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Los amantes pasajeros

Comedia Un grupo de estrafalarios pasajeros viaja de Madrid a Ciudad de México en un avión cuya tripulación es absolutamente esperpéntica. Durante el vuelo, una grave avería hace que los pasajeros de clase business, al verse inevitablemente al borde de la muerte, se sientan inclinados a revelar los asuntos más íntimos de su vida. Todo ello desembocará en una comedia caótica y disparatada. (FILMAFFINITY)
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Críticas 245
Críticas ordenadas por utilidad
13 de marzo de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espero que ése sea el diagnóstico médico de los guionistas y nuestro querido Almodóvar, porque después de salir del cine no le veo otra explicación. Hasta el Doctor House estaría de acuerdo en que ver tantos espectadores al borde de un ataque de nervios, no es normal.
Reconozco que Pedro es un director diferente, original y atrevido. Está muy bien que siga a rajatabla ese refrán que reza "quien no arriesga o gana". El problema de esa frase es que no te recuerda que también puedes perder y estrellarte con todo el equipo cual Tom Hanks en Náufrago.
Y yo que pensaba que La Piel que Habito era horrorosa... Ahora hasta le tengo cariño gracias a Los Amantes Pasajeros.

Normalmente empezaría por contaros un poco la sinopsis del film, pero... ¡No hay! Bueno lo más interesante es que un avión que se dirige de Madrid a México se queda sin un tren de aterrizaje por culpa de Penélope Cruz y Antonio Banderas, por lo que deberá sobrevolar Castilla la Mancha hasta encontrar un aeropuerto libre. Menuda historia tan apasionante ¿verdad?
En dicho aparato viajan una serie de mamarrachos que intentan ser una crítica a la situación actual de España y a sus señas más zafias, pero no cuela. Son tan obvias las alusiones (una mujer que tiene escarceos con hombres poderosos, un corrupto con nombre más que conocido, un aeropuerto que no se usa, un banco desastroso) que parece estamos viendo La Parodia Nacional o un capítulo de José Mota.

Me imagino la conversación entre el director de Volver y cada uno de los intérpretes embaucados para participar en esta "obra de autor":
-Hola, soy Almodóvar
-Acepto, ¿cuando empezamos a rodar?
-Pero si ni siquiera te he dicho de qué va
-¡Eres Pedro! ¿Qué puede salir mal?
-Hombre, la verdad es que estoy apunto de filmar una gran mi****, por eso quiero que te lo pienses
-No será para tanto ¿no?

Me temo que sí, incauto actor, porque ni siquiera los 3 azafatos que hemos visto unas 300.000 veces antes del estreno, hacen que el visionado valga la pena. Se podría decir que ellos tienen el marrón de ser los "protagonistas" de una historia coral en la que todos se pelean por ver quién hace menos el ridículo. Más de la mitad de los personajes o, no pintan absolutamente nada, o casi era mejor que no pintaran nada. Destacan (entre otros) Blanca Suárez, Guillermo Toledo, Paz Vega, Miguel Ángel Silvestre, su novia ficticia y un tío calvo y con gafas. Mención especial merece la pobre Lola Dueñas, quien aborda un papel imposible con escenas sonrojantes, cuanto menos.

Porque hay momentos de vergüenza ajena para dar y regalar. El sexo siempre ha estado presente en la filmografía del artífice de Todo sobre mi Madre. En la mayoría de las ocasiones no desentona o afecta al conjunto, pero en Los Amantes Pasajeros consigue que desees ver ese avión estrellado cuanto antes y sin supervivientes.
Da igual la conversación o trama que esté teniendo lugar, los chistes y alusiones a felaciones y prácticas varias se suceden sin parar como si de American Pie se tratara.
Claro, luego llegan los momentos (vía teléfono) en los que se supone que debemos ponernos tiernos y uno piensa ¿me estás tomando el pelo? Es que es hasta de Mala Eduación hacer eso.

Si crees que la ya famosa secuencia de los auxiliares de vuelo gays bailando es representativa de toda la película, eres un iluso como lo fui yo. Éso es que habrás escuchado que Almodóvar ha vuelto a sus orígenes. Si yo fuera sus orígenes le pondría una querella a todo aquel que me vinculara a este proyecto.

más cine en http://dleveneyelcine.blogspot.com.es/
dieguin
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18 de octubre de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo esta.... "Película", me llama la atención lo solos que estamos; Pedro; ¿no tienes amigos???, cuando revisas con ese interminable equipo técnico que sale al final de las películas las escenas que habéis filmado ¿no te dice nadie?: esto es una mamarrachada??? No sé, el ayudante de dirección, el actor (¿tanto miedo tienen a los directores?), el becario, la chica que trae la coca-cola... Pedro, tú y yo, y todos, podemos tener una "mala tarde" ya sabes: "el mejor escribano hecha un borrón?, pero esto...

No sé Pedro, no te voy a valorar tu obra, pero si esto "coló" y nadie te advirtió, tienes un problema.

