Serie repleta de primeros planos, musiquillas pseudorománticas que me revientan los tímpanos e ilusionismo barato.
Trata de imitar la magia y esencia de «La Casa de Papel», y no solo se queda en el intento, si no que además influye de forma negativa a la imagen de la ópera prima, y de sus guionistas.

A mi parecer el inicio no es malo, pero con el pasar de los capítulos una sensación de improvisación me invade. No solo de las acciones que llevan a cabo los protagonistas, si no que también de los idearios y guinistas.
Parece que Berlín (y compañía) y Álex Pina (y compañía) tengan una carrera interna para ver quién posee mejores dotes del arte de la improvisación. Redactores y personajes improvisan una y otra vez, y no se cansan de hacerlo (para mal, naturalmente).

Me ha gustado mucho la fotografía, el guion, el ritmo lento pero continuado y francamente el final.
En cuanto a la interpretación, creo que lo han hecho bien. Sobre todo la actriz que hace de Melisa, y la que hace de Iris.
Pero lo que me ha provocado que la califique con un 7 son, sin duda, algunas escenas que la directora (en su debut en la gran pantalla con un largometraje, por cierto) ha logrado que permanezcan en mi retina.

Los documentales nunca podrán ser objetivos. De hecho, no tienen por qué serlo. Aunque a mi parecer, lo fundamental en un documental es que sea interesante y a su vez, se aproxime lo máximo posible a los hechos ocurridos realmente. Por consiguiente, valoro negativamente este documental, que no tiene apenas neutralidad, y puntúo con un 2 puesto que al menos conserva algo de interés.

"Pasaba por aquí" no brilla por su originalidad, pero tiene un guion decente y algo más inteligente que el habitual en cintas del estilo.
Además, cuenta con un reparto excelente. Pese a esto, considero que se podría haber exprimido algo más a según qué personajes. Sir Hector Blake, por ejemplo, actúa con un ímpetu por el que desconocemos su afán.
Se nos intenta explicar que lo hace por temas raciales advenidos de su infancia, pero le falta consistencia.
También es cierto que la película es bastante predecible, mas esto no le resta, al menos desde mi punto de vista, intriga o interés.
En conclusión, se trata de un filme que no recordaréis por su excelencia, pero siendo sincero, os puede asegurar una hora y cincuenta minutos de un suspense continuado y para nada tedioso.

Llamarla película es meramente por respeto. Resulta que un amigo, gran conocedor de mis exigentes gustos cinematográficos, se encontró esta abominación en forma de filme siendo emitida en el canal de televisión pública española "La Sexta". No dudó en llamarme para incitarme a que encendiera la TV y pusiera dicho canal.

Desde un principio, ya pude observar que tratar esta película como clase C es un halago para la propia. No me quiero enfocar demasiado en la trama, la cual es realmente floja y rebuscada, a la vez que simple y poco original. Prefiero realzar el trabajo hecho detrás de cámaras. Os lo digo todo si admito que lo mejor en esta película es la portada, y eso que probablemente su diseñador aquel día se encontraría poco inspirado. Los efectos especiales son los peores que he visto en mi vida. Pirañas enormes saltan por el río, e incluso por el suelo firme. Siempre las mismas pirañas. Sospecho que el presupuesto no les daría para hacer alguna secuencia distinta. Pirañas suicidas que con su propia voluntad saltan hacia la parte más alta de un faro, y son atravesadas mortalmente por este. Y por supuesto tengo que mencionar la escena más repudiable que he visto en mi vida: el protagonista (todavía no tengo claro si se le da peor correr o interpretar), tendido en el suelo y desarmado, pateando a las pirañas que saltan a devorarlo. La escena es absurdamente mala.

En fin, solo decir que aunque suene paradójico, os la recomiendo. Os servirá para tenerla en vuestro repertorio de películas vistas, como ejemplo de película nefasta, y así poderla usar de referencia como el límite más bajo, para puntuar las películas malas que veáis en adelante. Y de paso, para echaros algunas risas.