¿Sabéis lo que nos pasa?

Que nuestro intelecto no nos da para entender el genio, la maestría y la sensibilidad que tenía Bruno Mattei, 1933-2007. (aka Vincent Dawn, que queda más anglosajón... estos italianos...) Le tenemos envidia como a Uwe Bowl o a Albert Pyun, los otros dos grandes visionarios del género. Yo se que digo la verdad. Si. Y el tiempo me dará la razón.

Esta película es un poco tardía, aunque parezca mentira. En 1990 parece que el cine fantástico italiano ha superado el exploit tipo Alien 2 Sulla Terra, por ejemplo.

Sin embargo, Bruto Mattei y sus productores se lanzan a hacer Terminator 2 un año antes del T2 de Cameron... Y suponemos que les gustaba tanto el cine de Cameron que aquí, a pesar de vendernos una ¨secuela¨ de Terminator, los guionistas toman Aliens como base para escribir esta peli. Efectivamente estamos ante un plagio de Aliens de Cameron, pero en Venecia. Y con la gracia de Bruno Mattei (aquí Vincent Dawn), un director con tanto morro y tan poca vergüenza que me es imposible tenerle manía alguna.

En 1990, tenía yo 13 años. Una mañana aburrida, en verano creo; pero no me acuerdo, y quedé con un colega. Decidimos ir al videoclub a alquilar algo y echar la mañana tranquilos. En el videoclub acaban de colgar el poster de la peli de nuestros sueños ¡¡¡TERMINATOR 2!!! Había llegado esa misma mañana y estaba libre. Y claro, la alquilamos como locos. Nos fuimos a mi casa a ver ese mágico VHS y...

Si os gusta esta peli, no os perdáis también de Vincent Dawn exploits como Zombi 3 (inacabada por Lucio Fulci)... Robowar... y la mejor: Año 225 después del Holocausto.

En dos palabras: IM PREZIONANTE!!!

Para ver un día acompañada de Troll 2. Una sesión doble tan delirante como divertida.

Tres años después del tremendo éxito de taquilla y público de esa comedia de terror que fue Noche de Miedo, llegó la inevitable secuela.

Lo que en principio parece más de lo mismo (F/X, puesta en escena, fotografía, incluso los dos actores principales, estilo y género) da como resultado final una cinta muy diferente, ya que el resultado es muy inferior.

Tommy Lee Walace es uno de los alumnos aventajados de John Carpenter, y sin embargo su obra es muy inferior... reducida a secuelas (Halloween III, Noche de Miedo 2) y a adaptaciones televisivas (It). Sin ser un mal director, esta vez no consigue dar ese toque de mundo normal en el que podrían vivir los vampiros que desprendía la primera parte.

Esta vez se decantan por una tribu vampira sofisticada llena de todo tipo de monstruos que actúan en secreto pero a la vista de todo el mundo.

El pobre William Ragsdale se vuelve a pasar la película con aire de tonto, y Rody McDowall vuelve a ser lo mejor de la función con un Peter Vincent tan cobarde y mezquino como heroico. Y Julie Carmen, a pesar de ser una gran actriz, no llega a las cotas de carisma que desprendía Chris Sarandon en la original.

Aunque no está mal, es una secuela más que decepcionante que terminó con la franquicia demasiado pronto. Quizás por esa sensación que tiene Noche de Miedo 2 de ser demasiado deudora de la primera parte, y que nunca termina de despegar.

Eso si, mención especial para Traci Lin... ¿qué fue de ella? Tenía talento.

No soy fan de Saw...

Y hasta ahora James Wan y su socio Leigh Whannell tampoco me llamaban especialmente la atención. Repasando su filmografía dentro del terror, Saw fue un debut nada más que correcto que se ha agrandado e inflado en exceso, y Silencio desde el Mal era una cinta simpática, grotesca a ratos y aceptable.

Lo que se podía ver en las dos cintas es que estos dos jóvenes cineastas australianos son grandes conocedores del género de terror.

Así que llegamos a Insidious.

Sin duda su película más madura. Esta vez de nuevo demuestran que conocen el género, e incluso que quieren contar, y como. Desde un inicio retro con una secuencia de créditos iniciales más que sobresaliente, hasta llegar a una cinta de fantasmas más que inspirada en el género de los 70 y primeros 80.

