Misión: Imposible III

No consigue llegar al nivel de la primera película de la saga pero si mejora la segunda. Philip Seymour Hoffman debería salir más, cada vez que sale todo torna a interesante.

Misión Imposible III tiene suficientes momentos de adrenalina, tensión y entretenimiento, pero también es un poco enrevesada y traicionera con el espectador, al menos desde mi punto de vista.

He vuelto a ver... Misión Imposible 3 (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film767331.html

Un 6. Después de ver las dos primeras, que perdieron un punto en la revisión, ha llegado esta tercera, que lo ha ganado, no sé si por contraste con las dos primeras, o porque me ha pillado en el momento adecuado.

También puede ser por no abusar tanto de lo de las máscaras, aunque sigue apareciendo. Y además, a Keri Russell y a Michelle Monaghan les tengo cariño, así que, el que aparezcan, me ha podido ablandar un poco.

Está bien, es una película de acción más sólida que las dos anteriores, aunque tampoco cuenta nada especial si nos olvidamos de la acción. Pero, de mometo, es la que más me ha gustado de las tres vistas hasta hora en el revisionado de la saga.

El agente especial del FMI Ethan Hunt (Tom Cruise) se ha retirado del trabajo de campo y ha quedado únicamente como instructor de nuevos detectives, está comprometido con Julia (Michelle Monaghan) una enfermera que trabaja en el hospital local que desconoce su enérgico pasado. Su cotidianeidad se ve interrumpida cuando lo contacta el director de operaciones del FMI John Musgrave (Billy Crudup), quien le solicita ayuda para salvar a una agente que desapareció durante una misión en Alemania.

Esto da pie para presentar a Owen Davian (Philip Seymour Hoffman), un peligroso traficante armas al que estaban investigando y que de hecho se observa en la primera secuencia del filme, acá se le da un contexto que agravia aun más lo presentado al inicio de la película, se trata de un tipo metódico y despiadado dispuesto a lo que sea para conseguir sus objetivos.

Tercer largometraje de la saga de Misión: Imposible, que como de costumbre se desarrolla en un tour de localidades alrededor del mundo que en este caso lleva por Berlín, el Vaticano, Shanghai y por supuesto, Virginia. Fue dirigido por J.J. Abrams, por aquel entonces debutando en la gran pantalla, además colaboró en la realización del guion junto a Alex Kurtzman y Roberto Orci.

Una historia con un villano bien definido donde nuevamente un traidor aparece en escena para acomplejar aun más el trabajo de Hunt, que deberá luchar con un equipo mínimo de trabajo debido a que su propia organización se le pone en contra, este filme deja un tanto de lado la parte del espionaje, son pocos los momentos pero son los mejores de la película y los que más tensión llevan, donde el ingenio de los personajes debe sobresalir.

Por el contrario la acción es lo más recurrente desde el inicio, lo que lleva más tiempo en pantalla, es claro también que se cuenta con un presupuesto mucho más amplio donde el exceso de armamentos, balas y explosiones están por doquier, se hecha de menos la utilización del ingenio frente a la fuerza, o la falta de aquellos artilugios de dudosa procedencia pero que sirven para el argumento.

"Misión: Imposible 3" mezcla, a las mil maravillas, la esencia thriller elegante de robos del Brian De Palma de "Misión: Imposible" (1996) con la acción más loca y desatada del John Woo de "Misión: Imposible 2" (2000). Todo ello sin perder en ningún momento la identidad de su artífice: J.J. Abrams, basada en el cliffhanger y el macguffin.
Esa pata de conejo, muy al estilo objeto de Indiana Jones pero retorciendo el concepto, que mueve a los personajes pero que poco o nada importa qué es o cuál es su función. O esas escenas al borde del precipicio argumental. Unido todo por el que es el mejor villano de la serie.
En fin. Otra entrega más en ese limbo de calidad en el que siempre se mueve la saga.

Argumento predecible y con cierto empalagamiento tanto al principio como al final. Pero consigue su objetivo con honestidad: entretener y alucinarte con sus persecuciones, saltos, artilugios, efectos especiales, tiroteos, acrobacias... aquí no hay muchas peleas y las que hay se solucionan rápido y sin espectáculo. De todo lo demás, va más que servida.

Afortunadamente ni ella misma se toma en serio: la pata de conejo es el "antidios", uyuyuy, pero ¡qué miedito! y como dice Simon Pegg en un momento del film "es otra historia de salvar el mundo". El argumento ni está ni se le espera pero hay que unir todos las acciones espectaculares con algo; así que lo del nuevo producto terrorífico en manos del malo maloso sirve una vez más. Se toma alguna licencia, algunas elipsis son de vergüenza ajena y la sensación de necedad en la sucesión de acrobacias y postureos cansa un poco. Por otro lado, el arranque antes de los títulos es intenso y hay dos giros de guión que, no por ya vistos, dejan de ser eficaces.

La dirección es de televisión más que de cine, frenética, dinámica y casi sin respiro. Con poco carisma; en mi opinión, es muy impersonal. No te dice nada el director, no le veo su huella. Salvo en que acepta diluirse en aras de las explosiones y la acción, claro.

En mi opinión, junto con la 2, de las más flojas de la franquicia.