Bueno, siempre nos quedará..... Panamá.....
SrTorrance
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23 de marzo de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ja ja Antonio Banderas y Penélope Cruz con acento andaluz, ja, ja gays estridentes, ja ja gritan palabras soeces, ja ja mamada, ja ja esto es como una peli de Pajares y Esteso, ja ja no tonta es como una de John Waters, ja ja de las que se hacían hace 30 años... ja ja calla tonta que han dicho mamada ja ja Carmen Machi haciendo de Chus Lampreave, ja ja hacía tanto que no me reía así qué peliculón de Almodóvar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Count Van count
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25 de marzo de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como siempre que se estrena una película de Pedro Almodóvar se desata una catarata de comentarios y opiniones de todo tipo a su alrededor. Odios que traspasan lo estrictamente cinematográfico y pasiones incondicionales que no ven más allá de su pasión. Creo, en ese sentido, ser una persona bastante equilibrada al respecto. Dejando clara mi debilidad por Mujeres al borde de un ataque de nervios, solo me centrare en sus dos últimas películas, Los abrazos rotos y La piel que habito. De la primera esperaba la gran obra maestra de su director y el resultado me decepciono bastante. Con la segunda mis expectativas eran mínimas y el resultado, en cambio, fue notable. En cualquier caso, que Almódovar sabe hacer cine y sabe contagiar su pasión por el cine, era algo que quedaba patente en cualquiera de las dos, como antes había sucedido con títulos como La mala educación, Hable con ella, Todo sobre mi madre o Volver, por mencionar solo sus últimas películas.
Dicho esto, decir que Los amantes pasajeros, su última película, es una mediocridad indigna de alguien con un talento tan indiscutible para hacer cine como es Pedro Almodóvar. Tras realizar algunas historias tan intensamente dramáticas como las mencionadas, y empujado por el éxito del parentésis cómico que, dentro de Los abrazos rotos, supuso Chicas y Maletas, Almodóvar se decidió a escribir una comedia libre y disparatada como aquellas primeras películas suyas de comienzos de los ochenta. Esta, parece ser, era la intención, y mis expectativas pasaban por un guion modélico, divertido y lleno de ingenio como el de Mujeres con algo del descaro de Pepi Lucy Boom y compañía. Pero Almodóvar se ha equivocado de lleno y en Los amantes pasajeros no hay humor, y mucho menos ingenio. Todo se reduce a una colección de chistes vulgares y sin gracia que pretenden ocultar el vacío más absoluto, ya que, en realidad, Los amantes pasajeros no es nada.
Un grupo de personajes enecerrados en la clase business de un avión, supuesta representación de los males de nuestra sociedad. Un teléfono que los conecta con el exterior. Dos pilotos con problemas de identidad sexual. Tres auxiliares de vuelo con la sexualidad muy bien definida. Y una sobredodis de mescalina. Estos son los ingredientes que el director mezcla como puede, pero el artificio que Almodóvar pretende hacer pasar por una historia resulta tan nimio e inconsistente, que parece mentira que sea el mismo creador de los alambicados entramados narrativos, también artificiosos pero infinitamente más logrados, de algunas de sus mejores películas.
Los personajes no son personajes, son parodias de carton piedra. Las situaciones no hacen avanzar una historia, son simples y desangelados gags. Al igual que en Los abrazos rotos, aquí Almodóvar también introduce un episodio que rompe con la unidad dramática (cómica en este caso) de la historia. Pero si allí Chicas y maletas funcionaba como una agradecible válvula de escape, aquí la historieta de la chica suicida solo contribuya a vanalizar más la película. De la supuesta carga social de la película, y su, supuesto también, paralelismo con algunas situaciones de la triste realidad que nos rodea mejor no hablo (por bochornosamente obvia).
Pero es que esto no es todo. En Los amantes pasajeros ni siquiera el Almodóvar más visual y estético, ese que con dos pinceladas te compone un plano o una secuencia de arrebatadora belleza, hace acto de presencia. La estética de esta película no es mejor que la de cualquier serie de televisión española.
¿Podía ser peor? Si, si que podía. Y es que por primera vez Almodóvar desaprovecha la presencia de algunos actores de sobrado talento. Pocas veces Antonio de la Torre ha estado tan mal. Pocas veces he visto a la gran Cecilia Roth tan desafortunada. Javier Cámara, en cambio, vuelve a hacer lo mismo de siempre (no es un elogio). Solo Raul Arévalo consigue sacarme, a veces, de la vulgar monotonía en la que acaba cayendo la película.
Y como el mejor momento de la película, lo que no es muy meritorio en este caso, ya lo vimos en el trailer pues poco o nada hay en Los amantes pasajeros que haga que pasar por taquilla merezca la pena esta vez.
En cualquier caso este error no impedirá que vuelva a esperar con ganas su siguiente película, y vuelva a pasar por taquilla puntualmente, como con pocos directores, el mismo fin de semana de su estreno.
ernesto
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25 de marzo de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy ferviente admirador de Almodóvar. Lo reconozco sin tapujos. Me deleitan sus obras más aplaudidas, y me convierto en un espectador selectivo en sus "títulos truño" valorando sus virtudes y guardando bajo la alfombra sus defectos más evidentes. Desde que tengo uso de razón y dinerillo propio en el bolsillo, el mismo día de cada uno de sus estrenos he ido a la sala de cine a verlas, ni un sólo día después, por miedo a que una hecatombe mundial me privara de ello, y por unas ganas desmedidas. Al no ser Almodóvar del gusto de la mayoría de mis amistades, alguna que otra vez he tenido que ir solete a verla, pero me daba igual, no necesitaba a nadie para disfrutar de sus geniales obras.

