini piezas para los fans de unos personajes que nos han acompañado muchos años. O quizás apenas unos meses, pero ya forman parte de nuestras vidas.

Lo mejor: Su simpatía y humor.
Lo peor: No aportan gran cosa.