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El lobo detrás de la puerta

Drama. Intriga Una niña es secuestrada. En la comisaría, Sylvia y Bernardo, los padres, y Rosa, principal sospechosa y amante de Bernardo, dan testimonios contradictorios que conducen a los más sombríos rincones del deseo, la mentira y la perversidad en las relaciones de esos tres personajes que acabará con un final terriblemente inesperado. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
25 de febrero de 2016
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de traiciones amorosas, intriga, inseguridades y miedos, la historia relata deseo, posesión de una persona que denota inseguridad, narrada por partes y puntos de vista arrojados según un agente de policía va indagando y cuestionando a cada uno de los personajes sobre lo acontecido: el secuestro de una niña.
La presión de compararse con otra persona enloquece y daña una relación que pudo durar mucho tiempo y ser placentera para todos los involucrados. ¡pero un momento!.. no es solo inseguridad, aquí también hay venganza de la peor que alguien pueda pensarse, aunque para algunos tal vez sea justicia y equilibrio, aunque con algunos victimas inocentes como suele suceder en las guerras.
Nos muestra otra parte de Rio de Janeiro, no tiene que redundar en sus playas, música y monumentos o lugares históricos relevantes, simplemente es la historia de unas personas que viven y toman decisiones más allá de su entorno reconocido mundialmente.
No tengo que contar mi vida, para decir que te llega y puedes relacionarte con la historia, o simplemente no, pero si divertirte y pasar un buen rato viéndola.
Adrián Cantor
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20 de julio de 2014
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No anda mal encaminada la gente que compara esta película con los episodios de aquella serie llamada “La huella del crimen”. Ambas comparten la esencia de narrar historias escabrosas con una naturalidad que pone la carne de gallina. En el caso que nos ocupa estos hechos podrían haber sido perfectamente reales, lo cual le da a la historia una dimensión todavía más espeluznante. Lejos de la espectacularidad pero poca credibilidad de los thrillers que nos llegan de Hollywood, Fernando Coimbra enfoca su película con un tono realista que la acerca al cine europeo, en especial al francés (¿soy el único al que la frialdad del personaje de Rosa a la hora de ejecutar su plan le recordó al que hacía gala Jeanne Moreau en su personaje de “La novia vestía de negro” de Truffaut?) y construye una historia morbosa y malsana en la que nadie parece ser quien en principio aparenta. Poco a poco, y a través de las declaraciones de los implicados vamos descubriendo su verdadera cara y asistimos a un baile de personalidades inestables donde la locura no tarda en hacer su aparición. Y es ahí donde brilla con luz propia el personaje de Rosa, perturbadoramente interpretado por Leandra Leal, esa loba de apariencia inofensiva que una vez atrapada su presa no dejará que esta se escape de sus garras sin llegar a las últimas consecuencias, dejándonos al mismo tiempo un buen puñado de las secuencias de pareja más intensas que nos ha dado el cine últimamente.

Lo mejor: lo terriblemente natural que resulta toda la historia.

Lo peor: la atracción inicial entre los dos protagonistas parece algo inverosímil.
AMQE
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14 de septiembre de 2014
26 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo reconozco. Se lo que es engañar a dos personas, se lo que son las excusas, se lo que es mentir por defecto, se lo que es la presión de que te pillen, el dormir con una y pensar en otra, la adrenalina de lo prohibido, los placeres del pecado. Fué hace 25 años más o menos, acababa de terminar la carrera y empezaba a trabajar de becario (no es un invento de ahora lo de trabajar por la feis, queridos universitarios actuales). Por aquella época estaba muy interesado en temas esotéricos y espirituales, me comía todo lo que hacía el doctor Jiménez del Oso y empezó a editarse la revista Mas allá. Todas las charlas sobre esos temas me interesaban y en una de ellas conocí a…. no recuerdo su nombre, la verdad. Siempre coincidíamos los martes y jueves en el mismo local de reunión y al ser más o menos de la edad trabamos conversación y conspiración… ella era bastante resultona, muy pseudoprofunda y tenía un par de razones que no podía dejar de mirar (este era realmente su atractivo, no nos engañemos). El caso es que empecé a tener una doble vida, la oficial de fin de semana con mi novia de toda la vida y entre semana, en otra ciudad con mi “amante”. Como no había móviles quedábamos de un día para otro y nuestros encuentros “amorosos” eran en mi coche en aparcamientos vacíos de playas nocturnas. Al principio todo iba muy bien, yo me sentía el boss, el gallo, el macho alfa, el sheriff, o rey du mambo, el puto amo vaya, como Milhem Cortaz, pero como en la película ella quería más, me empezó a decir que porque no dejaba a mi novia, que juntos seriamos felices, que yo era el hombre de su vida, bla, bla, bla todo eso..que ya sabéis o en su defecto os podéis imaginar. La chica no tenía oficio, ni beneficio, ni ganas de trabajar, era una nini de los 90 en busca de marido, así que yo no dejé a mi novia que aspiraba a otro futuro como así fue. El caso es que se empezó a poner pesadita, empezó a llamarme a la casa que vivía de madrugada, empezó a ir los fines de semana a la otra ciudad para “encontrarnos”, empezó a querer follar sin condón y ya por último, cuando notó que yo estaba perdiendo interés me contó su gran secreto: que algunas noches era abducida por una nave espacial, violada por varios extraterrestres y vuelta a poner en casa por la mañana…..puf, puf, lagarto, lagarto , vais, vais. Está claro que sus hermosas tetas no me habían dejado ver el bosque de su trastornada mente, la primera loca de mi vida a la que han seguido varias más. El caso es que di la espantada cual Curro, deje mi trabajo de becario precario y volví a mi ciudad y a los brazos de mi novia formal. Al no haber móviles, facebucs, ordenadores, ni señas, la cosa fue sencilla y rápida, me olvidé de ella como del esoterismo, la Atlántida, los ovnis y la ciencia infusa y difusa.

