Le cuesta arrancar, a modo de largos monólogos y diálogos pretensiosos y con poca intensidad, la introducción de la historia se hace bastante densa. Hasta que que recién se presenta el conflicto de la trama, tenemos que pasar por un largo rato de tedio.
A su vez la actuación de Blanchett está muy bien, pero no me pareció la gran cosa, hasta creo que está sobreexpuesta en varias escenas y logra ser cansadora.
Por su parte, el guion tiene varios baches de caída de tensión, en donde se retacea el planteamiento de la historia central para dar vueltas sobre las mismas cuestiones que viene arrastrando desde un comienzo, por ello no pudiendo desenvolverse bien la trama, que por cierto toca todos los tópicos conocidos vistos una y mil veces.
Si bien el filme es correcto, te entretiene sin cuestionarle mucho, es una historia para contarla en no más de hora y media, en cambio tenemos que padecer unos interminables 225 minutos, los cuales últimos 40 se vuelven tortuosos y aportan poco y nada.