Día de la Independencia

Esta mañana ha venido a casa un sobrino de 7 años. Cosas de las vacaciones. Me ha pedido que le pusiera una de esas pelis chulis que tengo en esos discos duros a reventar. La criatura está en la edad, le van las de superhéroes, monstruitos, animación y esas cosas. Aprovechando que nunca me había atrevido con ella, y aun a riesgo de perder el saludo de mi entrañable visitante, le propuse ver ‘Independence Day’. Le dije que salían unos marcianos muy malos que querían exterminar a los humanos, que había muchos tiros y que salía el príncipe de Bel Air, serie que, por algún extraño motivo, conoce y disfruta.

La primera media hora ha sido casi letal para el niño; el pobre aún no ha desarrollado defensas psicológicas contra depende qué engendros. Pero a partir del primer misilazo y de la aparición en escena del bueno de Smith, el chico ha empezado a disfrutar de lo lindo. Se ha puesto casi frenético. Yo me he consolado pensando que, cuando tenía su edad, me gustaban cosas como ‘Orzowei’ o ‘La frontera azul’, así que no le culpo de nada.

Por mi parte, mantener el núcleo familiar en armonía ha sido lo único que me ha insuflado fuerzas para aguantarla. Entiendo perfectamente que esto lo disfrute un público infantil, o incluso adolescente, pero me preocupa que un espectador supuestamente adulto se tome en serio este canto a la estulticia de proporciones siderales. Uno puede disfrutar con cualquier cosa, todo el mundo es libre de tener sus gustos, pero hablar de emoción, sentido épico o valores morales en este truño es tener el dial completamente fuera de onda. Hace quince años comprendo que impactase su espectacularidad, pero hoy día las explosiones y las destrucciones masivas no creo que impresionen ya a nadie. Obviando algunos aspectos visuales, es una de las películas más bochornosas que he visto. La peor de cuantas he tragado de Emmerich, que no es Orson Welles, precisamente.

El éxito que tuvo esta película sirve para explicar (o no) porque las americanadas de turno triunfan en taquilla. No estoy en contra de los blockbusters, ni de las pelis de acción, no, no, si me encantan, las disfruto y me entretienen. Esto es otra cosa, esto es la definición de aburrimiento en 145 minutos.

Para aclarar la puntuación tengo que decir que le habría puesto un 0, pero no hay, así que el 1 se lo pongo por Jeff Goldblum, es un actor cuyo trabajo respeto.

Pasen y vean la sección spoilers.

Escena 26
-Pum Pum!
-Plaffffff!
-Ratatatata!!!!!!
-Fiu!!!!!!!!!
-shuaaaaaa!!!!!

Escena 33
-Pum Pum!
-Plaffffff!
-Ratatatata!!!!!!
-Fiu!!!!!!!!!
-shuaaaaaa!!!!!

Escena 49

-Pum Pum!
-Plaffffff!
-Ratatatata!!!!!!
-Fiu!!!!!!!!!
-shuaaaaaa!!!!!

Y Roland vió que esto era bueno, le dió por dirigir y la llamó cine. El dinero hizo el resto. Una de las películas más caras y taquilleras de la historia.

He leído por aquí críticas de dos tipos: aquellos que desprecian la película por lo patética que es (y no les falta razón) y aquellos que dicen que es una película buena, decente, que no merece en absoluto "unos" o "doses" de crítica (que también puede ser cierto).
Pues yo, para guardar el justo equilibrio, le pongo un 3 merecido, pero bueno, expondré las razones.

Independence Day es una película que vi con apenas 9 años de edad. Por aquel entonces ver Estados Unidos arrasada me parecía fascinante - no ideológicamente hablando (¡jaja!). Era un infante que explosión que veía explosión que me asombraba, y más si las explosiones las causaba una nave gigantesca del tamaño de 50 campos de fútbol. La vi una y otra vez. Me compré hasta una nave caza de aquellos aliens mal paridos, vamos que la película me gustó muchísimo.
Estaba todo genial, naves enormes, grandes efectos especiales, el Empire State Building hecho añicos, la Casa Blanca saltando por los aires, cazas estadounidenses en pleno combate, alianza de civilizaciones contra los extraterrestres, explosión aquí y allá y... ¡Will Smith! Guao! Qué gran película.
Sí... con 9 años jugando en la habitación a Independence Day, emulando las batallas aéreas y los diálogos de los personajes... qué tiempos aquellos.

De modo que si aún conserváis alma de niño pequeño puede que esta película os encante, pero cuando uno es adulto y ya ha visto mucho cine (o por lo menos ha visto un mínimo de cine decente) la cosa cambia totalmente.

Hace una semana metí mi cinta VHS de Independence Day que compré por aquel entonces cuando tenía 10 años. El VHS funcionaba bien, sin problemas. "Vamos allá", me dije.
Llegué al final de esa larga película (144 minutos) anonadado. Uno ya es mayor y se fija en los diálogos, en las interpretaciones y, sobretodo, en la intención moral e ideológica de la película, no sólo las explosiones y los extraterrestres con naves espaciales bizarras. POR SUPUESTO QUE MERECE UN 1. Dejaos de tonterías, una película que basa todo su presupuesto en las explosiones, el patriotismo y los tópicos yankees es pura basura, bazofia que debe arrojarse por el inodoro inmediatamente.
Dejad de quejaros de críticas negativas, ¡no son para menos por favor!

Si a la puntuación la subo dos puntos es porque es una película para asombrar, para espectularizar, colosalista al 100%. Para jugar en la habitación a los marcianos.

Está bien, estoy de acuerdo en que es una sobrada de peli y es obvio que es una patriotada, pero señoras y señores, lo que no me negarán es que es una película para no pensar y que en las dos horazas y media (al menos la que yo tengo) que dura no hay ningún momento de respiro. En cuanto a como se desarrolla la película ni entro ni salgo, como pueden ser algunas chorradas que no tienen ni pies ni cabeza, pero es una película para entretener y, su director, Roland Emmerich, lo suele conseguir. Conclusión: a los que solo les gusta ver películas tipo de corte independiente o de autor, ni se les ocurra verla, para los que quieren divertirse, evadirse y pasar de opiniones y gaitas, que la vea y la disfrute.