Una nueva incursión de Verhoeven y el guionista Soeteman al género del thriller bélico ambientado en la segunda guerra mundial. En esta ocasión en clave de cine negro de contraespionaje al mas puro estilo del maestro Hitchcock. La película nos muestra una trama bastante compleja pero resuelta de una forma bastante acertada durante las aproximadamente dos horas de metraje. El casting es soberbio y el ritmo de narración que demuestra Verhoeven excelente. Lo más interesante de todo es la polémica visión de los tres bandos inmersos en el conflicto bélico: Judíos, alemanes y holandeses.

La película ideal para toda la familia sin sentirnos estafados. Una película en la que una persona puede preguntarse sin dificultades ¿Esto es un film del 38?
Si. Y eso no es todo. Flynn es el mejor Robin Hood y desde luego los ojos de Olivia de Havilland enamoran a cualquiera. Desde luego que Curtiz fue una magnífica elección para dar al film la energía de la que hace gala en su extenso metraje. Es un film que resiste formidablemente el paso del tiempo (salvo por el vestuario, pero queda tan bien en el fantástico Technicolor), con una eficaz e extraordinaria banda sonora y una sensación de estar frente a un gran clásico del que es de sobra reconocido.

Se ve venir que esta obra de Laugier será la típica producción polémica del año. Esta obra de Laugier es provocativa, perversa, violenta y no incita a ninguna reflexión (ya que no hay un solo personaje con el que puedas reflejarte). Estas son las principales bases en la que la media del público despotricará la película y la tachará de todas las fórmulas posibles (ya sea políticamente, socialmente o religiosamente).
Con que yo soy una persona que me he criado con todo tipo de cine y sigo pensado hoy en día que el maestro de crear un película por el mero hecho de provocar y impactar, sigue siendo un maestro (me refiero, como no, al maestro Alfred Hitchcock), la voy a valorar como producto cinematográfico en si.
Esta película de Laugier utiliza varios conceptos de casos típicos en la historia de los asesinos en serie (tanto real como cinematográfico), como es el caso de los “zulos” donde maltrataban a sus víctimas, tanto sexualmente como físicamente. Utiliza también el concepto de las sectas y en las bases y creencias en las que se forman estas congregaciones. Y por último utiliza algunos conceptos que se pueden percibir en la sociedad moderna, como son el hecho de la apariencia, el estatus social, las influencias, la educación y otros conceptos que se podrían nombrar en menor escala.
Todos estos pequeños detalles los utiliza Laugier para crear esta pesadilla cinematográfica con tintes de “cinéma vérité”, con tintes de casi documental ficticio (sobretodo en lo que son las escenas en el zulo), con algunos recursos del “slasher” de finales de los años 70 y algún que otro homenaje literario (como es A sangre fría de Capote o el Libros de Sangre de Barrer).
Para mi martyrs es un cine de género violento, valiente y totalmente transgresor. Todo un dulce envenenado.

“Segundas partes nunca fueron buenas”, esta célebre frase se podría aplicar con bastante acierto en el género del terror. REC [2] podría conjugar con esta frase y también con la tendencia que se tiene en las secuelas a dar ración doble de lo visto en el film de origen. REC desafortunadamente se convertirá en una franquicia para que el espectador medio devore en multisalas, y el producto, como norma general en este género, irá decayendo a media que vayan saliendo sus correspondientes entregas.
Entrando de lleno en REC [2], me ha parecido un más de lo mismo. Se ha perdido toda la frescura que mostró el primer REC y se ha caído en la monotonía de repetir la misma estructura de actos que en la primera entrega. REC [2] contiene, como ocurría en la primera entrega, un claro homenaje a la historia del género del horror, en esta ocasión podemos encontrar desde El Exorcista de Friedkin, The Crazies de Romero, La invasión de los ultracuerpos versión Ferrara hasta la Vinieron de dentro de… de Cronenberg.
En esta ocasión falla el casting, no encontramos ningún personaje bien hallado o elaborado como esa comunidad interracial del primer REC. Los personajes de esta entrega son insufribles y totalmente histriónicos. El personaje del GEO argentino o el del párroco son inaguantables y se pasan diez pueblos en su interpretación, del grupito de niños ni entro, que cosa más inverosímil. La realización la encontré también bastante insufrible, es mareante hasta más no poder, a parte de estar más de media película totalmente desenfocada.
En varias ocasiones la película entra en una espiral de constante falta de creatividad salpicado todo con unas líneas de diálogo dignas del mejor cine de serie Z.
Guste o no, el espectador no podrá ignorar que esta secuela no contiene la tensión y ese crescendo terrorífico que mostraba el primer film de la franquicia.

Una experiencia totalmente atractiva e excitante.
El montaje que al principio encontré algo precipitado, se acaba convirtiendo en una montaña rusa de sentimientos de afecto, reproche, inquietud, indecisión e amor imposible. Es un mensaje muy agridulce. Los sentimientos surgen, no se pueden crear, reaccionamos ante las adversidades y nos arrepentimos de las decisiones que tomamos. Una película que demuestra lo difícil que es vivir como un ser humano racional.
Técnicamente es extremadamente atractiva. Cine moderno en estado puro. Pero con un contenido temático de autor. Otra muestra de que el género romántico sobrevive a las modas estéticas y argumentales de las películas palomiteras modernas.
Mención especial a la mezcla étnica musical.