Esta película supone - como otras de Yimou- un viaje a las emociones y al mismo tiempo un viaje a su país, a sus raíces, costumbres y como no, a su sistema político y como éste influyó en la mentalidad y comportamiento de los chinos. Es admirable como este director plasma su sociedad y lo remueve - que no lo agita- con los sentimientos humanos más universales.
Para mi la gran fuerza de la película radica en la juventud de Jing y por tanto en su inexperiencia y cómo debe afrontar una delicada situación. El dolor de casi una niña nos hace recordar nuestra adolescencia y la indefension ante lo que queríamos y lo que nos prohibían...muy ampliado y agravado en la sociedad china de la época.
La película está adornada con un simbolismo primoroso y con una fotografía fantástica, viéndose con deleite pues es pausada, tranquila y al mismo tiempo lleva un ritmo bien marcado y en mi opinión muy adecuado a la narración.
Una delicia.

pudiendo hacer una buena película con un argumento manido pero fiable, el director nos aturulla con flashbacks reiterados y reiterativos abusando de ese fantástico recurso. No profundiza nada en el personaje ni en su complicada vida. Y deja escapar hasta un paisaje que habría dado a la película un aire al menos visualmente brillante.
El guión es más que justito y sensible y la interpretación, sin ser mala, no puede catalogarse de categoría pues la propia interrupción de Tanto flashback daña a la actriz.
En mi opinión, muy pobre.
La doy un 4 porque respeto a la verdadera protagonista.

La verdad es que esperaba bastante más de esta película, de su director y del actor principal. Empezando por este último, no digo que haga una mala interpretación si no que simplemente y en mi modesta opinión, el guión - o la falta de él- no le permiten actuar como sabe, que es infinitamente mejor, como por ejemplo en El lobo de Wall Street, ¿A quien ama Gilbert Grapes? u Origen, donde a mi modo de ver está magistral y por citar solo algunas.

La aventura es un tópico en el cine del oeste, pero un tópico que puede resultar muy interesante si está bien llevado. No hay más que acudir a Sidney Pollack con "Las aventuras de Jeremiah Johnson" y tanto la dirección del film como la interpretación brillan bastante más desde hace 42 años, transmitiendo mucho más que gemidos que llegan a agobiar

Con una bonita fotografía - tampoco nada del otro mundo- la historia se desvanece entre gemidos y gestos de dolor del protagonista, "renacido" con flash backs excesivamente oníricos que a mi modo de ver no aportan gran cosa en una película en la que el desarrollo es plano, monótono e incluso aburrido y previsible por momentos.
Técnicamente bien resuelta, podría haber contado lo mismo en 80 minutos.
No desarrolla ninguna cualidad o virtud de los personajes excepto el tesón del protagonista ( que a veces es sobrehumano y poco creíble) y la maldad y crudeza del traidor, que tal vez no sea tanta en un mundo tan cruel como el que nos pintan.

El trabajo de dirección me ha parecido anodino y reiterativo; en algunos ramalazos veo algunos pasajes que me recuerdan a los enfoques de Babel pero sólo queda en eso, en un recuerdo.
En resumen y en mi humilde opinión, ni por asomo yo la habría nominado a los Oscar ni de lejos y ni por asomo le daría el premio a DiCaprio por esta película, aunque sí creo que lo merece por otros trabajos.
Sinceramente, creo que los años la pondrán en su lugar y si por mi fuera, yo la dividiría en dos capítulos y la pondría de telefilme de sobremesa de domingo.
Una gran decepción