Con un desarrollo que recuerda en exceso a Poltergeist, pero que no es un handicap negativo en absoluto. De hecho le da al espectador una sensación de seguridad y anticipación para saber que terreno se mueve, para sorprender con sustos que de sobra conocemos.

Los actores están bastante bien, destacando Patrick Wilson (el Búho Nocturno de Watchmen), Lin Shaye (habitual de la saga Pesadilla en Elm Street y famosa por su papel en Algo pasa con Mary), Barbara Hershey (El Ente) y la australiana cada vez más famosa Rose Byrne. Y los niños, que esta vez no están mal.

Pocos F/X pero efectivos y efectistas. Pocos sustos pero de nuevo efectivos y efectistas. Extraño, pero es una peli MUY POCO tramposa, y eso juega a su favor.

En resumen, un NOTABLE terror con sabor añejo, que siempre se mueve por territorios conocidos, pero que depara alguna sorpresa agradable. El trabajo más destacado del dúo Wan/Whannell. No será un clásico, pero puede ser recordada bastante tiempo.

Que poca vergüenza...

No puedo empezar de otra manera. Entiendo que Hollywood busque nuevas franquicias adolescentes, entiendo que se haga cine para chicas, entiendo que se haga cine de modo industrial...

...pero que me traten de tontos... no me gusta tanto. Vi Crepúsculo en el cine (lo juro...) y fui pensando dárle una oportunidad. Tengo una prima de veinte años que era fan incondicional de las novelas y me habló bien de ella. Y me dije ¿por qué no? Si me he tragado Harry Potter, o La Brújula Dorada, o más cosas parecidas, esta no puede ser mucho peor.

La teoría no era mala.

Pero solo era una teoría.

Que poca vergüenza... Que actores, que efectos visuales (¡¡¡Que estamos en 2011, por Dios Santo!!!), que puesta en escena de telefilm de 3 y media... ¡que fotografía! Que pocas ganas de trabajar...

Y para colmo viene esa secuencia donde el chico vampiro le dice a la chica: te voy a enseñar como soy en realidad. Y se pone al Sol. Yo me dije: De puta madre, este rollo se va a poner interesante y ahora nos enseñarán un demomio feo, chungo y atormentado. ¡Genial!

Y va el chaval y brilla.

Y ya. Brilla y punto. Me quise ir del cine. Lo juro. Pero terminé de verla, y esa es otra historia...

Se hace mucho cine para adolescentes chicos que no está mal. Y de todos los géneros. De hecho el cine para adolescentes masculinos mueve el cine. Por favor, las chicas también se lo merecen. Cine para adolescentes féminas que esté bien, y no esta tomadura de pelo.

Simpatiquisima comedia de terror con sabor añejo de estantería polvorienta de videoclub.

Nuestro amigo Kevin S. Tenney nos había deleitado un par de años atrás con otra película de parámetros similares, Witchboard (Juego Diabólico), una película de mismo sabor pero muy diferente en palnteamientos. Witchoard era una película seria, con matices realistas, pausada, y muy pocos efectos especiales.

Ahora tocaba hacer la antítesis.

Una película cargada de sentido del humor feroz, F/X a raudales, actrices de culto (Linnea Quigley y Amelia Kindkade) y muy poco rogor en nada. La excusa es simple: Hacer de la casa del terror de cualquier parte del mundo una película pensada para alquilar o ver en TV la noche de Halloween. Sin mucho argumento, o un argumento como excusa para enseñar montruos, tetas, gore y muchas muchas coñas.

Supongo que en la mente de sus creadores estaba la imagen de un grupo de adolescentes reunidos en una casa, abrazados y gritando como loco/as.

Llena de ritmo, con diálogos y situaciones hilarantes... es una peli que hoy en día sigue siendo una pieza de culto del género ese que nació y murió en los 80: el terror comedia negra. Eran películas de terror con gore, sexo y sustos... pero a la vez eran brutales comedias negras cargadas de dobles sentidos.

Otra película disfrutable hoy en día en un programa doble hecho por nosotros mismos, por ejemplo en compañía de WaxWork de Anthony Hickox. Otra peli del mismo año y el mismo espíritu.