Pausada, algo melancólica, contada en parte y sencilla, "El festín de Babette" es, a mi ver, una película sobria, profunda, de buena fotografía y mejores primeros planos. Gabriel Axel consigue llevar la trama con la espiritualidad y el tiento que el relato reclama, de suerte que hace creible el carácter y el talante de la pequeña comunidad y del entorno más adecuado para ese austero tipo de vida. Aunque un poquito lenta, el final de la pelicula nos devuelve con creces la paciencia y la curiosidad prestadas porque nos sumerge en un torbellino de bondad, de admiración profunda por un ser que consigue ser grande por su sentido elevado de la gratitud, su generosidad sin límites y una conciencia clara de su lugar y de su situación en el mundo. Pocos finales tan bellos tiene el cine como éste. Vale la pena esperar. Freijanez.

Con esta película, Diego Rafecas, director y actor de reparto, nos hace ver a las claras cómo puede hacerse buenas obras con pocos medios, cómo puede Argentina, tan alejada de los centros mundiales de poder, también geográficamente, (y él en este caso concreto) demostrarnos una y otra vez su gran valia, su elevado nivel de sensibilidad, la profundidad de sus análisis y su valentía. Me gusta suponer que la interesantísima y bien conocida tradición psicoanalítica de Buenos Aires tiene mucho que ver en todo esto, "Un Buda" es una película de argumentación harto difícil, cuyas escenas y diálogos precisan ser hilvanados con sutileza y atención muy especiales. Sacarnos a un joven de la metrópoli y enviarlo a la sierra de Córdoba a meditar, a conocerse, a dedicarse en cuerpo y alma a la introspección con este fin, ante nuestras mismas narices occidentales tan exageradamente suspicaces, y conjugar situaciones y personajes, tan ajenos en principio al tema, y entrecruzarlos y hacerlos creibles sin deteriorar rasgo alguno de ninguno de ellos, requiere maestría grande en la dirección de actores y requiere una capacidad de síntesis de mayor destreza a la usual, que no han conseguido reconocidos y alabados maestros en sus intentos de transmitirnos el sentir y el ser budistas. No se olvida el entremés ora con "la billetera", jaja, ora con "el rato" del vecino (afortunadamente la actriz protagonista pregunta también ¿cuándo fue la última vez que lo vio? pues, si no, muchos hispanoparlantes para quienes un rato es a lo sumo un par de horas no habríamos entendido bien. Ni siquiera este aspecto se escapó) y tampoco se olvida, por supuesto, la fineza en la resolución, en la coronación final, nada más y nada menos que utilizando la adaptación para su comprensión de los famosos koanes del budismo Zen. Excelente. Muy buena película. La envío directamente a mi lista "Películas infravaloradas". Por supuesto, igualmente a otra de mis listas: "Películas muy buenas". ¡Bravo, Argentina, por tu cine! Freijanez.

Vale la pena pasar "los minutos que dure", lo que escrito así ya significa bastante. La fotografía es buena. El elenco de actores cumple su función debidamente, salvo las protagonistas principales, Frances y Ami, que prácticamente "bordan" sus papeles, ambas, aunque el rol de Amy Adams, por considerarlo yo más difícil, ha sobresalido en un punto. ¿Teatral? Un poquito, y algo previsible, pero no olvidemos que se trata de una comedia, por más que conlleva, y vence, un mensaje de amor sobre la frivolidad y la ambición. Resulta, pues, sutilmente aleccionadora.

Aguantar tan largo metraje del estilo 'morcillón televisivo ligeramente mejorado' sólo es razonable si se tiene la voluntad de escribir luego unas palabras de aviso para despistados jovencitos que desconocen aún que hoy también pueden ser 'cazados', como lo eran entonces cuando no se ocultaba tal intención. "No entiende uno" cómo puede calificarse con 7 ni recibir buenas críticas un bodrio existencial semejante. Veo en la interpretación de Donald Sutherland, en la última escena, la sutil ironía de quien nos dice: "Tengo que trabajar, y aquí estoy haciendo este inmenso bodrio" y lamentando su falta de otras oportunidades mejores y riendo por dentro. Pensemos un momento. ¿Esta cosa tiene un 7 y "The Pledge (El juramento), con la magistral interpretación de Jack Nicholson, tiene un 6,2? Mejor me río. Freijanez.

Muy entretenida y bonita. Es una fantasía que toma aspectos de la iridología para abordar el tema de la creencia o no en Dios, o lo que es lo mismo el problema de la dicotomía fe/duda. No me voy a alargar aquí, pero para quienes leyeran ésto y estuvieran interesados les propondría el tercer y último capítulo de la Genealogía de la Moral, de Nietzsche, que habla de qué es en realidad la ciencia respecto de la religión. A mi me ha gustado bastante esta cinta, aunque no está entre mis películas favoritas principales, porque sugiere reencarnación, algo en lo que creo, PERO SIN FE, con bastantes DUDAS, o sea, en plan de apuesta. Por otra parte creo más bien desafortunada la elección de los ojos en esta película porque precisamente la iridología, esta técnica de medicina alternativa, sostiene que las manchas en los ojos precisamente delatan enfermedades de determinados órganos según la posición en que estén y la forma que presenten podrían ser realmente severas en muchos casos, aunque es evidente que eso ni quita ni pone en la fantasía que es. Recomendable. Dulce, bella ...