Madagascar 3: De marcha por Europa

Más que una película, da la impresión de ser un esbozo de ideas para hacerla. Nada de unidad, de armonía en la narración, con una falta obscena de inteligencia en el planteamiento y el desarrollo. Lo que les ha quedado es una historia de momentos -breves y aislados- que merecen la pena junto a otros -largos y aburridos- que hacen de esta película un tostón, ya sea en 2 o en 3 dimensiones.

"Madagascar 3 : de marcha por Europa" es una de las mejores pelis de animación infantil que he visto en mucho tiempo, el prólogo en Mónaco es divertidísimo y frenético para acabar en el circo Zaragoza ( sí , sí ,no me he equivocado al escribirlo, Zaragoza ) y la música tiene una inportancia grande ya que son muy conocidas casi todas las canciones pero lo mejor de todo es el 3D, siempre he dicho que las películas de animación por ordenador dan mejor resultado en 3D y esta es un ejempo claro ya que puedo decir que esta entre las mejores en este formato.

Todavía estoy sorprendido tras comprobar que Madagascar 3 no es únicamente la mejor de las tres películas hasta ahora hechas, si no que también es un ejemplo devastador de cómo recuperar un terreno que estaba perdido en una franquicia en horas bajas. La segunda parte me pareció un aburrimiento insufrible, pero esta tercera parte tiene todos y cada uno de los ingredientes para ser una de las mejores películas de animación de los últimos tiempos.

Prueba de todo esto es que no me acordé de Pixar en toda la película, y eso es algo digno de elogio, porque siempre que veo una película de animación no puedo evitar acordarme del gigante de la animación y acabar un poco comparando todas las películas con su alto nivel. Madagascar 3 está al nivel de esa diversión, y desde luego te pilla por sorpresa.

La moraleja de la película se puede aplicar a la propia cinta. Diviértete haciendo lo que haces y los demás se divertirán contigo. Si hay algo que traspasa la pantalla es precisamente que se nota que todos los responsable se lo pasaron genial haciéndola. Ni siquiera se echa de menos el hecho de que los pingüinos no tenga un protagonismo tan fuerte como en otras entregas.

Una película de animación que se supera así misma, sin complejos y con un apartado visual tremendo. Color, luz, sonido (la banda sonora es encima especialmente acertada en cada momento) y ritmo incansable. La magia del circo de la que siempre se habló en una hora y media.

Madagascar 3: De marcha por Europa, consigue al igual que sus predecesoras, sacarnos la risa con unos diálogos ingeniosos e hilarantes. El argumento engancha y entretiene desde el principio, y no solo a los más pequeños, sino también a los mayores. Llevada a cabo con un ritmo vertiginoso que hace que debas estar atento para no perderte ningún comentario divertido, (atentos como siempre a los pingüinos y los monos). Además, contiene en su interior una increíble y sorprendente gama de colores que llamarán la atención de toda la familia, acompañados en todo momento por músicas y sonidos fascinantes y arrolladores. Por lo que sin duda es totalmente recomendable de ver, para todos aquellos que les gusto las 2 primeras partes, y que esperan volver a ver una película de animación llamativa, hilarante, encantadora y bien trabajada de principio a fin.

La tercera parte de Madagascar olvida la arte de moraleja y sensiblería de sus predecesora para lanzarse sin complejos a un festival de humor y fantasía.

Basándo en el slaptick del cine mudo, (con sus persecuciones y las payasadas de los pinguinos y los monos) así como en Dumbo (toda la parte del circo y el número del trapecio) y los grandes villanos de Disney (Fantástica la gendarme obsesionada con cazar un león), es la más alegre y espectacular de las tres partes.

Es una lástima que ese humor, deudor de otra épocas, solo se utilice ahora en películas de dibujos animados para niños. Los mayores, que ya tenemos una edad, también queremos reirnos de vez en cuando sin necesidad de escuchar solo chistes verdes.