Tres hijos del diablo

Película atípica del oeste, en la que el gran John Ford, saca su vena irlandesa y católica, para presentarnos un cuento de Navidad, en el inhóspito desierto de Arizona. La cinta tiene ese regusto entrañable y bonachón que sabe poner Ford, como en "El hombre tranquilo". Los forajidos son personas de gran corazón, capaces de dar su vida por una criatura. Las similitudes con los pasajes de La Biblia que narran el nacimiento de Jesús, son evidentes. Quizás en el debe, hay que decir que se hace un poco pesada la travesía del desierto. Pero al final, la película retoma esos tintes de comedia Fordiana tan entrañables.

Nos encontramos ante una rareza del género, un western poco previsible en el que se enlaza la vida de tres hombres, ladrones de bancos, con un recién nacido por el que darán la vida, algo poco usual en personas que roban bancos y pegan tiros a diestro y siniestro, me resulta hasta extraño solo de imaginarlo, hay gente con sentimientos y aquí nos ha tocado el premio gordo.

Película que intenta ser épica, paternal y justa, buena historia para las navidades repleta de canciones y de buenas voluntades en la que no hay malos por ningún lado, como mucho el director nos hará ver a veces a los buenos como los malos pero ni por esas; aquí todo son buenas formas y excelentes personas.

A mi gusto, el film es poco serio y el director juega con los desencadenantes como le viene en gana con un único objetivo, la pascua navideña. Por partes me parece descorazonador y por otras se carga de razón, como digo.. me ha parecido un film demasiado inestable y decae por momentos. Esto no quita de que la pues es un clásico, sobretodo en época navideña a los amantes del género.

Empieza y acaba realmente bien, por el medio tiene sus más y sus menos, la toilette. Las muertes son estupendas, el nacimiento menos. Todos son buenos, menos un tonto (es decir, malo) que queda gracias a dios en off. Y es Feliz Navidad. Quién da más.
Humor y horror. Sed, hambre (no se les ve probar bocado, viven del aire) y una cantimplora, o varias, la misma repetida que es infinita.
Habla de la esperanza, de la supervivencia de la especie en tierra dura u hostil, perruna, de cómo se necesita la colaboración de una comunidad, de toda la comunidad, hasta de los bandidos, para que la antorcha o llama siga a pesar de todo encendida. Y de dos grandes hombres que se persiguen admiran en la distancia como en tantas otras, especialmente en Grupo salvaje (o en Heat que es mucho más reciente) que no tiene mucho que ver con esta, bueno, son de frontera y hay mexicanos, algo.
Amistad, amor, una mujer a la que le gustan tanto los hombres, qué raro, ese extraño fenómeno, una madre que podría ser la de todos, por supuesto, un chico rubio desgarbado que canta, otro que maldice y muchos que por ahí andan.
Podría ser una tremenda chorrada, no diría que no, y es también algo más, todo quizás, ¿la muerte y la vida?

Western decididamente menor de John Ford que, aunque resulta simpático, no termina de funcionar muy bien.
A mí me parece, que si le hubiera dado el tono que consigue en sus películas que no son westerns,( Qué verde era mi valle, el hombre tranquilo, las uvas de la ira...), la película hubiera ganado en calidad, pero aquí parece haberse quedado a medio camino. Los momentos de humor son escasos, o no están muy bien conseguidos, así como los de ternura, y tampoco termina de funcionar muy bien con los elementos de western. No obstante, es una película interesante y muy inusual que resulta muy curiosa de ver.
¿Qué hacen, tres rudos salteadores, huyendo de la justicia, con un bebé recién nacido, en medio del desierto ?
INTERESANTE.

Correcto y acertado remake bajo la dirección del gran John Ford, para desarrollar la historia de tres forajidos que realizan la promesa de cuidar a la hija de una mujer embarazada que encuentran por el camino hacia su huida, dejando espacio para una historia entrañable y preciosista, rodada con elegancia y buen gusto.
Es una película apoyada en un argumento sencillo del que sus responsables sacan buenas sensaciones y emociones para la redención de unos personajes que conquistan y roban el corazón.
Cuenta con una fotografía cuidada y exquisita, con la que poder disfrutar de una preciosa tormenta del desierto en la que la arena y la noche, llegan a dejar imágenes para el recuerdo.
Puede que no tenga grandes escenas de acción, pero tiene algo especial que la convierte en una obra encantadora y satisfactoria.
Tres padrinos del crimen que roban la simpatía y emociones del público.