Conociendo a Gorbachov

El director alemán Werner Herzog cuenta la vida del último presidente de la Unión Soviética (URSS) a partir de un conjunto de entrevistas que pudo realizar tanto con él como con otros líderes de Europa Oriental.

Por Nicolás Bianchi

Meeting Gorbachev (2018) es inevitablemente una película triste ya que está centrada en una serie de entrevistas con un hombre anciano, y viudo, que padece varios problemas de salud. Eso no quita que sea sumamente interesante.

Herzog elabora un documental biográfico que repasa todos los momentos de la vida del ex líder soviético, con especial atención en los tres años que duró su presidencia y en el proceso que lo llevó allí. Lo muestra como una figura amigable para occidente ya que destaca sus encuentros con Ronald Reagan, Margareth Thatcher y Helmut Kohl, y además como un político que intentó aproximarse al pueblo ruso.

La idea que propone Herzog es que el derrumbe de la URSS sucedió a partir de las aperturas económicas y políticas que intentó Gorbachov, llamadas Perestroica y Glasnost. Una vez que el sistema presentó una rajadura todo se derrumbó. Seguramente haya enfoques con mayor grado de complejidad histórica pero para los fines de la película, que es narrar la vida de Gorbachov, la tesis es útil.

Los momentos más logrados del documental son los relatos que Herzog hace a través de material de archivo y con su voz en off. El repaso de los funerales de otros líderes como Brezhnev o Andropov resultan reveladores. El análisis de algunos actos públicos con las sagaces observaciones del director también.

En las entrevistas Herzog no puede reflejar al Gorbachov que se presenta en el contexto. El destacado estudiante, líder político, quizás uno de los hombres más inteligentes de su generación es ahora una persona muy mayor que parece acorralada por la muerte. Los intercambios no son fluidos, ya que Gorbachov habla en ruso y Herzog en alemán, y en varios momentos las respuestas carecen de algún tipo de relevancia o novedad. No sabemos si Gorbachov no termina de entender lo que le preguntan o no quiere revelar más que lo que ya es sabido. Los encuentros entre ambos, entonces, suelen tener largas preguntas del entrevistador y escuetas respuestas del entrevistado. Al revés de lo que indica la teoría. Sin embargo, al final la entrevista logra obtener, al menos, un destello de lucidez que sirve para cerrar el film.

La “Perestroika (перестройка)” significa eso, reestructuración. Así se denominó la reforma económica que inició el “hombre de la mancha en la frente”, en cuanto tomó el poder como Secretario General del Partido Comunista Soviético. Pretendía desarrollar una nueva estructura de la economía interna de la Unión Soviética, y fue llevada a la práctica en la totalidad del inmenso territorio soviético. Fue el principio del fin de la Guerra Fría.

Gorbachov retiró las tropas de Afganistan y colaboró con EEUU en la primera Guerra del Golfo, tras la invasión no justificada de Sadam Hussein en Kuwait. Permitió la eliminación de la alambrada húngara con occidente, la caída del muro de Berlín, la reunificación pacífica de Alemania, y la consecuente independencia de los países soviéticos.

Lech Walesa fue, en cierta medida, su precursor polaco, y Chernobyl una dura lección imposible de aprobar. Impulsor del desarme nuclear con Reagan, incansable discutidor con Shutz, Kohl y Thatcher en aquellos años que cambiaron el mundo… Su tragedia, no haber podido culminar su visión de una Europa del Este integrada en una Europa única a una sola velocidad..

Puede que Herzog no meta sus dedos en llagas soviéticas que los compatriotas de Gorbachev no están dispuestos a dejar cicatrizar en su memoria, pero no son llagas relevantes para el resto del mundo occidental comparadas con los logros de este personaje relevante y esencial en la historia del mundo en el siglo XX.

Es un documental lineal, didáctico, convencional, pero consigue plasmar, no sólo el genio político de Mijaíl Serguéyevich Gorbachov, y su fascinante trayectoria vital, sino su talante personal. Su determinación ante el intento de golpe, por ejemplo. Su espíritu autocrítico con su equivocada tolerancia hacia Yeltsin, sobre los efectos de la desmantelamiento de la URSS, y su comprensión hacia los que lo consideran un “traidor a la patria”. Sus emociones, que muestra sin disimulo, casi sin filtro alguno, ante el amigo alemán. El dolor sin fecha de caducidad desde que su mujer, Raisa, muriera: “Cuando Raisa murió, me quitaron la vida”.

Documental enfocado en una entrevista realizada por el realizador alemán Werner Herzog a una de las figuras trascendentales en la historia del siglo XX, Mijaíl Gorbachov. Herzog, ávido e incansable cineasta, entrega uno de sus trabajos más académicos en casi sesenta años de carrera. Compartiendo créditos en la dirección con André Singer, persona que le ha servido como productor en algunos de sus trabajos recientes.

El largometraje tiene una estructura sencilla, una muy breve introducción donde detalla en los encuentros que tienen, posteriormente la entrevista, que se complementa con rememoraciones narradas por el propio Herzog, enfocadas por supuesto en los aspectos biográficos de Gorbachov, su infancia, sus estudios, la llegada al Partido Comunista, la Perestroika, el fin de la Guerra Fría, la caída de la Unión Soviética.

Sentados de frente en alguna oficina, Herzog le indaga, él en inglés, su contraparte responde en ruso, mientras algún ágil traductor realiza su trabajo al instante. Sin duda, esta entrevista se convertirá en uno de los documentos más importantes para las generaciones futuras, para comprender de primera mano a -quizá- el actor más señalado como el causante de la desestructuración soviética.

Sí algo queda claro conociendo de historia y reforzándose con este filme, es que el tipo de sociedad implementado en la URSS estaba fallando (como también falla, claramente, el capitalismo), mala planificación y corrupción daba al traste con su ideología. La llegada de Gorbachov al poder fue -si se permite la palabra- revolucionaria, hombre brillante que se acercó a su pueblo, pero también a occidente.

Para él estaba claro que se necesitaba reestructurar, sus afamadas políticas de la Perestroika y el Glasnot fueron el inició de un final inesperado. Un cúmulo de situaciones en los países que componían la URSS, el intento de Golpe de Estado en su contra, sumado al oportunismo de Boris Yeltsin -presidente de la Rusia soviética en ese momento- dieron al traste con la Unión Soviética, su renuncia como su presidente acabó con ella.

Herzog logra un buen balance entre imágenes de archivo y la entrevista, explora de forma ágil la biografía del personaje, además de la política, indaga brevemente en su gran amor, su esposa Raisa fallecida en 1999, lo justo en el momento más sensible del filme. Herzog consigue entrevistar varias personas involucradas en esa época, pero de otros países: Estados Unidos, Alemania, Polonia, Hungría, lo cual sin duda enriquece y fortalece el filme.

Evidentemente Meeting Gorbachev no es un documental para cualquier persona, aunque para nada es tedioso, es claro que no muchas personas van a estar interesadas en ver algo tan relevante para la historia, más allá de esos hechos, los protagonistas dejan entrever que, en la actualidad, la lucha armamentística nuclear -por la que Gorbachov abogó tanto eliminar durante la Guerra Fría- parece activarse nuevamente.

Muy interesante. Pero desaprovechado. Tener a tu disposición durante horas a un personaje como Gorbachov y acabar mostrando imágenes de Regan, Thatcher, Schulz, entrevistando a personas que nada o muy poco aportan, es quedarse con una pequeña parte de lo que podía haber sido una gran lección de Historia contada por uno de sus principales protagonistas.
Correcto lo que se muestra, pero muy insuficiente para lo que podía haber sido.