La película bien se podía haber llamado enemigo a las puertas o atracción fatal, pero como ya hay 2 películas con ese título, los productores buscaron un título más ambiguo y se olvidaron de la loba. Me ha resultado interesante pues nos acerca al mundo de los infieles y no hay muchas películas al respecto, cosa que me llama la atención teniendo en cuenta las estadísticas. Me ha gustado como muestra la tensión de la doble vida, la necesidad de dormir abrazado al móvil, la presión de tenerlo siempre en silencio, la solución de comprarse un segundo móvil y por ultimo confiar que tu amiga infiel al menos sea leal y no te traicione. A veces todo acaba como el rosario de la aurora (obvio si das con una pirada de 25) y otras se acaba porque los objetivos de uno y otro son distintos, que suele suceder cuando el estado civil de los adúlteros no coincide. El desenlace me ha parecido desmesurado pero me gusta el tono brutal tranquilo del desarrollo de los acontecimientos aunque excesivamente moralizante. No es cierto que siempre te pillen, solo si eres muy torpe y no te sabes retirar a tiempo. En general los maridos suelen mirar a otro lado con tal de que ellas les laven la ropa, les planchen las camisas y hagan la cena. Mujeres infieles del mundo desengañaros, no sois más listas, lo que pasa es que nosotros somos muy básicos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JOSE ANGEL
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23 de septiembre de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una brasileña "Atracción fatal" penetrante, sutil e impactante pues su violencia evoluciona con lentitud y calma, inquietante tranquilidad de un caminar frágil pero de firme compás que busca compensación ante el dolor y la humillación sufrida, una brutalidad de soporte silencioso que carcome a la protagonista hasta convertirla en un lucifer catatónico sin miras ni pena, un progreso de absorción innegable y ardua digestión por su naturalidad expositiva, su no forzado transcurrir y su veraz resolución.
Una caperucita boba e ingenua que se transforma en un lobo feroz y peligroso que maltratado en sus carnes y dolido en su alma ataca sin piedad, lástima ni consideración, venganza que se sirve en frío y con nulo arrepentimiento.
La historia es harto conocida-nada novedosa, un trío amoroso que avanza con pauta moderada de escala ascendente y progreso efectivo, una exquisita templanza a destino sombrío con pasos de fácil adivinación cortados con patrón de confección de medida standard pero que cautivan tu atención y atrapan por su intensidad y fuerza de avance con un inicio blando y destartalado, breve intriga y confusión que da paso a un ascenso sólido, de mayor consistencia para llegar a un final abrupto y desgarrador que corta la respiración y ofende al corazón producto de un sabio e inteligente caminar que va dejando sus debilidades y torpezas de principio de aventura para coger robustez y plantear una excursión de efecto interesante y sugestivo muestra del mejor hacer del cine carioca y de Fernando Coimbra que con elementos comunes nada llamativos confecciona una relato de potencia de menor a mayor penetración, de energía agresiva y una escondida violencia ofrecida a cuentagotas para mayor temple y gratificación del espectador.
El "Seven" de las complicadas relaciones humanas, del peligroso juego de los sentimientos, de las devastadoras ilusiones truncadas y las hermosas ensoñaciones frustradas que elaboran sin control pero percepción obvia una bomba de relojería de explosión evidente y consecuencias imprevistas que arrasa por igual a demonio culpable que a víctima inocente.
Narrada en flashback, tiempo en presente de pasado recordatorio, la impresionante interpretación de Leandra Leal destaca por su frialdad, veracidad y devorado consumo, un ojo por ojo-diente por diente demoledor, hipnotizador, de súbito cálculo, explosión repentina de un ángel convertido en demonio que ya no siente ni se compadece y actúa por rencor y daño instintivo, animal herido que responde con una natural y profunda agresión defensiva.
Cómoda y fácil visión, complicidad asequible e infalible, testimonio franco de todo un pillo Don Juan arrepentido de haber engañado y manipulado a la crédula y tonta Dona Inés que pasa de la alegría, pasión y risas del hermoso principio a las lágrimas, lamento e irreparable dolor de su drástico final.
Jugar con fuego es peligroso pues el infierno está lleno de llamas de abrasador e insoportable calor, ¿no?

