El talento de Mr. Ripley

El talento de Mr. Ripley es el remake de la famosa A Pleno Sol, ambas basadas en la novela de Patricia Highsmith. Lo primero que tengo que decir es que la original es maravillosa, Alain Delon hace de Tom Ripley a la perfección y se ajusta muy bien a la descripción que hace la escritora. Solo encuentro un fallo en la cinta de Clément y es que su comienzo es mucho más abrupto que en lo que se haría después. La primera no explica demasiado sobre Ripley ni sobre Dickie, le falta ese juego que hacen Matt Damon como Tom y un impresionante Jude Law, como Dickie. Ellos dos sí manipulan al espectador; esos momentos en los que Damon se queda estudiando a Law, dan mal rollo y casi nos dan un aviso de lo que va a pasar a media película.

El problema es que la persona que no haya leído las emocionantes novelas de Higsmith no se entera muy bien de la movida psicológica que tiene en la cabeza Tom. Porque la escritora se toma su tiempo para explicarnos y para describir a la perfección cómo son Dickie, Tom, el padre de Dickie (el señor Greenleaf) y por supuesto el personaje de Marge, interpretado por una guapísima Gwytneth Paltrow –aunque ella no se parece físicamente a la protagonista- y el más odiado, el de Philip, el amigo entrometido de Dickie. Es decir, que en conjunto, es mucho más completo el remake. Porque lo importante de llevar a la pantalla grande cualquier historia de esta autora es saber tomarse su tiempo en presentar, con esmerado detalle, la personalidad y la psicología de todos los que van a aparecer. Hay que recordar que Higsmith estudió psicología y se le daba muy bien el tema de hacer perfiles psicológicos. Disfrutaba con los personajes ricos, que solo viven de las pagas de sus padres, que hacen fiestas en casas con playa o piscina, son guapos, ambiguos en cuanto al sexo y guapos, siempre son guapos o muy atractivos, pero siempre tienen mucha oscuridad interior. Son celosos, ambiciosos, narcisistas y necesitan siempre más para sobrevivir, por eso siempre acaban como acaban.

A pesar de que Damon y Law no se parecen en nada, en el film terminas por creer que realmente lo ha logrado. Sin duda es el mejor trabajo de su director, Anthony Minghella y es natural que su película fuese nominada a los Oscar, los Globos de Oro, BAFTA y muchos más. Law está especialmente arrebatador y parece un Dios Griego, salido de otro planeta, vamos.

Guion dinámico, tenso, obsesivo. Fotografía espectacular. Actores fantásticos y sobre todo, una primera media hora que merece la pena ver al detalle.

Es una película muy bién hecha, bién dirigida y con un gran actuación de Matt Damon.
Siendo esta una buena adaptación al cine, me parece que no se acerca a la calidad de la novela. Es evidente que es dificil plasmar en 2 horas aproximadamente las 300 páginas que contiene el libro pero considero que hay detalles muy importantes que se han olvidado en la película.

En cuanto a los puntos fuertes de la película hay que destacar como ya hemos dicho anteriormente la gran interpretación del actor de Massachussets Matt Damon el cual tuvo que adelgazar de forma increible para meterse en el papel de Tom Ripley. Otro de los aspectos importantes es la belleza de los exteriores que han sido escogidos para rodar durante el film, como por ejemplo el pueblo costero donde veranean los personajes interpretados por Jude Law y Gwyneth Paltrow, que se adaptan muy bién a la descripción de ellos hay en la novela de Patricia Highsmith.

Entre los puntos negativos destacaría la rapidez en la que se trata la segunda parte de la película, a partir del momento en que el protagonista se dirige al norte de Italia. Tampoco creo que Gwyneth Paltrow sea la actriz ideal para llevar a cabo la interpretación de su personaje en relación a la descripción que se produce en la novela.

En conclusión, película más que interesante pero no por ello deja de ser mejorable

¿Cómo es posible que tras ver El Talento de Mr. Ripley sólo me venga a la cabeza un nombre reiteradas veces? Sí, el de Jude Law y el pensamiento de que ha realizado un trabajo soberbio interpretando a Dickie. Su perdonaje es breve, pero lo es todo -para mí- en esta película.

Sé que Philip Seymour Hoffman, Gyneth Paltrow y Cate Blanchett actúan bien, pero en esta película me han tenido al borde del sueño profundo. ¡Qué pasmarotes!

Matt Damon está creíble, el chico se lo curró en su día, pero a mí no me dice gran cosa que digamos...

La historia empieza genial, atrayende y bastante entretenida, pero según pasa el tiempo aburre soberanamente. La he visto terminar por respeto a mí mismo, pero igual me hubiera dado pararla a la hora y media.

