Arizona sangrienta

Correcta, interesante, dinámica, sencilla, compleja y entretenida producción en forma de Western en la que los miembros de una banda de delincuentes son salvados de una condena con el fin de llevar a cabo una misión propia de los Rangers.
Vi esta película por recomendación de Quentin Tarantino en un especial que surgió antes del estreno en cines de Once upon a time in Hollywood y tengo que decir que fue una producción con la que disfruté y estuve entretenido, contemplando toda una trama de engaños, duelos y amistad en los que el honor y la camaradería prevalecen.
Se deja ver con facilidad y tiene el encanto de los westerns clásicos de los que poder disfrutar.
No cuenta con grandes secuencias de acción, ni grandes interpretaciones, pero el conjunto del producto da para disfrutar de un correcto y acertado western.

Lo repetiré una vez más: Audie Murphy fue el-soldado-más-condecorado-de-la-Segunda-Guerra-Mundial. Al volver a la patria, Hollywood le acogió en sus brazos y, pese a la cara de pánfilo, hizo de él una estrella. Tras unos pequeños papeles, decidieron que el western era su hogar ideal, y fue encadenando uno tras otro, casi todos de mediana calidad, si bien fueron empeorando con el paso del tiempo.
El renegado de Arizona pertenece a la última etapa del actor, antes de que muriera en un accidente de aviación a la temprana edad de 46 años. La dirigió William Witney, el típico todoterreno que filmaba lo que le echaran, sobre todo westerns. Su filmografía consta de 142 títulos, entre cine y televisión, de modo que oficio no le faltaba. La trillada historia de Arizona Raiders cuenta las andanzas de dos miembros de la banda de Quantrell que deciden reconvertirse en rangers de Texas, temática más vista que el TBO. Hacía tiempo que intentaban hacer de Murphy alguien más duro, como hicieron estupendamente con Dick Powell, que de nenito melifluo y empalagoso se transformó de la noche a la mañana en Philip Marlowe, para luego encadenar una serie de noirs a cual mejor. Pero Murphy no cuajó, le faltaba algo y no lo encontraron nunca.
En honor de Witney cabe decir que la cámara se mueve con agilidad, planifica bien las escenas, hay grúas y travellings elegantes, se aprovechan con eficacia y sentido estético los hermosos paisajes donde transcurre la acción, la música de Richard Lasalle es convenientemente épica, y el cuadro de secundarios arropa con seguridad y robustez a Murphy. No sería yo si no revelara a mis hermanos erotómanos la presencia en el reparto de la sin par Gloria Talbott, reina del cruzado mágico (si entráis en Google imágenes comprenderéis de inmediato a qué me refiero), capaz de romper los jerseys más resistentes con sus apreciables volúmenes. Minimito erótico de la época, interpreta el improbable papel de india, debido a sus rasgos exóticos, y consigue que le rasguen la blusa en una escena, sin exhibir otra cosa que una bonita espalda. Con ella como paratiempo, la película es pasable y hasta entretenida. Un regalo de las mañanas de la 2.

Aunque no pertenecen a la misma casa productora, ni cuentan con el mismo director, se me hace que, <<ARIZONA RAIDERS>>, es una pretendida secuela de, “Kansas Raiders” (Ray Enright, 1950). Razones: La semejanza en los títulos; el hecho de que ambas son protagonizadas por, Audie Murphy, haciendo de secuaz redimido del tristemente célebre bandido, William Clarke Quantrill, y sobre todo, porque la historia continúa donde termina la primera: Los asaltantes que sobreviven a su cabecilla, prosiguen sus andanzas… y ahora planean robarse una gran remesa de oro.

Partiendo de una historia escrita por, Frank Gruber y Richard Schayer, fueron, Alex Gottlieb, junto a Mary & Willard Willingham, quienes escribieron el interesante guion que se guarda unos giros bastante llamativos con los que logran sorprendernos… ¡y por primera vez, el personaje puesto en las manos de, Audie Murphy, resulta tan ambivalente que siempre nos tiene en ascuas!