http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/
lourdes lulu lou
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6 de julio de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el llamativo título de El lobo detrás de la puerta nos llega desde Brasil una especie de thriller con bastantes tintes dramáticos, en una obra dirigida y escrita por Fernando Coimbra. El punto de partida es sencillo: la hija de Bernardo y Sylvia ha sido secuestrada, éstos van a la comisaría a poner la respectiva denuncia y a declarar todo lo que saben sobre supuestas personas que podrían estar detrás del secuestro. Todos los indicios parecen apuntar a Rosa María, amante de Bernardo, que sin embargo acusa a una tercera persona de haber cometido el delito.

A partir de ahí, la narración deriva en un gigantesco flash-back que tendrá su punto y aparte más adelante, cuando la acción vuelva al tiempo real antes de dar paso al siguiente retorno al pasado. En definitiva, es una película construida en base a las declaraciones que sus protagonistas ofrecen al jefe de policía que les toma declaración e intenta averiguar qué ha sido de la niña. Curiosa a la par que atractiva propuesta, ya que refuerza la intriga que de seguir un montaje narrativo lineal no hubiera podido tener.

Conforme avanza la película nos vamos dando cuenta de que el guión simplemente cumple. No hay grandes virtudes en lo que se refiere a los diálogos o a las motivaciones de los personajes, que más o menos discurren según lo que hemos visto en este género. Esto es, el lío de triángulos amorosos, mentiras y pequeñas dosis de agresividad que también recuerdan ligeramente al cine negro de los 40 y 50. Sí existe una escena con mucha fuerza, que impactará bastante en el espectador salvo que éste se adelante a los movimientos y adivine lo que va a pasar, cosa que, por otra parte, tampoco es excesivamente complicada. Algo parecido sucede con el final, tan asombroso como ligeramente atropellado en su construcción, pero que remata de manera decente la película.

Sin embargo, donde más destaca El lobo detrás de la puerta es en su factura técnica. La película es magnífica en el aspecto formal, cosa de la que quizá no es tan fácil darse cuenta al visionarla por primera vez, pero que tras el final y la consiguiente reinterpretación de ciertas escenas (recordemos que la película parte en tiempo real para después acometer el flash-back) comprobamos que el director ha jugado con el espectador desde el primer instante. Mediante la posición de la cámara para captar al protagonista, unido a ciertos retoques en la iluminación, Coimbra parece que da las suficientes pistas como para adivinar el desenlace de la historia sin que sea necesario ver más minutos de película, pero obviamente esto es algo de lo que prácticamente nadie se dará cuenta hasta que no lo vea por sí mismo. Es entonces cuando hay que echar la vista atrás y recordar el gran trabajo de dirección y fotografía de los primeros minutos, la mayor baza del filme sin ninguna duda.

Pese a esta capacidad de ingenio en lo que se refiere a visual, sería un exceso catalogar a El lobo detrás de la puerta como un thriller atípico o desmitificador, de hecho por momentos resulta complicado catalogarlo más como thriller que como drama por la cantidad (abusiva, a veces) de tiempo que Coimbra dedica a profundizar en la relación entre los protagonistas y porque la propia atmósfera tampoco está cargada de una intriga demasiado desmesurada, en parte porque se trata de manera poco artificiosa. Hecha esta aclaración, sería erróneo tachar a la obra brasileña de tramposa, más bien al contrario: es una película honesta consigo misma y eso siempre lo agradece el espectador, que puede pasar 100 minutos de cine sin demasiados sobresaltos ni otras técnicas que abundan en películas de esta clase, pero sí con una historia correcta y, sobre todo, bastante bien contada.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
Kasanovic
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