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El Papa Francisco: Un hombre de palabra

Documental El 13 de marzo de 2013, el cardenal de Buenos Aires, el argentino Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el pontífice número 266 de la Iglesia Católica. Se trata del primer papa procedente de América del Sur, el primero del hemisferio sur y el primer jesuita en ser nombrado obispo de Roma. Pero sobre todo, es el primer papa que elige el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís (1181-1226), uno de los santos cristianos más ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
27 de junio de 2019
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que un servidor es ateo. Aún así, vi el documental con interés. Al fin y al cabo, el Papa Francisco es una figura disruptiva. Un papa moderno para un mundo moderno. Se supone.

Y el documental empieza bien. Su figura principal dice cosas de sentido común, se preocupa de la ecología, habla con dureza sobre al abuso de menores y viaja por el mundo hablando con ricos o pobres, difundiendo la Palabra. Pero se puede ver cierta sensación de de futilidad -- el Papa no tiene respuestas. O tiene respuestas que en muchos casos no sirven para un mundo moderno, que suenan ingenuas o inútiles en muchos casos.

Pese a la habilidad de Wenders para magnificar su figura, para hacerlo cercano, se percibe que no hay nadie escuchando realmente. No gente con poder - que son todo gestos políticos, sonrisas y aplausos de capitostes que dejarán morir a los pobres y provocarán el fin de un planeta dañado que parece estar en su tercer y último acto. No sé si es parte de lo que Wenders quiere transmitir o si bien soy yo, leyendo entre líneas.

El caso es que el documental (me) deja un sabor desanimado -- un hombre de avanzada edad hablando en nombre de una institución caduca cuyo poder va menguando más y más entre un mundo incrédulo que va rumbo a un caos aparentemente inevitable.
metabaron
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30 de septiembre de 2018
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es un documental sobre Jorge Mario Bergoglio, conducido por la sabia mano de Win Wenders, documental que habla desde unos pasos atrás (breves), antes de ser elegido Papa, el número 266 de la Iglesia Católica. El mundo quedó sorprendido de esta elección por ser el primer papa suramericano. También por ser el primer Papa jesuita, una orden ‘avanzada’ y por lo común en la vanguardia. Y también Bergoglio es el primer Papa que elige el nombre de Francisco, en honor a uno de los santos más emblemáticos de la cristiandad: el humilde, pobre, conciliador y gran revolucionario-reformador Francisco de Asís (1181-1226), que a partir de una experiencia mística decidió vivir toda su vida en suma pobreza, a lo que unió su amor intenso y sentido por la naturaleza toda: la “Hermana Tierra”.

La dirección de Win Wenders sabe recoger, dentro de su tradición documental, los momentos cumbre del papado de Francisco, un hombre con una enorme capacidad de comunicación y un carisma inapelable idóneo para transmitir el valor de la caridad con tal potencia de sensibilidad, que hace llorar a los más curtidos políticos del senado Norteamericano, y por supuesto a muchos espectadores que van a la sala a ver esta vibrante cinta. Un Papa que mira fijamente a la cámara seduciendo al espectador como seduce a sus feligreses e incluso los que no lo son; e igual ocurre a lo largo y ancho del mundo, en sus viajes y prédicas. Francisco defiende y manifiesta su amor por los pobres, menesterosos y excluidos, muestra su preocupación por la Tierra a la que califica como la más pobre entre los pobres, dado el mal trato que recibe de un hombre endiosado que la sobreexplota y desatiende. Y se muestra tajante contra los pedófilos en el seno de la iglesia, en ocasiones amparados por el poder.

El director alemán hace una larga entrevista al Papa, marcada por el contrapunto constante de su acción pastoral en el mundo, sin réplica al entrevistador, en la que Francisco muestra su gran magnetismo y credibilidad en cuanto dice (“un hombre de palabra”). Es tan franco y directo Francisco, que por momentos puede parecer que Wenders retrata la vida de un santo, como que hiciera de hagiógrafo de un hombre que canta verdades indiscutibles, que dice lo que siete y piensa, y que tiene siempre su sonrisa dispuesta cuando abraza a niños o tullidos, o atiende a las multitudes. Papa que rompe con las frases hechas y los lugares comunes y que cuando se acerca a los más frágiles entre las multitudes que le veneran, lo hace de verdad. Un Papa poco común.

