El trailer promete acción. El despliegue de márketing es, sin embargo, premonitorio. Una cara tapada en el cartel, un nombre extraño (Syriana)... Todo ello para una película aún más extraña. Un guión tan peliculero que acaba por convertirse en un rompecabezas sin solución. A menos que uno entre a la sala concentrado como si de un examen de álgebra se tratara, creo que saldrá con un agridulce sabor de boca, como esperando no sé si una segunda parte de la película pero, al menos, sí un epílogo para aclararse.
Pese a tener buenos ingredientes, algo le falla a la receta.
Mi humilde opinión.

No vale la pena desplazarse hasta el cine para esto ni aunque tu pareja pague la entrada. Una americanada que te mantiene hasta la primera mitad intrigado intentando saber de qué va la película y la segunda mitad intrigado por saber cómo alguien puede invertir tantos millones en semejante fiasco.

No sabré mucho de cine, ni falta que hace para ver lo mala que es esta película.

Sale uno del cine con el sabor de boca de haber vivido algo grande. Y, de repente, un déjà vu. No, mejor, una sensación harto similar a cuando acaba de ver alguna de las últimas grandes de Jackson.
Se perimte el lujo de deleitarse en sus propios efectos especiales, ¿Y qué? A quien le gusta el arte no le aburren las grandes obras. Y le gusta el arte, barroco, con todos sus adornos.Y es que cada uno tiene su estilo, pero ojalá hubiera más con el suyo.
Sean los efectos despampanantes, sea el guión, sea la cuidada banda sonora... Que te conmueva semejante bestia con cada rugido, pero también con cada gesto, no tiene "precio".

¿Qué quieren que diga? No me suele gustar estar de acuerdo con los resabiados críticos de cine pero, en este caso, aciertan con una extraña unanimidad.

La película resulta de principio a fin pseudosentimental. Y si añado el pseudo es porque todo resulta, como titulo la crítica, artificial hasta hartar. Lo siento si no soy capaz de verle la parte tan optimista que todo el mundo atisba con fervor. Muy al contrario, no consigo más que ver el lastimoso sufrimiento de una persona que no es capaz de superar sus problemas personales. ¿Dónde le ve la gente optimismo a eso?

Además, en el intento de ir dando a un ritmo lento las piezas de un rompecabezas, cualquiera que preste algo de atención verá que le dan demasiadas piezas de golpe y, de repente, entiende la película de principio a fin. Podría tener su gracia, como ya pasara en 21 gramos, si no fuera porque cuando te das cuenta aún quedan tres cuartos de largometraje por ver.

Le pongo tres puntos por el tono divertido con el que trata las cosas y, un último punto, por la gran virtud de irse por las ramas con exageradas extravagancias y hacer creer a la mayoría del público que eso es lo más normal del mundo.

En fin, este filme sobrepasa la barrera de la sabiduría popular de "eso es de película". Esto va más allá.

Quizá vemos una gran interpretación de P (que tampoco es para tanto) y un curioso retrato de los que pocas veces se ven en una película (salvo que sea de Almodóvar). Pero la película, a pesar de tener buenas interpretaciones tiene un hilo argumental que aburre hasta la saciedad. Para todo aquel que la quiera ver, recomiendo que no lo haga después de cenar ni de comer ya que provoca somnolencia.