Let's Kill Ward's Wife

Tonta comedia americana sobre cuatro amigos que comparten salidas, pero que la cuestión se complica cuando uno de ellos se casa y su esposa es verdaderamente insufrible. A partir de allí veremos como, en broma, los 3 amigos planean matar a la esposa del restante. La cosa se complica cuando sus pensamientos se hacen realidad y deberán sortear las dificultades que esto les acarrea. El problema está que el argumento es insostenible e imposible de creer, ni siquiera en broma. Las actuaciones acordes a la película. Totalmente prescindible.

En "La boda de mi mejor amigo", Cameron Díaz le canta a su prometido, ante una estupefacta Julia Roberts que no sabe dónde meterse, en un genial tierra-trágame avergonzante de musicalidad ingeniosa y pegadiza "..., forever and ever you´ll stay en muy heart and I will love you, forever and ever, we never will part..." de una fantástica Aretha Franklin; aquí, por siempre y para siempre, estarás en mi corazón y siempre te amaré pero, sí que nos separaremos pues te prefiero mejor muerta, descompuesta y enterrada, en pequeños pedazos, para más inri ¡por si acaso!
De una secuencia, ya bien explotada, de cómo matar jefes, novias, esposas, suegras, vecinos incordio etc. etc. etc., pasamos a cómo nos deshacemos de ella porque, que hay cadáver y éste está tieso es algo que, hasta el título y la sinopsis dejan claro.
Presentación amena del grupo de amigos, guapos, cool, simpáticos, con encanto y apetecibles que da paso a la payasada accidental, o no tanto, de turno y, a partir de ahí, una serie de fantasmadas que igual te hacen gracia y provocan una sonrisa inesperada, por la ridiculez de la escena o la bobería de diálogo intercambiado que, pasa al sadismo grotesco, a la barbarie irónica, a la bufonada cruel de esperpenta mirada, una desfachatez ligera que ameniza sin pretensión alguna, ideal para un buscado escarceo en tu espacio de ocio disponible.
Un diestro Patrick Wilson a la cabeza de esta misión posible que resulta escasa, demasiado sencilla y poco suculenta pues tenían material para más comicidad, mayor sagacidad, garra y fuerza si el atrevimiento de Scott Foley, director y guionista, hubiera ido más lejos de algo corto, ameno y superficial, lo cual no es malo sólo que se parecia demasiada ligereza, modosidad y pobre esfuerzo que asoma la cabeza pero no presume de cuerpo entero, nimiedad de estilo sin contratiempos para guardería de esparcimiento que parece tenga miedo de subir de curso y profundizar más allá de esa levedad que apenas roza el paladar, ni como tentempié logra abrir apetito ya que, al igual que esa rica cerveza, previa a la cena, que es ta light/baja en calorías/0´0 alcohol que te preguntas si no valdría la pena tomar un refresco en lugar de esa teatralidad cerente de sabor porque, ésto ni es cerveza ni na, sólo ¡un engañabobos!
Comedia que no llega, drama que ni se pretende, juntamos parejas, a la basura la ficha que sobra y ¡felicidad para todos! que la familia vuelve a estar unida y la amistad se demuestra andando, desangrando, descuartizando y enterrando en unión fiel y eterna.
Galimatías que no llega a caldear el ambiente y ameniza en breve y corto, sin expectativas en su argumento y, con facilidad asombrosa de resolución en su guión, logra ese cambio facial en tu rostro que eleva los labios hacia las orejas, por tanto, ¡vamos a pasar el rato, a permitir esa ascendencia neutra y a descansar la cabeza!
Da para poco y, lo poco que da, sabe a poco; con todo, gusta y entretiene con modestia, tal vez porque, ofrece poco y, ¡tampoco es cuestión de anular ese poco! pues, lo poco que muestra es mejor que muchos pocos de otras.

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es

Acabo de ver esta película y aunque no es gran cosa, me medio gustó, tal vez porque quería o necesitaba ver algo relajante, aunque no es relajante del todo, si tiene algo que la hace como "suave" y si hubiese tenido mejores diálogos y más cómicos y más escenas graciosas, hubiese estado muchísimo mejor.

A esta película le faltó más humor y mejores actuaciones.

Pero en fin, no estuvo mala.