El guion también de Wim Wenders está bien organizado y en las dos largas entrevistas con Francisco, Wenders presenta a un hombre de enorme tolerancia, que explica lo más profundo desde territorios de sencillez, con llaneza y naturalidad, para que hasta un niño lo entienda.

Película que deviene ineludible reflejo del poder de seducción de un hombre que es líder de millones de católicos en el mundo y que incluso va más allá de las fronteras del vaticanismo. Esta es la razón esencial de un Wenders en este film que, de forma sobria, nos ofrece un íntimo acercamiento a Francisco sin mediadores e incluso casi sin pantalla. Es la película de un respetuoso admirador del personaje, que se expresa en una entrevista que no deja asomar sombra de duda tras los discursos que filma durante más de una hora y que a veces –lo digo como anécdota- contradice las palabras del Pontífice: “Habla poco, escucha mucho”. Pero bueno, esto es cine documental, tampoco podemos pedir una entrevista plagada de réplicas y contra-réplicas cuando además, lo que el Papa dice son aportes que pueden ser universalmente aceptados, salvo por los ‘mal nacidos’: no a la exclusión, cuidado del planeta Tierra, no a las armas de destrucción masiva, apuesta por los pobres, el inexcusable valor de la mujer en el mundo, labor de reforma y la contra por parte de los círculos más conservadores del Vaticano, etc.

La filmación acaba cuando el Papa Francisco apela a algo que la Iglesia y el cristianismo en general han tenido casi siempre fuera de la esfera del apostolado e incluso de su tradición: ¡el humor! No hay más que recordar la novela de Umberto Eco o el film de basado en la misma, “El nombre de la Rosa”, del director Jean-Jacques Annaud (https://www.filmaffinity.com/es/user/rating/559502/288865.html). Pues bien, por fin un Papa hace gala de su excelente “humor” citando la oración del Buen Humor de Santo Tomás Moro, que empieza así: “Concédeme, Señor, una buena digestión / Y también algo para digerir”.

Es una cinta que recoge el testimonio de un Papa comprometido con su prédica, lo cual se expresa en su propia vida y hechos, en el mensaje cristiano del amor a Dios y al prójimo. El amor por encima de todo y los pobres por bandera.
Kikivall
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1 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentamos hoy el film-documental de Wim Wenders sobre el Papa Francisco. Del director teutón ya he comentado en este Blog sus films El cielo sobre Berlín (1987) y Tan lejos, tan cerca (1993). El director alemán está muy comprometido con varias causas en pro de la salvación del planeta, el ecologismo y el medioambiente, y esa perspectiva impregna de alguna manera casi todo el documental. El eslogan promocional "La esperanza es un mensaje universal" ya nos advierte que el proyecto no está concebido solo para los católicos sino enfocado en encontrar respaldo en todas las personas de buena voluntad. Los más de 8 millones de dólares recaudados en los Cines del mundo entero dan fe del interés que despierta una figura tan mediática que por los motivos que sea atrae tanto a creyentes como alejados de la fe.

Precisamente acerca de la figura del Papa Francisco, por otro lado, ya comenté en su día el excelente film Francisco, el Padre Jorge, que abarca desde su nacimiento hasta su elección como Papa, por lo que puede ser perfectamente considerado como complementario al docufilm que hoy comentamos.

No es fácil hacer un balance ecuánime de alguien que aún sigue vivo y cumpliendo su labor, pero sinceramente creo que el longevo y experimentado Ernst Wilhelm Wendersel cumple con creces el objetivo pretendido, dando una visión humana y humanizadora del Santo Padre, acercando su figura y divulgando su mensaje de una manera original, creativa y visualmente muy atractiva.

El hilo conductor de muchos de los temas tratados es la figura de San Francisco de Asís, del que se nos narran pequeños episodios en blanco y negro (una de las técnicas favoritas de Wenders) tales como su oración al crucifijo de San Damian (donde Dios le pide: "Francisco, reforma mi Iglesia"), su desprendimiento de todos los bienes materiales, su amor por la pobreza, por la comunidad, por los animales y por la Madre Naturaleza (destaca como oración El Cántico a las criaturas) así como su intento baldío por frenar las Cruzadas peregrinando desde Asís a Tierra Santa para entrevistarse con los principales mandatarios cristianos y musulmanes. San Francisco es presentado por el Papa Francisco como "el apóstol del oído" siempre más dispuesto a escuchar que a hablar: "Francisco es un oyente. Oye la voz de Dios, oye la la voz de los pobres, la voz de los enfermos y la voz de la naturaleza".

