El reino del anillo (Miniserie de TV)

Adaptación televisiva fiel a la historia mitológica del anillo del nibelungo, auge y crepúsculo de los dioses. Un homenaje a la mitología germánica y nórdica que tantas leyendas memorables y cuentos ha alimentado, y tanta imaginación suscita.
Los actores se ciñen a sus papeles, sin actuaciones brillantes eso si, pero tampoco sin mala escuela. Se echa en falta más presencia de los dioses, ya que son estos quienes tienen un protagonismo especial en la ópera de Wagner.

En algunos momentos la película sucumbe a la recreación digital, y en otros es una notable adaptación en tiempo y forma de la tragedia de Brunilda y Sigfrido, dos semi dioses que son engullidos por la envidia, el pecado y la ambición humana. Una consistente moraleja que Wagner hizo obra maestra y que en esta película nos cuenta con sutileza.

Kristianna Loken está muy convincente en su papel de Brunilda, la Valquiria traicionada y herida en su orgullo por las constantes desavenencias con los humanos.

Película televisiva basada en el cantar de los Nibelungos y la leyenda de Sigfrido. La película es estrictamente fiel con el cantar, algo de agradecer, y está por encima de otros productos para la TV de corte fantástico. Donde cojea la película es en el protagonista, Benno Fürmann que da vida a un Sigfrido bastante atolondrado y sin carisma, pero que no enturbia del todo el film. Además nos encontramos con una Kristanna Loken (Terminator 3, Bloodrayne) en el papel de Brunilda, eso sí bastante más jaquetona que en la actualidad. Los secundarios dignos.

Lo primero que llama la atención en esta película es el acierto en la elección del elenco. En los roles principales tenemos al para mí desconocido Benno Fürmann en el papel de Sigfrido, el legendario héroe de los mitos germanoescandinavos, cuya historia se cuenta aquí desde sus inicios; en tanto que la bellísima y temperamental Kristanna Loken es Brunhilda, la reina de Islandia, en un rol que decididamente no era para nadie más que ella. Creo, en efecto, que ninguna otra actriz en este momento podría, como ella, cortar la respiración al público masculino y a la vez exhibir ese aire intimidante que aquí envuelve a la actriz. A título de curiosidad, digamos que figura también Robert Pattinson en un papel anterior a aquellos que lo hicieron famoso (el de Cedric Diggory en la saga de Harry Potter y el de Edward Cullen en la reciente Crepúsculo), aquí interpretando al príncipe Geiseler.

La adaptación de una saga como la de los Nibelungos decididamente no es tarea fácil. El famoso poema, se sabe, es la versión cristiana de un mito pagano. ¿Cuál versión debía seguirse, la original y menos conocida, o la cristiana, más celebre pero de algún modo también más insulsa? Con gran ecuanimidad se ha optado por un tercer camino, tomando elementos de ambas y fusionándolas en una tercera y nueva versión. Esto es fundamental porque convierte a la historia en una alegoría del cristianismo reemplazando a la antigua religión nórdica. Además, la trama adquiere nueva y más trágica dimensión por esa vía: deja de ser un drama de humanos mortales aunque heroicos para convertirse ni más ni menos que en el mítico Crepúsculo de los Dioses.

Se debe admitir, como dato importante para los devotos de los efectos especiales, que el dragón Fafnir, sin ser el peor reptil legendario recreado en celuloide, tampoco es de los más impresionantes. Cumple, y nada más. Pero en lo personal, prefiero soslayar este detalle atribuible quizás a razones presupuestarias, toda vez que se cumplió amplia e inteligentemente en todos los demás aspectos. EL REINO DEL ANILLO (para Argentina, EL ANILLO DE LOS NIBELUNGOS) es una soberbia creación épica, y uno de los mejores productos recientes vistos en televisión.

Un buen producto para la televisión con la mítica historia de los Nibelungos.
Lo que ha resultado más sorprendente es el acierto en el casting de los protagonistas, tanto el amigo Benno como la amiga Kristanna. Sinceramente no reconocí a ningún actor/actriz excepto a ese que representó hace poco al personaje de "Edward Caraculen".

Con los actores cumpliendo, con un argumento interesante y con una buena recreacion en paisajes y ropa, es algo flojo el dragón Fafnir. Pero teniendo en cuenta que es para la televisión se puede pasar por alto.

Un clásico nórdico llevado a la pequeña pantalla con éxito donde espadas, dragones, amores y dioses se unen para entretener a los humanos.

Necesaria película sobre "el cantar de los nibelungos" toda vez que hay pocas versiones, por lo menos que yo conozca. El elenco de actores es el adecuado, pero la verdad que Kristanna Loken podía haber dejado de actuar ya de Terminator, porque tiene una mala leche que flipas. Después Benno Furman aparte de estar muy bueno hace una buena y convincente interpretación de Sigfrido, el héroe que se casa con Crimilda, Alicia Witt, para mí la mejor pareja de esta cinta. Aparece Julian Sands y los efectos son únicos creados desde un prisma que incita a la lectura. La edad de hierro y la de los nibelungos se conjugan conformando en toda regla una tragedia llena de luz y amor en el ciclo heroico. Robert Pattinson sale de jovencito.