Los paisajes son tan bonitos...

P.D. de lector: imagino que el libro en el que está basada esta película será mucho más interesante. Lo leeré.

¡¡¡Viva Jude Dickie Law!!! Memorable la escena de la barca, cuando está con Tom Ripley.

Con el mérito de lo inquietante aunque reconociendo que el paso a la pantalla pudo disminuir su efecto pero no su clase, “El talentoso Sr. Ripley” (1999) es una película muy bien hecha, tanto así que puede resultar perturbadora.

Tanto Matt Damon como el resto del buen elenco que la conforman, consiguen plasmar con altura lo que el director Anthony Minghella de seguro sólo soñaba concretar, que es traspasar el vértigo de las páginas de la novela original a cada ambiente del film.

Además de ser la etapa de oro del fallecido realizador inglés, no cabe duda que la incomodidad, las intrigas, lo incorrecto y ambiguo se toman al espectador por las más de dos horas que dura la película, de modo sicológico y complejo pero inevitablemente adictivo.

También conocida como “El talento de Mr. Ripley”, es una película dramática, para públicos maduros, conocedores de la ambición en muchos sentidos, de las obsesiones y de las desilusiones. De las desconfianzas, de lo sexual incluso en lo cotidiano pasando por alto lo erótico y explícito.

Puede recrear otros tiempos, ya que se ambienta a mediados del siglo pasado pero la inquietud que genera hoy es de seguro tanto o más que las que provocó en su irrupción tanto en librerías como en su anterior paso por las salas. Las comparaciones en este sentido pueden ser odiosas tanto en páginas como en la adaptación previa pero el aporte de esta pasada se concede pese a algunos bemoles.

Recomendación:
Buena. Densa y oscura, recomendada para quienes gusten de suspenso e intriga a nivel de emociones.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Qué falta nos hacía Anthony Minghella y cómo se lo echa de menos.
Después de una obra tan celebrada como El paciente inglés, el británico volvió a sorprender con una nueva adaptación de la novela de Patricia Highsmith, ya adaptada bajo el título A pleno sol con un mítico Alain Delon. El talento de Mr. Ripley ejemplifica lo mejor del cine de Minghella, es decir, su capacidad para disfrazarse de cualquier realizador de cine clásico. Su puesta en escena, la fotografía, la narración, todo nos retrotrae a un Hollywood clásico, hasta el punto de que no cuesta imaginarse a Gregory Peck o Cary Grant paseando por esas maravillosas calles de San Remo o la ficticia Mongibello. Para todos aquellos que dicen que "ya no se hace cine como el de antes", la respuesta es esta película. Elegancia pura en la forma y en el fondo también, para dar vida a la historia de Tom Ripley, uno de los estafadores, suplantadores y asesinos más fascinantes de la literatura y también del cine.
Extraordinario es también el trabajo de los actores, y muy especialmente de Matt Damon y Jude Law. El oscarizado intérprete y guionista de El indomable Will Hunting siempre se ha labrado, desde el principio, una carrera de lo más interesante, y como a Leonardo Di Caprio, nunca le ha interesado el cine facilón, las superproducciones, el fandom. Cosas que su cara angelical y su estatus de sex symbol podrían haberles dado de sobra a los dos. Este Damon, ya en 1999, dejaba muy claro que lo que le interesa son los roles complicados y llenos de matices, como es este Tom Ripley. Damon personifica maravillosamente el descenso a la psicopatía más absoluta del personaje. Su mirada es estremecedora, y representa perfectamente esa peligrosidad de quien es enormemente peligroso pero no lo aparenta y, además, cuenta con la suerte de cara. Law, por su parte, es el perfecto playboy en una interpretación que, muy justamente, le valió una nominación al Oscar. Está excelente, carismático, infantil, caprichoso y atractivo a más no poder, en ese juego de sexo y poder que Dickie mantiene con Ripley. Gwyneth Paltrow y Cate Blanchett ponen la nota femenina con acierto, especialmente la primera (que goza de un mejor y más desarrollado personaje que la australiana), y Philip Seymour Hoffman se consolidaba ya entonces como secundario de lujo antes de convertirse en uno de los actores más reconocidos de los 2000.
En definitiva, una excelente película con sabor a clásico de antaño, llena de elegancia y siniestra perversión, servida por el inquietante Ripley, Tom Ripley.

Lo mejor: La elegancia y el estilo de Anthony Minghella como director, y la interpretación descomunal de Matt Damon y Jude Law.
Lo peor: Es posible que le sobren unos diez minutos, especialmente después de la escena en el bote en mitad del mar.