El propio Wenders hace las veces de narrador con un comienzo muy sugerente y que interpela al espectador: "El tiempo vuela, decimos, porque realmente no entendemos lo que el tiempo es. Los días pasan, estaciones, años, siglos; somos jóvenes, envejecemos, morimos. Todos estamos sujetos al tiempo, pero no tenemos control sobre él. Tenemos menos control de lo que nos gustaría pensar. Además: Terremotos, inundaciones, los huracanes nos azotan, pero aun peor que esos desastres naturales son los hechos a nosotros mismos: guerras, hambrunas, violencia, terrorismo, catástrofes nucleares. 150 especies se extinguen todos los días como resultado de nuestras acciones. En un par de generaciones, miles de tipos de plantas, pájaros, peces e insectos se extinguirán... para siempre. Pronto seremos 7-8 mil millones de personas en nuestro planeta, más de mil millones de ellos hambrientos. Hay formas de levantarlos de la pobreza, solo... que esto no está sucediendo. ¿Entonces, qué podemos hacer?, ¿Cómo debemos vivir... hoy?, ¿Cómo podemos vivir en paz, juntos, con nuestro planeta?"

A raíz de ahí se establece la comparación entre Francisco de Asís (un revolucionario de su época) y Jorge Mario Bergoglio, el primer para americano, el primer papa del hemisferio sur, el primer papa jesuita, pero también el primer para en escoger el nombre de Francisco, cuya presentación en el balcón de la Plaza de San Pedro es también resaltada: "“Hermanos y hermanas, ¡buenas noches! Sabéis que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo… Pero estamos aquí".

A partir de ahí las imágenes y las palabras del Papa se van sucediendo. Algunas escenas son conmovedoras mientras que la mayoría de las frases son para enmarcar, para llevarlas a la oración y la meditación. Es un hombre que no deja indiferente a nadie, que ha puesto en pie a los miembros de la ONU, del Congreso de los EE.UU. o a los devotos de las JMJ de la misma manera, hablando desde el corazón y no con palabras de cumplimiento (cumplo y miento) a las que están acostumbradas los políticos o los mass media. Un evangelizador no impositivo sino propositivo, quien con su testimonio vital está demostrando que un cambio es posible y real, como el que propuso Jesucristo, como el que realizó San Francisco o tantos otros santos de la historia. Sucesivamente vamos viendo imágenes de encuentros con políticos tan variopintos como Joe Biden, Evo Morales, Recep Tayyip Erdogan, Angela Merkel, Barack Obama, Simon Peres, Vladimir Putin, Donald Trump... científicos como Stephen Hawking o todo tipo de personalidades religiosas de primer nivel.

Sus frases son muy sugerentes. Puestas una detrás de otra pueden saturar. Son casi materia para unos ejercicios espirituales. Todo ello aderezado con imágenes bellas y veraces, nada de postureo fácil y barato. Abrazos, besos, caricias a enfermos, presos, ancianos...Un par de lavatorio de pies del Jueves Santo a presos y refugiados, acompañado de un testimonio de pobreza y solidaridad que arrastra a las masas. Un último apunte, preciosa también la B.S.O. de Laurent Petitgand, especialmente para nosotros -los latinos- la canción "Solo le pido a Dios", toda una oración a Dios al tiempo que un grito de rebeldía contra un mundo injusto e insolidario. Altamente recomendable su visionado, si puede ser de manera reposada y repetidas veces mucho mejor...

Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/

Algunas frases que me gustaría destacar son las siguientes:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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30 de septiembre de 2018
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un gran documental que nos acerca la figura cercana de un Papa que está revolucionando la Iglesia y la diplomacia. Un hombre carismático que tiene una agenda tan impactante que nunca ha habido un líder ni político ni eclesiástico como el.
Wii Wenders ha conseguido con el apoyo del Vaticano hacer un boletín informativo completo pero desde una perspectiva global que no siempre beneficia la imagen del Pontífice pero que le deja en muy buen lugar. El contenido, la edición, la fotografía y hasta la música hacen de éste un documental redondo que debería ser visto hasta por los detractores de Francisco para que vean la magnitud humana y espiritual de este hombre que ha venido para hacer una revolución, una nueva reforma.
Para católicos, ateos y medio pensionistas. Para todos los públicos.
LuisOrtiz
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7 de septiembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2018 nos llegó un largometraje dirigido por el prolífico Wim Wenders que no se trata tanto de un ensalzamiento de la figura de Bergoglio como Papa (aunque también hay un pelín de esto sin llegar a inundar el relato) como de una sintetización de toda su pastoral de los últimos años. Así que para todo aquel no sea creyente en general o cristiano en particular "El Papa Francisco, un hombre de palabra" le aportará poco como producto audiovisual, bastante menos que a la audiencia cristiana con la que conectará casi al instante a nivel espiritual y alegórico. "El Papa Francisco, un hombre de palabra" nos conduce por una mezcla bien combinada de entrevistas directas a Francisco sobre temas cruciales del ser humano, así como va ofreciendo retales de imágenes de archivo de sus viajes, de su elección como Papa o de sus homilías... que se hilan con pequeños relatos de docudrama que recrean con atinado lirismo la vida de San Francisco de Asís (la mayor inspiración de este papado).

Mi vena creyente que se mantiene subyacente siempre no puede evitar que valore este film quizás unos peldaños por encima que un agnóstico o ateo, pero voy a tratar de guardar la mayor objetividad posible respecto a este producto audiovisual en su conjunto. "El Papa Francisco, un hombre de palabra" es una película (no es todo documental en ella ni mucho menos) considerable, que entrega en su género espiritual todo lo que se espera de ella y "algo más", que se engarza narrativamente con impulso, vehemencia y envergadura. Si bien es cierto que a nivel audiovisual apenas aporta novedad o labor singular (tanta imagen de archivo y tanto plano mantenido en las entrevistas hacen que en puntos solo merezca escucharla sin verla), y que por ello no podemos saborear un conjunto con esas virtudes plásticas que sí poseen por ejemplo "Los dos Papas" (2019) o "La última cima" (2010), lo cierto es que la cinta posee un contenido que sostiene el producto prácticamente por sí solo (con el vital y arrebatador compromiso en pos de un mundo más justo y compasivo, con esa apasionante preocupación por los problemas sociales... no sin tocar los asuntos introspectivos del Espíritu (el misterio de la muerte también hace acto de presencia en el film). Todo está relacionado con cohesión en "El Papa Francisco, un hombre de palabra" a pesar de que se pone más acento en el aspecto social).

Y así entre reflexiones potentes de Bergoglio, imágenes de un planeta convaleciente, y un docudrama cargado de una lírica voz en off y un simbolismo pictórico hermoso (una lástima que estos flash-backs de Asís sean tan breves y escasos, pues es cuando la cinta aporta algo de material original que además resulta notable) la más de hora y media se pasa en un suspiro y con bastante atención. Por supuesto no estamos ante un libreto perfecto (de este Papa solo se nos enseña la luz sin sombras y eso le resta una dimensión humana necesaria al largometraje, aunque esto no llegue a empañar las grandes virtudes ejecutorias del guion de Wim Wenders y David Rosier), tiene un gran pero que le resta enteros (más en spoilers) y a nivel cinematográfico pudo dar muchísimo más (solo reseñaría su banda sonora original evocadora que es pertinente sin más).

Pero "El Papa Francisco, un hombre de palabra" se lleva a escena con suficiente habilidad, y tiene un fondo poderoso, ilustrativo y trascendental que se desenvuelve con elegancia. Muy recomendable para cualquier cristiano/a/e, indispensable para los católicos... y no es un mal producto para que los más escépticos se acerquen al cristianismo y descubran que en absoluto es el maniqueísmo que otras personas tratan de hacer ver que es.

Lo mejor: Me quedo con la forma orgánica a la par que recia que tiene la cinta de transmitir sus mensajes (es aleccionadora, sí... pero en el mejor de los sentidos).
Lo peor: ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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