Muy interesante, también, el personaje que interpreta, Buster Crabbe (el del capitán, Tom Andrews), un buenazo que pareciera leer en la mente de dos ex-Quantrill’s Raiders, que puede confiar en ellos y asignarles una valiosa, y muy riesgosa, tarea: Que le ayuden a atrapar a los compinches de aquella pandilla. ¿Obedecerán? ¿Faltarán a su juramento y lo traicionarán? ¿O escaparán rumbo a México para empezar una nueva vida?

La trama está bien desarrollada, intercalando oportunamente las escenas de diálogo con la acción y, aunque rodada con la austeridad de un filme serie B (fácil advertirlo en la fotografía, la iluminación, los decorados, el vestuario…), resulta bastante precisa en su composición de movimientos y cuidadosamente editada como para que el ritmo se mantenga durante los 97 minutos que dura la aventura. También vale citar el curioso y relevante papel que juegan aquí los indios yaquis, los cuales aparecerán, ocasionalmente, como ángeles vengadores contra aquellos que masacraron a muchos miembros de su comunidad.

El prolífico director, William Witney (1915-2002), con una larga lista de westerns en su haber, dirigiendo especialmente a Roy Rogers y a Rex Allen, tiene aquí el segundo de tres filmes que haría con nuestro muy apreciado, Audie Murphy. El primero fue, “Apache Rifles” (1964), y el tercero sería, “40 Guns to Apache Pass” (1967), todos ellos ambientados en tiempos de la Guerra Civil y las relaciones del ejército con los nativos americanos.

Aunque al inicio de, <<EL RENEGADO DE ARIZONA>>, se hace una veraz reseña de quien fue William C. Quantrill, el personaje se apellida aquí, Quantrell (con e, ¿por error?), pero su presencia en el filme es muy breve, solo como un antecedente para resaltar a la temible pandilla protagonista.

Ben Cooper, Michael Dante y Gloria Talbott, complementan el reparto de una película que me ha dado gusto ver.

Título para Latinoamérica: ARIZONA SANGRIENTA

De título original “Arizona Raiders”, es un western dirigido por William Witney. La película sigue la historia de Clint Stewart, un cuatrero y miembro de un grupo de peligrosos pistoleros, detenido y al cual losacan de prisión, a cambio de ayudar a los Rangers de Arizona a capturar a los miembros de su banda criminal.

Una vez liberado, junto con otro amigo, buscando a la banda, una bailarina le proporciona información sobre el paradero de los forajidos, que está con un colectivo de indios. Una vez lo calizado el grupo Stewar y su compañero, no sin alguna duda, fingen querer unirse con ellos.

La trama está llena de intriga, engaños, acción, indios, cabalgadas, la chica guapa, elementos típicos del género western. Destaca la estupenda actuación de Audie Murphy en el papel de Clint Stewart; acompañan Michael Dante, Ben Cooper y un cuadro de secundarios que arropan con seguridad al protagonista, sin olvidar a la bonita californiana Gloria Talbott, que tiene una delantera digna de elogio. La película ofrece una visión emocionante y casi sin pausa del Salvaje Oeste.

En favor de W. Witney hay que decir que la cámara se mueve ágilmente, las escenas están muy bien planificadas, hay grúas y travellings elegantes, se aprovechan con sentido estético los hermosos paisajes donde transcurre la acción, los indios son autéticos indios, las galopadas son de aquellas que suscitaban el aplauso de la chiquillada antañazo y la música de Richard Lasalle es convenientemente épica.

Obra interesante, dinámica, sencilla y compleja a la vez, en lo moral, en lo social, y es muy entretenida. Aunque haya por ahí críticas que no la ponen bien, esta cinta es una película que vale la pena verse, sobre todo para los amantes del género, de modo que te la recomiendo.