Pero "Los amantes pajilleros" juegan en una liga totalmente distinta a todo el registro almodovariano anterior. Almodóvar ha intentado revivir el celebrado éxito de Pepy Lucy Bom y de Mujeres al borde de un ataque de nervios sin conseguirlo. Ésa es mi opinión, y la del resto de espectadores que vieron la película en mi sesión, que no se rieron prácticamente en ninguna ocasión.

Los amantes pasajeros vs Pepy Lucy Bom:
lo más recordado de PLB es la escena en la que una de las protagonistas orina encima de otra. En aquellos tiempos esta escena fue toda una revolución contracultural, en aquellos tiempos la mentalidad era otra. En Los amantes pasajeros se habla mucho de penes, incluso uno de los supuestos gags es confundir "llamada" con "mamada", broma que no habría conseguido hacer reír ni en la saga de American Pie. Otra escena que busca únicamente escandalizar es cuando uno de los azafatos le lame el dedo a otro de los azafatos, que resulta estar untado de semen del piloto. Un poco un híbrido entre Algo pasa con Mary y Pink Flamingos, sin la gracia de la primera, ni la inocencia en los espectadores de la segunda.

Los amantes pasajeros vs Mujeres al borde de un ataque de nervios
La huella de la película que abrió el cine de Almodóvar al mercado internacional está presente en todo el metraje de LAP. Esos teléfonos cayendo del cielo, esas mujeres desquiciadas... La escena del teléfono, y en general toda la historia de Guillermo Toledo y Blanca Suárez, no tiene carisma por ninguna parte y está metida en la historia general como un pegote. El gazpacho contaminado en Mujeres... era un gag brillante que producía unas secuelas hilarantes. En cambio las bebidas cargaditas de mescalinas está muy desaprovechado.

En conclusión, yo creo que Almodóvar ha querido retomar algunas de sus ocurrencias más aplaudidas en anteriores películas, pero no ha sabido tomarle el pulso adecuado, y ha filmado su particular Vicky Cristina Barcelona, con una visión totalmente senil y desfasada.

Otras referencias que me ha parecido ver de anteriores filmes:

- El altar portátil que lleva Carlos Areces, me ha recordado a los souvenirs del taxi de Guillermo Montesinos.
- El registro de Lola Dueñas es exactamente el mismo que ya utilizó en Volver, sólo que ahora es médium sin mucha gracia. Lo mismo se puede decir de la pequeña intervención de Penélope Cruz y su acentillo. Antonio Banderas es para echarle de comer aparte, qué mal lo hace en sus 2 minutos de película. ¿Dónde estarán la frescura de Átame o de La ley del deseo?
- El personaje de Carmen Machi quiere parecerse a Chus Lampreave y su recurrente portera cotilla, sin ser tan entrañable ni cómica como ésta.

El guión es una auténtica memez. Además de muy previsible.

¿Risas? Pocas. Yo creo que me reí más con las partes cómicas de Los abrazos rotos que homenajeaban a Mujeres al borde... que en todo el metraje de Los amantes pasajeros.

Las actuaciones, sin llegar a estar mal, tampoco son nada del otro mundo.

A Dios le pido que la brújula creativa de Almodóvar retome el norte. Su hermano (y sobre todo productor) no pudo pararle los pies antes de llevar a cabo este inmundo proyecto? Me temo que estos genios viven endiosados en su propio ego y no aceptan críticas de nadie, es que si no no me lo explico. Ya desde el origen del proyecto se debía ver a la legua que el guión era "de risa".

Puntos positivos:

- La (nada velada) referencia a Bárbara Rey y su affair con su propio apellido demuestra cierta valentía.
- La idea de los pasajeros de la clase "turística" adormecidos, es buena metáfora de la situación de determinadas clases sociales en España.
- Los títulos de crédito de MAriscal, adornados con esa versión tan tropical de Para Elisa infundan por sí mismos de una gran alegría.

Mi puntuación: 2 (no se la recomiendo absolutamente a nadie, Kika al lado de ésta es una obra maestra. Compruebo pasmado que ha tenido un inicio de taquilla espléndido y no me lo explico, si ya el tráiler prometía caspa a granel).
cinefalo79
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