Esto ni siquiera merece ser llamado documental. Rebosa falta de fundamento, ingenuidad y egoismo para con el resto de la sociedad. TODAS las citas son sacadas de contexto cuanto menos. Sus teorías sobre "todo lo malo que te pase es culpa tuya" son absurdas y poco inteligentes , como si cada persona vivieses alejado a años luz del resto de la humanidad. Encima, su factura es pesima: mal rodado, testimonios repetitivos y aburridos. Lo peor: no es casualidad, este video está dirigido literalmente a comer el coco de sus espectadores, siendo estúpido, facil de ver y expiándote de todo sentimiento de culpa que puedas sentir por el sufrimiento ajeno. Así, no es raro que "el secreto" se esté utilizando como manual de actitud en la empresa a través de su divulgación en los departamentos de Recursos Humanos de miles de empresas (en especial en USA). En suma, una teletienda nazi bastante peligrosa.

Batman: Gotham Knight nace con semejantes intenciones a lo que ocurrió en su momento con "Animatrix": cortos de animación que dan profundidad a la saga a la que pertenece a base de historias cortas autoconclusivas. Sin embargo, parece que animatrix funcionó mejor de lo que lo hace ahora este Gotham Knight. No tiene una mala factura ni mucho menos, pero a excepción de los cortos "Have I got a story for you" e "In darkness Dwells", las historias son un tanto intrascendentales, aportando aún así cada una su grano de arena en la construcción del universo oscuro y creíble del Batman de Nolan.
La animación sufre subidas y bajadas, viendose el completo entusiasmo de alguno de los animadores (todos japoneses y de importantes estudios como Madhouse o I.G. Production) frente al hastío del trabajo de pasada y por encargo de otros.
Pese a todo, tras la campaña viral de "The Dark Knight" a la que hemos asistido, este apequeño aperitivo calma los ánimos hasta la llegada a los cines de la esperada secuela de "Batman begins".
En suma, visionado obligado por todo Batmaníaco y seguidor de la rebautizada saga del Señor de la Noche, además de una muy posible fuente de diversión para el resto del público.

La colaboración entre Spike Jonze y la banda Arcade Fire nos deja un cortometraje de sabores amargos pero tejido con una cuidada delicadeza. La materia no es para menos: la madurez vista desde la adolescencia. Jonze hace empatía con el grupo de jóvenes protagonistas y consigue sacar interpretaciones implicadas en el papel (con especial relevancia el caso de Sam Dillon). La lucha militar entre barrios muestra de forma simbólica la visión que la adolescencia tiene de unos adultos que han rechazado todo atisbo de empatía emocional. Es el caso del hermano mayor de uno de ellos y la transición obligada a la madurez a través de un rito de insensibilidad.
El apartado técnico se caracteriza por un uso de los enfoques y desenfoques que complementa bien la narrativa, además de la cámara subjetiva que ayuda a la pretendida conexión con los personajes.
El recurso de una ambientación en un futuro cercano militarizado permite jugar de forma "juguetona" con los simbolismos, lo que da un aire aun mayor al cierto carácter de videoclip del corto, tanto por la música de Arcade Fire (todos los temas escogidos del último álbum "The suburbs"), utilizada de forma inteligente para hacer aflorar determinadas emociones (euforia, melancolía, etc.), como por las imágenes en flashes rápidos que dan a entender ideas, acciones y actitudes, que van perfilando de forma sutil el carácter de los personajes.
En suma, un pequeño ejercicio de estilo para Jonze, que, tras el cierto espaldarazo a la atrevida "Dónde viven los monstruos", se reivindica como autor dentro de la industria.

El recuerdo, a veces, puede ser suficiente. Un niño sentado frente al televisor con el tazón de leche y las galletas esperando su sesión de las 17:30 de "Conan". Bárvaros, vikingos, cazadores, magos, acróbatas, lobos, hombres-serpiente y, por supuesto, el fénix. Una serie que, a los ojos de un infante, resultaba exótica. Que a nadie se le ocurra reponerla de nuevo en televisión. Que no estropeen lo que vieron unos ojos de 8 años. Que perdure el recuerdo.

Siendo esta mi primera critica, se me hace un poco raro abordar "Los puentes de Madison" en lugar de otras tantas que no tendria duda en hacerlo.
Quizas sea apropiado hablar de esta pequenia (perdonen pero escribo desde un teclado irlandes) gran joya que nos regalo el tito Eastwood. Una pelicula que te acerca a como dos seres humanos reales con sentimientos, inseguridades, miedos, esperanzas rotas y suenios llevados por la marea de los anios cruzan sus caminos en lo que podria ser el ultimo de sus romances. Pero, siempre hay un pero, el maestro Clint nos muestra que a veces (mas de lo que nos gustaria) cuando se conoce a la persona perfecta, el momento quizas no es el adecuado, y asi dos caminos de perfecta conjugacion se ven alejados por que el tiempo no ilumina el camino.
Y, si hay algo que domina con maestria Eatwood en esta obra es el manejo del tiempo, tanto en la interpretacion de los personajes como en el desarrollo de la historia a lo largo de esos eternos dias de encuentro y olvido que no hace sino recordarnos que el amor no es "Pretty woman" sino todo lo contrario.